Who do you have in your heart right now? (R-18)

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Wonho, en ropa interior, se dejó caer en el lado izquierdo de la cama como un peso muerto.

Era bastante temprano, y la luz del sol que atravesaba las cortinas era tenue, y fría, en enero como estaban. Todo había estado en silencio hasta que se tiró sobre el colchón de esa manera, y volvió a estarlo una vez el colchón dejó de hacer ruido.

Era una mañana tranquila, tan tranquila que empezaba a ser aburrida.

Wonho no esperaba que sus primeros días libres después de enlistarse fuesen a hacérsele tan largos.

—Estoy empezando a odiar las fiestas —murmuró, con su cara aplastada contra la almohada—. Esto es demasiado aburrido, por Dios. Incluso los gimnasios están cerrados, como si esto fuera una maldita pesadilla.

Shownu, tumbado junto a él con la vista en el techo, se rio, suavemente. Una de las gatas de la madre de Wonho, la de rayas grises cuyo nombre era Yeoreum, como el verano, estaba durmiendo sobre su hombro derecho. Ella movió la cabeza cuando Shownu se rio, y luego se reacomodó, pero no se quitó de allí.

—¿Esa es tu idea de una pesadilla? ¿Que cierren los gimnasios?

Wonho asintió, con la cara aún aplastada contra la almohada.

—Me está dando ansiedad —susurró, como si le avergonzara decirlo en voz alta.

Shownu no contestó, así que Wonho hizo una mueca mientras movía la cabeza para mirarle. Shownu ya le miraba de vuelta, y eso le hizo sentir un poco cohibido.

Más de siete años juntos y, aun así, Shownu seguía encontrando formas de hacerle sentir así, pequeño de una manera que resultaba terriblemente reconfortante, cálida.

—Ven aquí —susurró Shownu, suavemente, estirando su brazo para dejarle espacio y que pudiera usar su hombro como almohada.

Wonho no necesitó que se lo dijera dos veces. Se apresuró a acercarse a él, deslizándose bajo las mantas, y abrazó su cintura desde un lado, mientras se acomodaba sobre su pecho. Su piel desnuda presionando contra la de él, tan cálida, casi hizo que Wonho ronroneara como un gato.

Al verdadero gato en la habitación, sin embargo, no pareció hacerle gracia que Wonho se hubiera acercado tanto. Levantó la cabeza y le miró.

Wonho vio que ella ponía una mala cara, se levantaba, se quitaba de sobre el hombro de Shownu y se bajaba de la cama.

Wonho gimoteó, por pura frustración.

—¿Cómo es posible que te quiera tanto? ¡Esa gata odia a todo el mundo! —farfulló Wonho, quejándose—. Me conoce desde que era una gatita chiquitita, como nuestro Changkyunie. —Ese nombre, mencionado en semejante momento, hizo reír a Shownu—. Llevo viviendo aquí desde hace semanas y he estado viniendo al menos una vez a la semana desde que ella y Bomi comenzaron a vivir aquí, y ni así Yeoreum termina de soportarme. ¡Pero a ti te adora! ¿Qué clase de brujería es esta?

Shownu agarró los brazos de Wonho, para pegarle todavía más contra su cuerpo, y le besó entre las cejas.

—Conejo, no puedes gustarle a todo el mundo.

Wonho marcó su puchero un poco más, mirando a Yeoreum junto la puerta, maullando, esperando a que alguno se levantara y la dejara salir del dormitorio. Agarró los brazos de Shownu, para que él no pudiera siquiera pensar en abandonarle allí para abrirle la puerta.

Esa gata era el diablo. ¿Por qué seguía rechazándole y aun así trataba de robarle a Shownu? Eso no era justo. Incluso si, que Yeoreum le rechazara de esa manera, hacía que Wonho quisiera aún más a esa pequeña criatura.

Syzygy » MONSTA X. One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora