CAPITULO 7

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Mi mente estaba apunto de colapsar.
No sabia que significaba esto ¿acaso se trataba de una secta o algo por el estilo?

Britney miraba su reloj una y otra vez, mientras hablaba con rencor sobre la venganza y lo bien que se sentiría y a su vez dirigia la mirada hacia las escaleras.

Entonces lo vi, un hombre joven, con los ojos tan negros que era prácticamente imposible diferenciar el iris, pero su mirada estaba perdida, en algun extraño lugar del mundo, su cabello al igual que sus ojos era tan negro, un poco desordenado, tenia puesta una chaqueta de piel, unos vaqueros negros ajustados, y unos converse.

Su mirada se cruzo con la mía, y sonrio miticulosamente para después tomar asiento junto a Britney.

-Bueno chicos, el es Mauricio-dijo Britney poniendo sus ojos sobre el- ahora el tomara las riendas del asunto.

Mauricio hizo una mueca con su cara como si quisiera soportar la risa, pero de nuevo su cara se volvió rigida. Pareciera como si quisiera ocultar sus sentimientos.

Nos observo a todos, uno por uno, a algunos les hacia preguntas y afirmaciones acerca de sus padres, era como si este tipo supiera toda la vida, de todos los que estábamos ahí.

De nuevo me encontraba frente a sus ojos negros, pero esta vez, me miraron inaguantablemente y retire mi vista.

-¿tu eres Sonia cierto?-pregunto sin más- ¿La hija de Suarez?

-Si-respondi rápidamente, era como si no quisiera quedar mal, no frente a el.

-¿Que ha pasado con tu familia?, No he tenido mucha información de ustedes.

-Na-nada-tartamude. Estaba nerviosa, y no sabia por qué, solo estaba perdida entre sus ojos y ese especifico olor a madera aromatica.

-Sonia-Solto una risa de suficiencia-No estés nerviosa, no te haré daño. No a ti
- eso último, lo dijo casi en tono de susurro.

Solo asenti con la cabeza y el volvió a dirigirse a tu asiento.

-Bueno chicos-dijo con su semblante en blanco- se que ustedes han sufrido una perdida terrible. Me gustaría ayudarles, me gustaría que trabajaramos juntos para poder vengar las muertes de nuestros seres queridos.

Espera, ¿nuestros seres queridos? ¿También el había perdido a alguien?
Que demonios pasaba aquí.

-Yo no necesito muchos detalles-dijo una morena desde la esquina- yo estoy dentro.

-Yo también- menciono la rubia.

De un momento a otro, todos tomaron la decisión de estar dentro de esto, como sea que llame.
Todas las miradas recayeron sobre mi, Diego que seguía justo a un lado mio, me veía diciendo con la mirada di si.

Mauricio puso su mirada penetrante una vez más sobre mi.

- ¿estas asustada niña?-dijo en tono de burla-creo que esto no es para ti.

Esas palabras hicieron que me hirviera la sangre, como se atreve.
Tome aire y al fin me digne en responder.

-no tengo miedo- trate de sonar lo bastante segura y le mostré una mirada irritada- estoy dentro de esto.

Aunque no me gustaba mucho la idea, sabia que era lo mejor, alguien me acechaba con notas y rosas, comenzaba a darme miedo y ahora me sentiría un poco, mucho más segura.

Todos asintieron y Britney grito al mesero.

-trae Champagne para todos -dijo con una sonrisa enorme- tenemos que celebrar.

La Hija del Sicario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora