Ridículamente absurdo el amor [SenKu x Kohaku] o [Senku x Ruri]

¡Happy Birthday!

Gen Asagiri caminaba por los alrededores de la aldea, con una expresión pensativa en su rostro. Observaba cómo la gente trabajaba con ahínco en sus labores bajo el frío abrazo del invierno. Aunque la temporada navideña estaba a punto de llegar, la mente inquieta de Gen estaba maquinando algo diferente.

—Pese a la temporada navideña, nuestro líder no para de sobreexplotarnos —murmuraba Gen para sí mismo, sus ojos observando a los aldeanos trabajar—. Pero hay que admitir que ha hecho mucho por nosotros. Supongo que todos podríamos colaborar con lo que tengo en mente, jeje...

Con una mirada de complicidad, Gen se dirigió de regreso al reino científico. Había decidido hablar con Ruri sobre un asunto que seguramente le agradaría a ella: el cumpleaños de Senku, su esposo.

Al encontrar a Ruri ocupada con algunas tareas, Gen se acercó con una sonrisa amistosa en el rostro. Sabía que esta noticia sería una grata sorpresa para ella, y posiblemente para muchos otros en la aldea.

—Ruri, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó Gen con cortesía, captando la atención de la sacerdotisa.

Ruri levantó la mirada, sorprendida por la inusual solicitud de Gen. Sin embargo, asintió con curiosidad y le indicó que continuara.

—Se acerca el cumpleaños de Senku —comenzó Gen con entusiasmo—. Y he pensado que deberíamos organizar algo especial para él. Después de todo, su dedicación y liderazgo han sido fundamentales para el progreso de la aldea. Y alguien como tú estaría entusiasmada en darle algún presente a su querido esposo.

Una chispa de emoción iluminó los ojos de Ruri al escuchar las palabras de Gen. El reconocimiento al incansable trabajo de su esposo resonaba profundamente en su corazón, y ella estaba más que dispuesta a colaborar en cualquier iniciativa para celebrarlo.

—¡Por supuesto! Sería maravilloso organizar una celebración para Senku —respondió Ruri con entusiasmo, sintiendo cómo un cálido sentimiento de amor la llenaba por completo—. ¿Tienes alguna idea en mente?

Gen asintió con satisfacción al ver la respuesta entusiasta de Ruri.

—¡Oh, sí! Tengo algunas ideas interesantes —respondió Gen, con una sonrisa traviesa—. Pero primero, necesitaré la ayuda de algunos voluntarios para poner en marcha nuestro plan.

Gen y Ruri se sentaron junto a una fogata, el crepitar de la madera resonando en el aire frío, mientras la nieve caía suavemente a su alrededor. Los otros aldeanos se movían a su alrededor, algunos cargando materiales para las construcciones, otros preparando alimentos, todos envueltos en sus tareas cotidianas para la construcción del teléfono.

—Entonces, Ruri, mi plan es simple pero ambicioso —comenzó Gen, frotándose las manos para calentarse—. Quiero que construyamos un telescopio para Senku.

Ruri frunció el ceño, claramente confusa.

—Gen, ¿qué es un telescopio?

Gen sonrió, anticipando esta pregunta.

—Ah, claro, claro. Un telescopio es un aparato que nos permite ver cosas muy lejanas, como las estrellas en el cielo, más de cerca. Piensa en ello como un tubo que hace que las cosas pequeñas y distantes se vean grandes y cercanas— explico tratando de sonar lo mas entendible posible.

Ruri lo miró con escepticismo.

—¿Un tubo mágico? ¿Cómo es eso posible?— dijo aún mas confundida.

—Bueno, no es exactamente mágico, pero así es como funciona la ciencia. —Gen se rió suavemente—. Imagínatelo como mirar a través de un cristal que hace que las cosas pequeñas se vean grandes.