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ERWIN

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ERWIN

Con el paso de los días mi amistad con Della se hizo más y más fuerte. Antes de darme cuenta estábamos juntos en cualquier momento que nos fuera posible. A veces visitaba su casa y solíamos pasar las tardes leyendo o sólo pasando el rato juntos.

Un día, después de la escuela, decidimos visitar un pequeño parque cerca de mi casa. Cuando llegamos me dijo con emoción que tenía algo que mostrarme. Me hizo sostener la bolsa con comida que habíamos preparado ー sólo eran un par de manzanas. ー y con una agilidad sorprendente subió al árbol que se encontraba frente a nosotros.

ー ¡Mira! Desde aquí podría usar el equipo de maniobras. ー Expresaba con una sonrisa ladeada.

ー De hecho chocarías contra el piso. No creo que estés lo suficientemente alto.

ー ¡No arruines mis ilusiones, Erwin! ー Me señaló acusatoriamente con su dedo índice, cosa que me hizo reír.  ー ¿Y encima te ríes? Creí que eramos amigos. ー Esta vez usaba un tono desilusionado, por lo que dejé de reír. Sin embargo, eso no hizo que quitara la sonrisa de mi rostro, pues sabía que no hablaba en serio. Rápidamente cambió su expresión a una de emoción cuando volvió la vista a la rama en la que se había sentado. ー Erwin. ¡Erwin!

ー ¿Qué pasó, Della? ー Bajé el brazo que tenía cerca de mi pecho por atrapar las manzanas y caminé para estar un poco más cerca de la pelirroja. Señaló la rama entusiasmada.

ー ¡Hay un nido. Erwin! ー Empezó a sacudir sus piernas con emoción, pues éstas se encontraban a cada lado de la rama. Sonreí divertido por la actitud de mi amiga, hasta que vi algo en su pantorrilla. Gracias a sus bruscos movimientos, la falda que solía usar se había desacomodado un poco, dejándome ver lo que parecía ser un moretón. Me parecía raro, pues no había visto que Della se lastimara con algo estando conmigo. Decidí no comentar nada al respecto en ese momento.

Della no tardó en bajarse del árbol, aún con esa característica sonrisa en su rostro. Caminamos hasta una banca cercana y nos sentamos uno al lado del otro. La de ojos verdes sacó su parte de la merienda y empezó a comer mientras miraba a las otras personas que pasaban cerca de nuestro asiento. Aunque el silencio no era incómodo, el tema de su misterioso moretón me tenía un poco inquieto.

ー Ya dime, Erwin. ー Habló volteando a mirarme para luego morder la fruta que tenía en su mano.

ー Bueno... ー No sabía si la pregunta podría molestarla o incomodarle, pero no podía guardármelo. No iba a negar que me preocupaba. ー Cuando estabas en el árbol vi un moretón en tu pantorrilla, ¿cómo te lo hiciste? ー Mi pregunta pareció sorprenderla. Alejó el fruto de su rostro y con su mano libre apretó un poco su falda. Al parecer sí la incomodé.

ー Yo... ー Bajó la mirada, pero luego me miró con una sonrisa nerviosa. La mano que antes apretaba la tela ahora estaba detrás de su cabeza. ー Me golpeé cuanto subía las escaleras de mi casa. ー Tras una risa nerviosa, mordió nuevamente la manzana.

No quería decirme, era más que obvio. No la obligaría, no era quién para hacerlo. Sólo esperaba que la verdad detrás de ese golpe no fuera grave.

Unos días después de lo ocurrido en el parque, Della me dijo que su padre había enfermado gravemente

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Unos días después de lo ocurrido en el parque, Della me dijo que su padre había enfermado gravemente. Se le veía algo decaída, pero eso no evitaba que sonriera.

Durante las semanas siguientes vi aparecer en la piel de mi amiga más moretones similares al que vi por primera vez. Las dos primeras veces que le pregunté evadió la pregunta con cambios de tema o respuestas simples. Insistía en que eran accidentes. No seguí insistiendo, pero sabía que algo andaba mal con ella y los misteriosos hematomas que aumentaban constantemente.

El padre de Della finalmente murió, pues siempre se negó rotundamente a recibir el tratamiento que podría haber salvado su vida

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El padre de Della finalmente murió, pues siempre se negó rotundamente a recibir el tratamiento que podría haber salvado su vida.

Ese día y los siguientes tres no vi a la pelirroja. No fue a la escuela, por lo que preferí darle su espacio. Cuando necesitara o quisiera hablar conmigo, estaría allí para ella al igual que lo estuvo para mí.

Curiosamente, mi amiga dejó de aparecer con sus repentinos moretones después de su regreso a la escuela.

Así que todo este tiempo fue eso... Lamento no haber hecho más, Della. Desde ahora te cuidaré como no lo he podido hacer antes.

 Desde ahora te cuidaré como no lo he podido hacer antes

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Campanas [Erwin Smith x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora