ERWIN
Pasaron los años y Della continuó siendo la dueña de mi corazón, el pilar de mis victorias y el apoyo tras mis derrotas. Cada vez que dormía ella me acompañaba en mis sueños y cada vez que salía de aquellas imponente murallas protectoras, escuchando las campanas que indicaban nuestra partida, recordaba la sonrisa con la que partió de este mundo.
Siempre sonreías, Della. En serio eres tan bella como el mismo sol.
Ahora, siendo yo el 13° comandante de la Legión de Reconocimiento, sentía que la razón de mi vida era cumplir con el sueño que la pelirroja y yo nos propusimos hace tantos años, además de proteger a la humanidad.
Tal como proclamó la ojiverde, el destino puso a mi lado a los compañeros a quienes les confiaba mi vida.
Nadie pudo ocupar el lugar que mi eterna amada tomó en mi vida. Ni siquiera lo permitiría, pues Della tomó para ella una parte de mi corazón que no estaba dispuesta a compartir.
Finalmente, mi hora de partir con ella llegó. Y como me lo prometí hace tanto tiempo, entregué mi vida por el bien y el futuro de la humanidad. Sabiendo esto y a pesar de no conocer la verdad que por años busqué, me iba satisfecho. Lamentablemente, Levi y Hange tendrían que seguir sin mí, pero son los soldados más fuertes que alguna vez conocí, confiaba ciegamente en ellos y en que cumplirían con sus propias metas.
Segundos después de caer de mi caballo, todo se tornó completamente negro y dejé de sentir cualquier dolor presente en mi cuerpo.
No sabía dónde estaba. Sólo sentía el calor del sol sobre mi piel y el roce de tallos a mi alrededor. No quería abrir los ojos, quería quedarme allí por más tiempo, pero escuché algo que me sorprendió.
ー ¿Erwin? ー El susurro fue casi imperceptible, pero su dulce voz resonó en mi cabeza durante los microsegundos que me tomó levantarme.
Allí, justo frente a mí, estaba la chica de cabellos rojos que tanto anhelé volver a ver. Se encontraba arrodillada a mi lado con las manos sobre su regazo y con su mirada preocupada sobre mí. Sin pensarlo dos veces me lancé a abrazarla. Oculté mi rostro en su cuello cuando escuché una pequeña risa de su parte. Ella se dedicaba a acariciar la parte posterior de mi cabeza y mi espalda. Así pasaron unos minutos hasta que me separé lentamente.
ー ¿Qué pasó? ー Pregunté alarmado.
ー Hola, Della, tiempo sin verte, qué linda estás. Sí gracias, también te extrañé, Erwin. Te has puesto guapo. ー Hablaba moviendo las manos para luego mirarme neutral. ー No sé cómo te lo tomes, pero... ー Hizo una pausa, aparentemente, para buscar las palabras adecuadas. ー Estás muerto.
¿Muerto?
ー Sí, muerto. ー Al parecer pensé en voz alta. Me quedé en silencio unos segundos antes de continuar.
ー ¿Dónde estamos?
ー No lo sé. ー ¿Qué? ー Sólo sé que no es el paraíso, pero tampoco el infierno ni nada así.
Hablamos de distintas cosas. Parecía que los años no habían pasado entre nosotros. A pesar de todo, seguíamos siendo los niños que compartían galletas bajo los árboles de nuestro parque favorito. Pudieron haber pasado cortos minutos o largas horas, pero poco me importaba mientras ella estuviera a mi lado.
Caminamos por el lugar hasta llegar al pie de un gran árbol. Tomamos asiento allí y nos quedamos en un cómodo y agradable silencio.
ー ¿Sabes, Erwin? ー Giré a verla dispuesto a prestarle mi atención. ー Una vez le pregunté a mamá qué habría después de la muerte. Recuerdo que decía que, tal vez, habría un gran y hermoso castillo con muros tan fuertes que nadie podría hacerte ningún daño si vivías dentro. Ahora no creo que exista. ー Tomó mi mano y me miró de vuelta con una bella sonrisa. ー Pero, ¿Edificarías junto a mí nuestro propio palacio?
Su pregunta me tomó por sorpresa, pero pronto me recuperé y sonreí también. Acerqué su mano a mis labios para darle un suave beso a sus nudillos.
ー Por supuesto, mi hermosa pelirroja. ー Con su otra mano acarició mi mejilla.
ー Entonces me complace anunciar que seremos reyes de nuestro propio paraíso, mi amado rubio. ー Acercó mi rostro al suyo y, finalmente, besó mis labios con delicadeza y decisión al mismo tiempo. Sin dudarlo correspondí a su muestra de afecto.
Definitivamente esta mujer fue lo más hermoso que me pasó en vida y lo más inefable que pude haber encontrado después de la muerte.
Nos encargaríamos de que nuestro camino juntos fuera sempiterno.
↜ FIN ↝
N/A:
Wow.
Me tomó poco más de un día hacer esto...
Espero que les haya gustado a pesar de lo corta que fue. Espero haber transmitido adecuadamente los sentimientos que me generó escribir esta pequeña historia.
Sin más que decir, les agradezco por llegar hasta aquí.
Bai. ♡
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Campanas [Erwin Smith x Oc]
Fanfiction"𝘊𝘢𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘳𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘳𝘰𝘫𝘢𝘴, 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰𝘴𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘰𝘴 𝘩𝘪𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘣𝘳𝘦. 𝘈𝘮𝘰𝘳, 𝘵𝘳á𝘦𝘭𝘰𝘴 𝘢 𝘮í. 𝘚𝘪 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘮𝘱𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘯𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰, 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳á𝘴 𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰" ≿----- ❈ ...