Capítulo 3

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Salí a paso apresurado de allí, no quería seguir interactuando con el chico de la bebida. Al momento que lo perdí de vista, debido a la gran cantidad de adolescentes que había, una mano me tomó por el brazo y me jaló hacia una habitación que estaba a oscuras.

Intenté gritar , pero su mano ahogó mi grito. Me sacudí, queriendo salir de su agarre, pero lo único que logré fue que este se hiciera más fuerte. Me tiró fuertemente del cabello, y me lanzó a lo que supuse que era una columna, mi cabeza dolía y un líquido espeso caía de esta.

Estaba mareada, y aún no podía distinguir su rostro en la oscuridad. Pero al momento que habló , supe quién era. Chad. ¿Por qué hacía esto?

Se sentó encima mio y comenzó a rajarme el vestido. No, no, no, era lo único en que podía pensar.

Junté mis fuerzas, y como último recurso, di un fuerte grito. Pero no sabía si se iba a escuchar, la música estaba alta, y quizás no había gritado lo suficientemente fuerte. Una cachetada me voló las dudas, ya no podía dejar de llorar.

Su mano asquerosa acariciaba mi cuerpo, y al momento que estas quisieron bajar mis bragas, la puerta se abrió.

--¿Hay alguien aquí?-- Pregunto un joven

La mano de Chad tapó en un instinto mi boca, pateé como pude algo, y este hizo un ruido tremendo.

El joven, que no era nadie más que el chico de la bebida, prendió la luz, y vio la situación en la que me encontraba. Su mirada de asombro se convirtió al instante en una de enojo. Intenté levantarme, taparme con algo, pero solo quedaban trozos de ropa, y mi cabeza me daba vueltas.

El joven se fue directamente a golpear a Chad, que por su grado de alcohol en la sangre ya estaba noqueado en el suelo. Después de corroborar que no se levantara, me vino a auxiliar. Se sacó su camisa y me cubrió con ella .

--¿Puedes levantarte?-- Pregunto con su dulce voz

--No-- Dije como pude

Escuché su lejana voz, diciéndome que me llevaría al hospital.

No tuve tiempo de decirle que no. Lo último que sentí fue como sus brazos me levantaban...

Antes de la próxima luna llenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora