Fue una Promesa

Porque tu...

X: Conocerme? lo dudo, por favor le pido que me suelte -dijo la chica sonriendo mientras ocultaba su enojo

Giyu: Tus ojos son iguales a los de... Kocho -el pelinegro no la soltaba de su agarre

X: Debo pensar que esta es una broma? como conocería alguien como tu mi apellido -dijo levantando una ceja

Giyu: Basta, deja de forcejear conmigo y escuchame -dijo Giyu agarrandola de los brazos, la demonio estaba confundida pero necesitaba irse

X: No considero adecuado esto, por favor, te pido que me sueltes -dijo la demonio mirandote molesta

Giyu: Shinobu... -el pilar no pudo reconocerla a pesar de las marcas en su rostro, el notable cambio en su apariencia, no le importaba, la rodeo con sus brazos atrayendola a el en un abrazo suave mientras temblaba

X: Que estas... -la demonio se quedo quieta y en silencio, se preguntaba a si misma ¿quién era el? ¿cómo podía abrazar a un demonio de la nada?

Giyu: Kocho, lo siento, de verdad lo siento por no haberte protegido, todos estos años pensé que tu... -el pilar temblaba mientras sostenía a la demonio en sus brazos

X: Oye, estas temblando... -dijo la demonio confundida, no tenía intenciones de hacerle daño 

Pasaron las minutos, aquella demonio aparto con cuidado a Giyu mientras lo miraba fijamente, aún estaba confundida, pero tenía muchas preguntas y necesitaba encontrar respuesta a ellas.

Shinobu: Amanecerá en algunas horas, no puedo quedarme 

Giyu: Dejame acompañarte 

Shinobu: Acompañarme?... esta bien pero en el camino necesito hacerte varias preguntas -dijo mientras empezaba a caminar, ambos salian del bosque

Giyu: Oye, lo siento si actué raro, han pasado muchas cosas ultimamente

Shinobu: No te disculpes, puedo notar que has estado reprimiendo por mucho tiempo como te sentías, pero a ello, quiero preguntarte, ¿Cómo sabes mi nombre?

Giyu: Tu nombre... bueno, había una chica, era una compañera del cuerpo de cazadores de demonios, te pareces mucho a ella, mismo color de ojos, tu cabello y las puntas moradas que tiene

Shinobu: El cuerpo de cazadores de demonios he? es extraño pero cada vez que me hablan de ello, es como si ubiera pertencido a ellos, la señora Tamayo no me habla mucho sobre ello

Giyu: Tamayo?

Shinobu: Si, así como tu, fue extraño que ella me haya conocido antes, pero no me brindo mucha información

Giyu: Tamayo te reconoció? entonces, ella te contó que eras humana?

Shinobu: Me contó algunas cosas, pero según ella, los recuerdos volverán cuando encuentre algo clave, es algo que comprobé con el paso del tiempo

Giyu: Comprobarlo como?

Shinobu: Te pondre un ejemplo, es como si yo te viera ahora y recordará a un niño de mi infancia, bueno suele pasarme así, yo...

Giyu la miro fijamente al notar que lo que había dicho Shinobu si era un recuerdo de ella, ella al notar la mirada soprendida de el pilar, sintió algo extraño sin saber que decir o hacer, estaba por hablar hasta que el pilar la interrumpio.

Giyu: Shinobu, tu... puedes recordarme? 

Shinobu: Aún no me dices tu nombre -dijo mientras se adetraban a aquel pueblo silencioso

Giyu: Mi nombre es Giyu Tomi... -fue interrumpido por la chica

Shinobu: Tomioka... -dijo la pelinegra inconcientemente observando a Giyu, su rostro se le hacia tan conocido, su cabello negro, sus facciones, hasta la voz que el tenía

La brisa soplaba, ambos se miraban fijamente, Shinobu podía recordar algo de el, pero no del todo, estaba confundida consigo misma, y los sentimientos a el.

Giyu: No te fuerzes, supongo que todo será a su tiempo

Shinobu: A su tiempo... -ambos caminaron hasta un pequeño muro, donde Shinobu con un poco de su sangre pudo desaparecer e ingresar a la pequeña cabaña, cuando ambos entraron no había nadie allí, Shinobu busco viendo en una pequeña hoja, era una nota.

"Te veremos en la mansión Ubuyashiki, recuerda tener mucho cuidado"

Shinobu y Giyu se quedaron dentro de la cabaña hasta que anochezca de nuevo, la tensión entre ellos era palpable, la pelinegra observaba a Giyu, buscando recordar todo sobre el, las horas pasaron y la luna se dejo ver, ella estaba alistandose para poder irse hasta que vio a Giyu en el patio observando la luna.

Shinobu: A donde irás?

Giyu: Nos dirigimos al mismo destino, sería correcto de mi parte acompañarte, si tu me lo permites

Shinobu: Esta bien... -dijo mientras lo seguía hasta que Giyu agarro delicadamente su mano, haciendo que la pelinegra lo mire con sorpresa, mientras ambos caminaban en silencio