OBLIVIATE

CAPITULO 10 : BIENVENUE À PARIS

--- Entonces --- comenzó el ministro, sacando una vieja silla de aspecto antiguo de debajo de su escritorio y tomando asiento --- Señor Malfoy y Señorita Granger.

Sus ojos se movieron entre ambos raramente --- su visita a París es para ayudar a investigar el ataque contra el Ministerio, ¿estoy en lo cierto? --- preguntó el señor Cariveau, que ya parecía saber la respuesta.

Hermione se resistió a resoplar. La pequeña charla no era lo suyo, y ver a otros hacerlo, le dio vergüenza de segunda mano.

Ella todavía no se atrevía a hablar después de vomitar en los zapatos de Arthur. Probablemente valían más de lo que jamás podría pagar en su vida.

Draco se acercó a un sillón de cuero marrón costoso sentado frente al escritorio del señor Cariveau y se sentó, balanceando una pierna sobre la otra.

--- Lo es, sí. También ha habido avistamientos de una persona desaparecida ubicada en Europa, por lo que mientras estemos aquí, también estaremos atentos a eso --- él dijo. Hermione estaba un poco sorprendida de lo profesional que estaba siendo Malfoy, ella caminó lentamente hacia la silla vacía a unos metros de Draco y se sentó en un intento de sentirse menos incómoda.

--- Que desafortunado --- Cariveau dijo, deslizando una botella de alcohol de debajo de su escritorio junto a un hermoso vaso de whisky, vertiendo una generosa cantidad.

Miró a Draco con ojos imponente, sosteniendo la botella en alto.

--- De Michael Couvreur, 1879. ¿Le gustaría un vaso? --- preguntó Arthur, metiendo la mano debajo del escritorio para tomar otro whisky Tumblr.

Su acento francés era natural y salía de su lengua sin esfuerzo. Hermione podría haber sobresalido en Hogwarts por la magia, pero los idiomas no eran su fuerte. Le encantaba la idea de poder hablar otro idioma, alejarse de su antigua vida y vivir sin miedo, comenzar de nuevo.

El idioma era casi tan hermoso como la propia ciudad del amor.

--- ¿Por qué gracias? Puede que tenga que complacerme con esa oferta --- Draco le respondió con una sonrisa. Hermione pudo ver que ya lo habían persuadido, él solo estaba siendo educado.

Una sonrisa de suficiencia apareció en el rostro de Hermione.

El señor Cariveau llenó el vaso de Draco hasta la mitad con el whisky y se lo entregó, envolviéndolo con sus largos dedos, asintiendo con la cabeza en reconocimiento mientras se llevaba el vaso a los labios y tomaba un buen sorbo.

Draco tragó saliva, arrugando un poco la cara y riendo, haciendo que el ministro se riera con él.

Hermione puso los ojos en blanco. Hombres...

--- Bueno ¿verdad? --- preguntó el ministro, todavía riendo entre dientes ante la reacción de Draco a la bebida.

Draco se aclaró la garganta, bajó el vaso a su regazo y lo apoyó en su muslo --- Muy bueno el whisky, pero definitivamente no esperaba que fuera tan fuerte --- se río, pasando su otra mano por su cabello rubio platino.

--- Uno de mis mejores whisky's. Solo para ocasiones especiales --- anunció el ministro, lanzándole una mirada civilizada. Hermione se quedó en silencio. No importa la edad, los chicos serán chicos, pensó para sí misma.

Mientras los dos charlaban entre ellos, Hermione se encontró inspeccionando la habitación, observando todos y cada uno de los pequeños aspectos.

La oficina del ministro estaba pintada con una hermosa variedad de colores café, desde moka hasta Frappuccino. Los tonos terrosos se mezclaron maravillosamente, dándole a Hermione una sensación hogareña.