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All Eyes on Me (Please) (R-18)

A Joo Heon le dolían las rodillas de estar arrodillado en el suelo durante tanto rato. Tenía ganas de levantarse, pero algo le decía que no era una opción.

Y no porque nadie le estuviera obligando. O porque deseara que alguien le obligara.

No.

Era más profundo que eso.

Tenía la convicción de que, si esperaba lo suficiente, obtendría lo que quería de la persona de quien lo quería.

Delante de él, Min Hyuk le observaba sentado en el sofá, mucho más cómodo de lo que lo estaba Joo Heon de rodillas en el suelo. Min Hyuk no dejaba de mirarle, con una sonrisa infantil y traviesa en los labios. Parecía un adorable perrito pensando en cómo complacer a su dueño, aunque Joo Heon no se sentía como el dueño de nadie en ese momento.

-Abre la boca -le pidió Min Hyuk. A Joo Heon le faltó tiempo para cumplirle el capricho.

Los dientes de Joo Heon estaban adornados con una bonita amalgama de colores que había obligado a Min Hyuk a ampliar la sonrisa. Joo Heon acababa de volver del dentista y ahora llevaba una ortodoncia que cubría todos y cada uno de sus dientes, con gomas de distintos colores creando algo colorido en su boca, y que a Min Hyuk le estaba encantando.

Llevó los dedos a sus labios y deslizó hacia abajo el inferior para verlo bien, para luego meterle los dedos en la boca y estirar hacia los lados sus mejillas por dentro, para poder disfrutar del espectáculo en condiciones. Había algo fascinante en ver a Joo Heon con aparatos para dientes puestos. No sabía qué era, sencillamente esos Brackets le hacían todavía más adorable de lo que de por sí ya parecía con esos ojos pequeños, esa cara redonda con sus mofletes enormes, sus hoyuelos, sus labios gruesos en esa boquita tan pequeña. Daban ganas de achucharle y mimarle a veces, otras veces quería cosas muy distintas.

Empezó a tocar el aparato con los dedos, a repasarlo con las yemas mientras Joo Heon se esforzaba por ser obediente y mantener la boca abierta, aunque le estuviera costando hacerlo.

Min Hyuk le rozó la lengua con los dedos, y Joo Heon abrió todavía más la boca, dejando que ese par de falanges que hasta entonces se entretenían tocando sus dientes y su colorida ortodoncia, ahora se dedicaran más intensamente a mojarse con la saliva de Joo Heon.

Al final Joo Heon no supo resistirlo más y cerró los labios en torno a esos dedos y los lamió, entrecerrando los ojos y haciendo un ruidito que casi sonó como un gemido.

Min Hyuk sintió que se le ponía dura de golpe.

-¿Te gusta? -le preguntó, sintiendo esa lengua húmeda enroscarse en sus dedos y llenarlos de saliva.

Joo Heon asintió, y él metió los dedos un poco más adentro, ganándose otro gemido de parte de Joo Heon.

Entonces fue Min Hyuk el que no pudo más. Le colocó la mano libre en la nuca, y empezó a meter y sacar los dedos que tenía dentro de su boca, hacia dentro y hacia a fuera. Joo Heon apretaba los labios alrededor de ellos y dejaba que Min Hyuk fuera cada vez más brusco con él.

Esos dedos iban tan adentro que a ratos le causaban arcadas, que sus ojitos entrecerrados se habían llenado de lágrimas que ahora empezaban a caer por sus mejillas. Seguía gimiendo mientras Min Hyuk no paraba, con sus dedos llenos de saliva dentro de la boca de Joo Heon.

Luego paró de moverlos. Los dejó hundidos hasta los nudillos en la boca de Joo Heon, y él tuvo que hacer un gran esfuerzo para mantenerlos contra su campanilla, tan largos como eran los dedos de Min Hyuk. Las lágrimas se hicieron más numerosas, pero no hizo gesto alguno que indicara que quisiera apartarse, que quisiera que Min Hyuk retirara esos dos dedos de entre sus labios. De hecho, no quería. Le gustaba sentirlos llenando su boca.