Mi Hermanito.

Malas Noticias.

P a s a d o.

Lidiar con la familia es algo que Katsuki sabía a hacer incluso con los ojos cerrados, y no es como si pudiera hacer algo más que solo recibir los golpes que su vieja le daba.

Pero esta vez era diferente.

--- ¿¡Por qué hiciste eso?! ¡Sabes que tú currículum tiene que estar limpio para entrar a la UA, no aceptan villanos en su maldita escuela, madura de una vez!--- grito su madre, golpeando su cabeza y por ardor que sintió, dedujo que era la mano donde tenía su anillo estúpido.

Verán, algunas veces su vieja puede insoportable y las demás detestable, no hay un intermedio, al menos no que el recuerde, su familia siempre ha sido violenta.

Lo peor de todo es que ya ni siquiera sentía los golpes.

Tan solo estaba en el suelo con su espalda arriba, soportando su peso con sus piernas y brazos, de está forma la mayoría de los impactos eran en su cuerpo y no en su rostro, era un dolor en el culo tener que ocultar los moretones debajo de maquillaje después de las palizas.

Y se preguntarán, ¿Que sucedió?

Simple: Nada.

O al menos nada importante, solo sacó una mala nota en su exámen de álgebra y, según su madre, no lo dejarían entrar a la UA por ser un idiota, quien sabe de dónde habrá sacado lo de ser villano, ¿Tal vez Deku vino de nuevo a la casa a quejarse? Como sea, no le importa.

Sus oídos estaban zumando, tan solo podía saber que no estaba muerto, aún.

--- Joder...--- gruñó una vez que su madre decidió pelear con Masaru también, dejándolo en el suelo.

Con cuidado, se levantó para dar a conocer el pequeño cuerpo de su hermana, quien se aferraba a su camisa con fuerza a pesar de tener solo unos meses de nacida.

--- Bien Yuko, ugh, vayamos a otro lugar.--- seguido de esto, se levantó de dónde estaba con pasos temblorosos, pero sus brazos sostenían con fuerza el cuerpo de su hermana.

--- ¡¡KATSUKI!! ¡NI SE TE OCURRA HUIR OTRA VEZ-

Malas noticias, ya lo hizo.

Era enfermo como su madre lo obligaba a sobrepasar sus propios límites para sobrevivir, no había ni un solo día en donde no tuviera que romper sus ideales para ser héroe con tal de que su madre no se enoje con él de está forma.

¿Honestidad? A la mierda si su madre le pregunta algo que sabe que la hará enojar.

¿Dignidad? Jodete, prefiere guardar silencio.

¿Valentía? Huir es mejor que arriesgar a su hermana.

A veces se pregunta que dirían los héroes si algún día se enteran de está mierda, está seguro que no ayudarían, por algo su maestro decidió guardar silencio ese día, no lo merece, y de alguna forma había arratrsado a su inocente a hermana con él, por eso aceptaba los golpes no importaba que tan fuertes fueran.

Lo que sea para que su hermana no sufriera tanto como él.

--- Maldición.--- se quejó cuando casi se cae gracias a una estúpida roca en el camino.

Tenía que descansar.

--- Todo estará bien...--- se dijo a si mismo, tratando de convencerse de que todo iba a salir bien aún cuando tenía un miedo indescriptible hacia el simple pensamiento de que sus padres lo hayan seguido.
--- ¿Te gustaría ir con la señorita Sayuri, mhm?--- la rubia se removió en sus brazos antes de encontrar un lugar cómodo, abrazando su cuello y restregando su mejilla con la de Katsuki, la verdad es que a ella no le importaba nada siempre y cuando tuviera su calentador personal a la mano.