Pepe Le Pew: La era de la cancelación ❌

【❌】Cap 11: La cancelación final

General Cancélator: Este era el momento que anhelamos. Este es un avance para dominar todo el internet con el arma cibernética fundamental, la cultura de la cancelación.

Ekrerk se quedó quieto tratando de tranquilizarse, para usar su arma en el momento justo. Algunos cancélators fueron a cuidar a los Looney Tunes en el bloque D. En el bloque D, los Looney Tunes estaban tristes y sintieron que les quitaron una parte de su espíritu con la falta de Pepe Le Pew. El coyote pensó en cómo escapar de las celdas, entonces revisó bajo su cama cosas que podían servirle para salir. Agarró dinamita, bombas, fuegos artificiales. Pero lo que le interesaba era hallar una llave para abrir la puerta y ayudar a los otros. Al fin la encontró. Fue a la puerta para salir, pero algo estaba mal. La llave no encajaba con la cerradura. Así que a la fuerza intentaba meter la llave, pero no funcionaba. Se cansó de tanto forcejear con la llave, se iba a sentar en la cama, pero sin querer presionó un botón de un control remoto, que activó las bombas que estaban en su celda. El coyote se asustó y no esperó en prepararse para la gran explosión. Los cancélators que los iban a cuidar, apenas entraron al cuarto de las celdas. Y en un instante, la celda se llenó de fuego y humo, la puerta salió volando hacia los cancélators, acabando en el piso inconscientes por la gran explosión, más el golpe con la puerta.

Los Looney Tunes se sobresaltaron con la explosión, vieron que la celda del coyote quedó destrozada, salió el coyote todo chamuscado y quemado, actuando como si abriera la puerta con la llave correcta. La dejó caer, se desplomó y después se repuso. Bugs y los otros pidieron auxilio del coyote. Wile actuó veloz para liberar a uno por uno. Mientras en la sala de control, los cancélators miraban por la ventana que no hubiera nada. Ya habían reparado el radar que cuando lo revisaron, se asombraron. Detectaron muchas anomalías alrededor del área de la asociación.

Cancélator 1: ¿Qué carajos?

Cancélator 2: ¡No, no, NOOO!

Cancélator 3: A-a-activen los escudos de defensa, ¡ahora!

Cancélator 2: ¡Preparen todo, y ataquen!

Los Looney Tunes huían, iban al Bloque C para buscar a Speedy Gonzales y soltar a los otros que estaban ahí. El cuarto X donde tenían a Pepe al borde de su exterminio. Corrían a toda prisa hacia territorio ignoto. Pero de pronto se encontraron con un bot cancélator y cancélators de élite. Los Looney Tunes decidieron no escapar esta vez, decidieron enfrentarlos, como siempre lo han hecho. Bugs y los otros se echaron encima de los bots. Pero los bots cancélators anticiparon cada uno de sus movimientos, esquivando y golpeando a cada uno. Tirándolos al suelo o sujetarlos. Pero no todos se rendían, llegó Abuelita con un palo y le dio en la cabeza a un bot. Un androide localizó a Penélope, corrió hacia ella. Penélope se percató del robot, saltó apenas cuando el robot extendió su brazo para atraparla. Ella se fue sobre el robot y con su rabia, le pegaba al robot en la cabeza. El bot logró quitarse a Penélope mandándola contra la pared. El bot agarró a Penélope, pero antes de que le hiciera algo, el brazo del robot se oxidó muy rápido y se rompió, era la magia de la Bruja Hazel.

Los cancélators guerreros hacían de todo para capturar, aunque sea un Looney Tune. Pero con las mordidas de Taz, los tiros de Marvin, el boxeo con Gallo Claudio, Silvestre pasando por encima de todos tratando de comerse a Piolín, los duelos de Sam y Elmer con sus armas, los artefactos extraños de ACME que usaba el coyote, era casi imposible darles pelea. En una ocasión, Penélope vio el pasillo libre. Ella aprovechó para ir hacia el lugar donde tenían a Pepe. Ella quiso esperar a los otros, pero Bugs le dijo que se adelantara, le iba a dar más tiempo para hallar el cuarto X. Penélope huyó cuando miró un plano de la asociación en una pared, se ubicó dónde estaba y vio el cuarto X. Con el camino memorizado no perdió tiempo y siguió. Cuando llegó al pasillo donde estaba el cuarto, vio que estaba custodiado no por uno, ni dos. Diez cancélators guerrilleros protegiendo la entrada. Penélope caminó con el coraje de darle la cara a los grandes soldados, pero no resultó como lo esperaba. Uno de los cancélators vio a la gata negra furiosa acercándose poco a poco.