Al fin te encontre #1 [Trilogía sueños compartidos]

XVI

 El delicioso aroma del café recién hecho y el humo tibio llegando a mi nariz me hacían sentir aliviada, tranquila. Desde mis quince años no volví a pensar en Greg, mi mayoría de edad resolvió más de un problema en mi vida, con 23 años me tomé la molestia de vivir mi vida lo más relajada posible no iba a permitir otra crisis existencial de tres años.

Empecé a visitar una cafetería que quedaba a unas cuantas cuadras de mi casa, tenía una decoración café y marrón claro, acompañado de un tono crema que quedaba increíble. Un día increíblemente oportuno, mientras tomaba mi café matutino, un chico con el cabello castaño claro con unas lindas líneas rubias se presentó a cantar una linda canción romántica, se trataba de que extrañaba a una chica que lo dejó y esperaba encontrarla para conquistarla en el futuro; me encantó la canción. Era... especial.

Mientras cantaba me miraba seguidas veces con ojos brillantes y una linda sonrisa torcida. Terminó de cantar la canción y empezó a acercarse a mi mesa, le hizo una seña a la mesera para que se acercara y le pidió dos tazas de café, no entendía que quería pero, no me iba a negar a una taza de café invitada por un apuesto chico semi-rubio. La mesera trajo las dos tazas y puso una frente a mí con delicadeza, fruncí el ceño mirando con confusión al apuesto chico, le dió un sorbo a su café, hizo una pausa, extendió su mano y habló:

-Chico: Gregorio, Gregorio Prescott

Un recuerdo hizo una puntada en mi mente haciendo que me pusiera alerta a cualquier cosa que dijera, tardé mucho en tomar su mano así que reaccioné rápidamente:

-Trix: Trixana Anderson, mucho gust─

Besó mi mano con una sonrisa en sus labios y habló:

-Gregorio: Entonces Trixana, ¿qué te gusta hacer?

-Trix: Oh bueno, me gusta mucho pasear por el parque y venir aquí, es el mejor café del estado.

-Gregorio: Tienes razón, mi hermana es la dueña del lugar y tiene gustos sofisticados así que nunca se permitiría servir un café que no sea delicioso, tu sabes, hermanas.

-Trix: Hice un bufo y asentí. Bueno ya basta de mí, cuéntame de ti Gregorio, ¿dónde vives?.

-Gregorio: Oh bueno viví en argentina 3 años, luego me mudé a Puerto Rico y hace 11 años me mudé aquí.

Repetía cada palabra en mi mente, textualmente la misma línea de mi sueño, cuando terminó de hablar me preguntó exactamente lo mismo pero no respondí, me quedé pensando en lo que acababa de decir y chasqueó sus dedos para llamar mi atención, mi respuesta fue mover rápidamente mi cabeza para mirar esos ojos eléctricamente azules. Algo en su mirada me era familiar, esos ojos y... olvidé responderle, carajo. de alguna forma respondí con una pregunta había olvidado que me había preguntado, soy un desastroso error de la naturaleza y... ¡RESPONDELE IMBECIL DEJA DE HALAR CONTIGO MISMA!.

-Trix: La chica de tu canción, ¿quién es?

Su expresión cambió de una alegre a una seria a lo que respondió:

-Gregorio: A los catorce años ─soltó un suspiro─ tuve un extraño sueño en el que conocí a una chica que nunca vi personalmente, solo mantengo su radiante y ─hizo un gruñido mientras decía la ultima palabra─ sexy aspecto, pero... me pareció buen material para la canción, ¿por qué preguntas?

Sentí un agujero negro en mi estómago, tragaba toda mi seguridad. Esto enserio estaba pasando, mis ojos se cristalizaron y sentí un ardor en mi garganta; iba a llorar. Me atreví a preguntar una cosa más:

-Trix: Tu- tu hermana, ¿cómo se, se llama?. ¿Camila?

-Gregorio: Cómo es que tu─

Su expresión demostraba claramente que estaba confundido, asustado, y bastante interesado en que yo continuara de hablar. Uní cada detalle, su cabello, sus ojos, la canción, el nombre de su hermana... Todo encajaba en el rompecabezas de mi búsqueda y por fin lo había logrado, lo había encontrado.

Una lágrima salió de mi ojo derecho resbalando lentamente por mi mejilla. Tanto tiempo buscándolo para encontrarlo de la forma en la que nunca hubiera pensado. Entonces, me atreví a hablar:

-Trix:¿Tienes 25 años verdad?

-Gregorio: Por Dios.

Se tapó la boca con ambas manos y el también soltó una lágrima, la secó rápidamente y su voz era temblorosa, pero aún así, habló:

¿Trix?

María y Jesús , ¿Greg?

¿TRIX?

¿GREG?

 Sus brazos me rodearon y regresé al momento en el que me besó por primera vez en el sótano. 

-Trix: Enserio eres tú. 

Pasé mis manos por sus mejillas y susurré:

Al fin te encontré

-Nota de autora: Lloren, griten, hagan lo que quieran ¡pero somos 500 lectores! la emoción no me cabe en el cuerpo y por lo tanto escribí el capi más largo hasta el momento. Recuerden dejar un comentario, votar y siempre acuérdense que un sueño puede cumplirse, ¿o quizás no?.

¡Lxs amo lectorxs!

¡MUACK!