Abrí los ojos desconcertada, y no era por el hecho de que me había desmayado, sino porque no me encontraba en mi casa, ni en mi habitación.
Me encontraba en un cuarto oscuro, una leve luz se filtraba desde una esquina y una gotera que caía desde el techo hacía mi estadía insoportable.
Estaba atada con una cuerda gruesa a una silla, y una mordaza me impedía gritar.
¿Por qué no me taparon los ojos también?- me preguntaba a mi misma.
Y unos segundos después comprendí el porqué.
Recordé la herida en mi pierna, cuando un dolor punzante la atravesó. No estaba segura, pero si mi vista se había adaptado bien a la oscuridad, unos destellos negros flotaban de la herida, como si el mal se proyetara allí mismo.
Rezaba por que las cuerdas esten mal atadas, y poder liberarme. Lo de mi pierna me daba muy mala espina. Tenía que salir ya de aquí.
Oí como unos pasos retumbaban en el techo, así que estaba en un sótano.
Mi imaginación viajaba : Desde secuestro hasta tortura. Y a pesar de no querer admitirlo, me daba mucho terror esta situación.
Las compuertas del sotano se abrieron, y de ahí bajaron cinco personas.
No podía distinguir nada en la oscuridad, sólo unas simples siluetas.
Una luz brillante, muy brillante hizo que cerrara los ojos. Me estaban alumbrando con un especie de linterna gigante.
Y ya no podía abrir mis ojos, parecía cómo si los hubiera adherido a mi piel.
Me estaba debatiendo internamente, algo me forzaba a dejarme ir.
Voces se escuchaban, pero no identificaba las palabras.
y de prontó quedé en blanco.
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Antes de la próxima luna llena
WerewolfHolland puede parecer una chica normal, pero no lo es. Su pasado esconde mucho más de lo que imagina, descubrirá que nunca fue lo que siempre creyó ser.