➷Extra 2➹

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25 de Octubre del 2021.
Seúl, Corea del Sur.

Sonriendo ampliamente abrí poco a poco mis ojos dándome cuenta que ya había amanecido, busque a mi pequeña fuente de calor pero no se encontraba junto a mí. De un salto salí de la cama yendo a revisar el baño donde claramente mi omega no estaba, salí de la habitación para dirigirme hacia la habitación de los cachorritos pero tampoco estaban ahí.

Frunciendo el ceño bajé las escaleras para así dirigirme hacia la cocina donde pude encontrar con mi hermosa fuente de calor y con nuestros pequeños cachorritos, Taehyung estaba preparando el desayuno mientras que nuestros pequeños estaban gateando a su alrededor mientras soltaban pequeños grititos y risitas, sin dejar que me vieran me escondí para saber que tramaban los tres.

—Muy bien mis galletitas —sonreí ante su apodo— Vamos a despertar a papá Koo, debemos apresurarnos.

Pude ver a mi omega distraído cargando a nuestros pequeños cachorritos por lo que apresuradamente pero sin hacer ruido corrí hacia nuestra habitación y así volverme a meter a la cama donde me tuve que hacer el dormido; cosa que no fue difícil de interpretar.
Escuché las pequeñas risitas y balbuceos acercarse a la habitación por lo que tuve que contenerme una tierna sonrisa, la puerta se abrió y los pasos poco a poco se acercaron hasta la cama.

—Papá Koo es muy feo cuando esta dormido —dijo mi omega y nuestros pequeños rieron.

Me contuve para no abrir los ojos y comenzar una guerra de cosquillas, ¿cómo se atrevía a llamarme feo? Yo soy un monumento a la belleza de los alfas, lo que pasa es que ellos no saben apreciar mi belleza.
Al salir de mis pensamientos pude sentir como pequeñas manitos tocaban mi rostro y parte de mi pecho, mi corazón se sintió cálido y mi lobo aulló fuertemente al saber que los pequeños eran quienes me tocaban, pronto abrí mis ojos al sentir como mi rostro era llenado de besos, bueno, para ser más claros mi rostro estaba siendo llenado de baba por parte de mis cachorritos pero cuentan como besos así que los dejo pasar.

—Buenos días, florecitas —dije sonriendo mientras apapachaba a mis pequeños.

—Buenos días, señor Jeon —dijo mi omega mientras dejaba un besito en mis labios.

—Buenos días, señor Kim —sonreí devolviendo el beso pero esta vez mucho largo, claro que un pequeño grito nos logró separar— Pequeño panquecito debes dejarme besar a papá omega.

Una pequeña risita se escuchó en la habitación mientras que dos manitos estiraban mi labio inferior para luego soltarlo, mi ceño se frunció al recordar lo que minutos atrás mi omega había dicho.

—¿Por qué me has dicho feo? —dije mirándolo— Acaso no te das cuenta que tienes un monumento como alfa.

—No he dicho eso, además ¿cómo me escuchaste? Se supone que estabas dormido, señor monumento —dijo estirando una de mis mejillas.

—Yo tengo la capacidad de poder escuchar mientras duermo, es uno de mis tantos talentos —sonreí mirándolo.

—Al parecer ha vuelto el alfa que conocí hace años tras en el Instituto, ese alfa que le gustaba halagarse a sí mismo —dijo sonriendo— Eso es de mala educación.

—Pues lo seguiré haciendo por siempre, omega —sonreí golpeando suavemente su frente.

Una sonrisa surcó mis labios para así comenzar un pequeño beso que pudimos mantener hasta que dos pequeños gritos se escucharon el la habitación, al parecer alguien necesitaban de nuestra total atención.

➹ 𝐓𝐡𝐞 𝐭𝐫𝐮𝐭𝐡 𝐮𝐧𝐭𝐨𝐥𝐝 ➷ •𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞-𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora