Al fin te encontre #1 [Trilogía sueños compartidos]

III

El no acaba de decir eso...

Resulta que por algún motivo me causó muchísima gracia el nombre "Geus". Y sumando lo nerviosa que me ponía su simple presencia me dio un ataque inexplicable de risa

— ¿¡"GEUS"!? ¿¡QUE CLASE DE APODO ES "GEUS"?! Hice comillas con mis dedos

Noté un color carmesí en sus mejillas. En sus ojos percibí una mirada de vergüenza y de molestia. Supongo que no supo como reaccionar porque me atacó preguntando:

—¡Oye! y tu cómo te llamas? .

Sinceramente me dio igual ya que me parecía que tenía un nombre únicamente lindo, sin embargo odiaba cuando me llamaban Trixana. Era Trix o nada.

—Me llamo Trixana pero puedes llamarme Trix ... Agaché un poco la cabeza 

 ...

—Así que...

...

El silencio ameritaba romper el hielo Qué mejor manera de hacerlo que con un chiste de buena calidad.

—Y... ¿Sabes por qué un astronauta no tiene novia?

—no, ¿por qué?

—Porque necesita su espacio.

No pareció darle mucha gracia, hasta que estalló en risa.

—¿Dónde lo escuchaste?

—En las grabaciones del gobierno. Entrecerré mis ojos y sonreí un poco

Elevó una ceja y esa parte no pareció darle risa

—Es broma, lo escuché en la escuela

—Oh em, bueno...

De por sí el momento era bastante incómodo y lo hacía peor no decir nada así que decidí hablar...

—¿Sabes ? creo que te llamaré Greg suena menos ridículo. 

Que-i-di-o-ta

Hubo confusión en su rostro y me corregí al instante. ¡No es que Geus suene ridículo claro!...

El calor que sentí era insoportable así que ni siquiera me tomé la molestia de pensar lo roja que estaba. Entré en pánico.

...

—¡TENGO QUE IRME!

—¡Oye espera!

Dios me salvó, POR FIN habló.

—¿Si?

—¿Vienes aquí a menudo?

—Bueno no siempre, pero casi todos los días

—Vienes mañana? 

En ese momento me sentí en confianza y me atreví a hablar...

—¿No lo sé, tu vienes?. Elevé una ceja demostrando interés.

-—Tal vez... Sonaba como que ahora jugábamos a los talvez con tono juguetón.

—Ok

—Está bien ... nos vemos mañana

—Bien ...

Iba a regresar por el ducto de la ventilación así que le sugerí entrar y salir por la puerta de madera desgatada, la miró con asco y me dijo:

—¡No voy a tocar esa cosa asquerosa!

—Se nota que te caíste bastante fuerte al piso, y voy a suponer que mañana amanecerás con un chichón horrible; así que deja la elegancia y confórmate con la puerta señor perfecto. Además no está tan mal, ¿qué eres Geus un crítico?.

Me crucé de brazos en pose dominante, levante una ceja y sonreí.

—Bien veo que eres fuerte en tu carácter eso es bueno Trix ... es muy bueno ...

Se alejó lentamente y pensé. ¿¡De dónde rayos salió ese chico!?