Campanas [Erwin Smith x Oc]

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ERWIN

Durante la madrugada despertó la chica de ojos verdes. Al saber que ya estaba consiente, me tranquilicé hasta el punto en que me quedé dormido en la silla en la que estaba.

A eso de las nueve de la mañana, me despertó una enfermera indicándome que podía pasar a ver a Della. Entré a la habitación intentando quitar cualquier rastro de sueño de mi rostro, pero aquella pelirroja me conocía mejor que cualquiera.

ー Erwin... ー Giró a verme al escuchar el chirrido de la puerta. ー Por favor no me digas que pasaste la noche en una silla. ー Una pequeña sonrisa nerviosa fue su respuesta.

ー ¿Cómo te sientes, Della? ー Caminé hacia ella.

ー Me duele un poco la cabeza, pero nada más. ー Comentó sonriendo levemente. ー ¿Cómo te enteraste de que estaba aquí?

ー Yo... ー No iba a mentirle. ー Te estuve buscando y me encontré con tu madre, así que ella me dijo que estabas aquí. ー Sólo lo resumiría. ー ¿Sabes qué fue lo que pasó? ー Negó suavemente y habló.

ー Sólo perdí las fuerzas y caí. Lo siguiente fue que desperté aquí con una enfermera al lado.

ー Es la primera vez que pasa, ¿no? ー Bajó la mirada a sus inquietas manos, las cuales se encontraban sobre su regazo jugando.

ー No... 

Pasaron aproximadamente tres días en los que no le permitieron a Della salir del hospital. Ella estaba ya en buenas condiciones, pues no había sucedido nada desde que despertó, pero el doctor que la atendió desde el principio insistía en negarle el alta. Seguramente se debía al historial médico de Della. Por lo que me enteré al escuchar una conversación del hombre con la madre de mi amiga, la ojiverde venía más constantemente de lo que creí.

¿Cómo no lo noté?

Al parecer le hicieron unos pocos exámenes, para asegurarse de que no sería más grave de lo aparente.

ー ¿Qué tal va el tema de tus exámenes? ー Esa mañana había ido a visitarla.

ー Por ahora no me han dicho nada. Supongo que no han encontrado nada, pero aún quieren confirmarlo.

Seguimos hablando por casi una hora. Cuando noté la hora, le dije que tenía aque retirarme, pues tenía que ir a la plaza.

Salí de la habitación después de despedirme. Caminé por el corto pasillo hasta que, antes de girar, escuché la voz de la señora Neumann.

ー ¿Qué le pasó a mi hija, doctor?

ー Verá, señora. Al terminar los exámenes hemos notado que su hija tiene una enfermedad que dificulta la absorción de varias vitaminas y minerales. Tengo entendido que el padre de la chica padeció de lo mismo. Afortunadamente la detectamos a tiempo y podemos aplicar un tratamiento para que su cuerpo se recupere adecuadamente y, si todo sale bien, podríamos revertir la enfermedad. Pero tendríamos que actuar ahora, pues este tipo de padecimientos avanza a gran velocidad.

¿Enfermedad?