Prólogo

463 60 9
                                    

Cuanta la leyenda, que en algún lugar existió un rey con grandes ansias de poder. Por milenios saqueo y se adueñó de tierras y de reinos y el Rey de Ghrian se convirtió en el monarca con más tierras de la historia, pero él quería más. Quería el poder de un reino en específico, el reino Ghealach era descrito como un reino mágico, donde existían todo tipo de criaturas mágicas. Ninguno de los habitantes del reino, ni el que fuera de paso, hablaba sobre aquella cosa, por lo que por años se pensó que eran solo especulaciones. Pero aquel rey había visitado aquel reino, y se percató de la devoción que se tenía en algún lugar por la llamada por ellos, la Madre Luna. La luna era capaz de darle algún tipo de poder a sus monarcas y a su pueblo, o al menos eso pensó el rey. Así que un día invadió aquel reino y comenzó la guerra. Por más de 100 años, el mando de la guerra fue traspasado por distintos monarcas que obtenían el titulo y la guerra procedía, llevándose vidas a su paso. Hasta que llego a reinar un rey diferente al reino Ghrian, este era aún más fuerte y despiadado que todos los que habían gobernado antes, dirigía mejor los ejércitos y luchaba con sus soldados, y era temido por muchos soldados ghealachnses. Las consecuencias de ello era que el reino Ghealach comenzó a debilitarse y a perder la guerra poco a poco y solo quedo esperar lo peor. Pero una tragedia ocurrió, la reina de Ghrian enfermó de repente, una enfermedad incurable y la hacía acercarse a la muerte todos los días un poco más, así que el Rey suplico por ayuda al reino Ghealach y ese accedió, aunque el monarca de Ghrian había causado tragedia a su pueblo ellos nos arrancarían la vida de nadie inocente, así que fue enviada una hechicera a los reinos Ghrian pero esta no hizo el bien. Ella fue ante el rey y le dio términos.

-Tu Reina será curada, pero tendrá que perder algo. Nuestro pueblo a perdido muchos

-Le daré lo que usted me pida sálvela -suplico el rey-

No sabía que había hecho muy mal a no decirle términos a la hechicera, y esa noche la reina estuvo curada, aparentemente. Pero la hechicera en nombre del Monarca de Ghealach desato una maldición sobre el pequeño joven príncipe.

-De su pecho será arrancado el corazón y será encerrado en piedra. No podrá sentir ni padecer, solo habrá ira y rencor en su corazón y nada de pureza en su ser. Dejará de envejecer después de cumplir sus 21 y será maldito por la eternidad. -después de suplicas de parte de la reina y del monarca, la hechicera le dio una esperanza- Nacerá un alma pura, hecha a imagen y semejanza de la misma madre pura, con un poder sanador. Será la única capaz de devolverle la vida a el empedrado corazón. 7 latidos, 7 sentimiento serán necesarios para eliminar el hechizo -

La hechicera desapareció después de ejecutar el conjuro y el rey rompió en colera y para su pesar, no detuvo la guerra, pero nadie supo nunca sobre la maldición. Meses después la reina enfermó nuevamente y murió. El rey perdió la cabeza y murió en unos de sus combates, y el joven príncipe tuvo que tomar el cargo. Y se convirtió en algo más despiadado de lo que en algún momento fue su padre.

En el reino Ghealach no entendían que había pasado, pero siguieron luchando por mantener a su reino con vida. Unos años después, nació una hermosa niña producto del amor de los monarcas de Ghealach. Una gran celebración fu realizada por aquel nacimiento y aquella noticia llego a oídos del rey enemigo.

Un día, las puertas del castillo de Ghrian fueron cerradas y no volvieron a ser abiertas, nadie entraba ni salía del castillo. Los soldados se quedaron en las trincheras y no regresaron al reino. Los pueblerinos dejaron de tener noticias sobre la guerra, aunque se sabía que no había terminado, y el reino se fue apangando y volviendo oscuro. Nadie sabia de su monarca, ni que había sucedido.

Con los años pasando, algunos llenaban sus vidas contrayendo historias falsas sobre su rey, los caminos se llenaron de historias sobre el poderoso rey escondido en el castillo.

Solo que nadie sabia que el rey esperaba con ansias, el día en que aquella alma pura, pudiera salvarlo de su maldición 

7LATIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora