No Estoy Seguro... ¿O Sí?

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Varios de la clase miraron como Yuko caminaba hasta la sala y se sentaba en uno de los sofás, mirando la puerta principal de los dormitorios mientras esperaba a su hermano.

--- ¿Por qué no preparas un pastel, Sato? A los niños les gusta mucho.--- el castaño asintió ante las palabras de Uraraka, siendo Eri la primera que fue con la rubia.
--- ¿Qué haces?--- preguntó subiéndose al sofá como la menor.

--- Espero a mi hermano.--- pronunció con una sonrisa, al instante, ambas niñas estaban platicando sobre series animadas y películas, lo que le dio tiempo a Rikido de hacer un pastel con nuez para su clase y que así, el ambiente tenso se fuera por unos momentos.

--- ¡Una vez mi hermano de vistió de Sailor Moon conmigo! ¡Fue muy divertido!--- exclamó Yuko moviendo sus manos de arriba a abajo, emocionada.
--- ¿Que es Sailor Moon?--- cuestionó la peliceleste.

--- Es una serie, podemos verla en cuando Suki regrese.--- varios se sentaron alrededor de las niñas esperando ser parte de su conversación.
--- Sería divertido.--- pronto, todo el salón estaba platicando entre ellos de forma tranquila, disfrutando del suave aroma de pastel recién hecho.

--- ¡Esta listo! Vengan por una rebanada.--- exclamó el castaño con una sonrisa, todos fueron hacia su compañero excepto las menores con tal de seguir hablando.

--- Toma Eri, te traje una.--- Uraraka le dio un pedazo de postre a la niña, volviendo a la mesa para darle una a la otra.

Yuko miro el pastel unos segundos antes de hablarle a Ochako.

--- Uhm, disculpa, ¿De que-

--- ¡Oh, claro, una cuchara!--- interrumpió la contraria, pero Tsuyu llegó con ambos utensilios de la nada, dedicándole una sonrisa s su amiga.
--- ¡Gracias, Tsu-Chan! Toma, ahora puedes comer, ¡Te va a encantar!---

--- Si, pero de qué-

La chica se fue antes de que pudiera terminar su pregunta, así que camino hacia otra persona que era bastante conocida y a la vez no.

--- Uh, hola, yo quería-

--- ¡Todoroki, ven, Kaminari volvió a incendiar la cocina!--- el bicolor le dio una sonrisa leve y la dejó con las palabras en la boca.

Así que camino hasta otra persona, y otra, y otra, pero todos parecían tener otras cosas más importantes que hacer, no era tan extraño este sentimiento, vivió mucho tiempo con sus padres después de todo, por lo que se quedó con la duda, en especial porque el pastel se vía demasiado apetitoso, no sabía cuánto iba a poder resistir.

--- ¿Por qué no has comido de tu pastel? Sato lo hizo con mucho amor, anda, prueba un poco.--- hablo Hagakure tomando su cuchara y partiendo un pedazo del comestible para después dárselo en la boca, por lo que Yuko no pudo negarse.

Vaya, estaba rico, tal vez no debía preocuparse tanto.

Vaya, estaba rico, tal vez no debía preocuparse tanto

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Mi Hermanito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora