Un ligero cambio

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Senku había ganado la batalla por el título de jefe para la aldea, posteriormente tomó la mano de Ruri para adueñarse de todo y tener la mano de obra a su disposición. Sin embargo, faltaba ganarse la confianza de los aldeanos, y para ello, necesitaba apoderarse del vinagre y otros ingredientes esenciales para completar una cura que salvaría la vida de su "esposa", Ruri, quien sufría de neumonía. Antes de que pudiera retirarse, varios aldeanos se acercaron con la intención de celebrar su nombramiento como jefe de la aldea.

—¡Felicidades, por el nuevo Jefe de la Aldea! —exclamó uno de ellos.

—¡Debemos celebrar tu victoria! —agregó otro.

Senku, ansioso por completar la cura, rechazó la idea de una celebración.

—Lo siento, pero no hay tiempo para eso. Necesito el vinagre y otros ingredientes de inmediato.

Senku tenía que realizar la cura inmediatamente por lo cual negó celebrar su nuevo puesto, pero cansado de la insistencia de estos estuvo a punto de pedir el divorcio de Ruri para evitar la celebración.

--¡Déjenlo en paz!-- se acercó Kohaku con una aura amenazante.

--¡Debe celebrar con nosotros! ¡Es tradición de la aldea...—insistió uno de los aldeanos, pero Kohaku empujó a uno de ellos, infundiendo miedo en los demás.

—Una vez que termine esto podrán celebrar lo que quieran —comentó Senku un poco molesto, luego dirigió su vista a los tarros de vinagre—. ¡Bien, Kaseki! ¡Llevemos esto, no hay tiempo!

Se fueron llevando el material al reino científico acompañado de Kohaku.

— Creo que a Chrome no le gustará nada de esto —pensó Ruri, quien veía a su amor platónico tendido en el suelo—. ¿Qué se supone que debería hacer? Estoy casada con él y... ¡Cof!.. ¡Cof!..

—¡Hija! —gritó su padre, que inmediatamente fue a atenderla.

— Papá.. —Ruri comenzó a sentirse mal de nuevo y cayó desmayada.

—Ginro y Kinro, vengan a ayudarme... —gritó eufórico el antiguo jefe de la aldea.

Los guardianes de la aldea cargaron a Ruri hasta su choza. Poco a poco, la sacerdotisa estaba mejor, aunque sus ataques de tos eran cada vez peores.(Kinro hizo todo el trabajo ya que Ginro solo se dedicaba apoyar  a su hermano moralmente). Poco a poco la sacerdotisa estaba mejor aún así su ataques de tos eran cada vez peores.

Por otra parte, su padre estaba enojado porque Senku había abandonado a su hija y también porque era un forastero. Pronto organizó a un grupo de sus fieles ayudantes para lidiar con Senku, pero Kinro se dio cuenta y fue a hablar directamente con él.

— Disculpe, pero creo que no debería organizar esto...

— ¡¿Qué se supone que haces tú?! —dijo Kokuyo, golpeando al aire—. ¡Tú permites que un forastero como él esté libre por los alrededores de nuestra aldea, además te alías con él!

— Senku no es la persona que usted cree —comentó Kinro, tratando de suavizar el ambiente—. Él, en estos momentos, está trabajando en algo para salvar a la sacerdotisa...

— ¡Imposible! ¡Él se largó de la aldea!

— Por la misma razón que le dije... Por favor, confíe en él, no ganaremos nada peleando. Solo hará que su hija se preocupe más por usted...

Kokuyo reflexionó durante un momento: "dejar que el forastero intenté curar a su hija" . Nada había funcionado hasta ahora, ni el mejor "brujo" de la aldea sabía lo que padecía de su amada hija. Solo le restaba a que él hiciera algo al respecto, su otra hija confiaba en él por alguna razón.

Ridículamente absurdo el amor [SenKu x Kohaku] o [Senku x Ruri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora