Podía oír lo susurros mientras dormía, me incomodaban bastante pero no eran tanto como lo eran como años atrás.
Josié no se había alejado de mí en ningún momento, sus tiernas palabras y caricias me distraían de los molestos susurros.
Las cadenas que mamá me había puesto eran demasiado incómodas pero prefería tenerlas a lastimar a Josié o a alguien más.
Hasta el momento nadie habia entrado a la habitación, supuse que mamá nos quería dar privacidad.
Josié me tenía abrazada a ella mientras me daba suaves caricias en mí cabeza, por una extraña razón esa acción me tranquilizaba. Me acomode varias veces intentando acarciar su rostro pero las cadenas me impedían acomodarme a mí gusto.
-¿Puedes sentarte?- pedí mientras me sentaba en la cama
-¿Para?- me miró confundída mientras lo hacía
Me subí a horcajadas de ella mientras pasaba mis brazos por su cabeza quedando abrazada a ella.
-Te quería abrazar y con las cadenas no podía- dije escondiendo mí rostro en su cuello
-¿Te sientes bien?- me preguntó haciendo caricias en mí espalda
-Ahora que estoy contigo lo estoy- dejé un beso en su cuello, a medida que subía la besaba hasta llegar a sus labios
Josié abrazo mí cintura pegándome más a ella, tome sus labios con los míos y comenzé a moverlos lentamente pero con intensidad, quería mover mis manos y acariciarla cosa que no lograba hacer y Josié si, sentía sus manos pasear por mí espalda hasta llegar a mí trasero, de pronto la puerta se abre de golpe habiéndonos saltar pero no separarnos.
Al ver el rostro totalmente rojo de Josié quitó mis manos de su cuello y me bajo de su regazo, en la puerta estaban mis padres y la madre de Josié
Me quedé quieta obsevando a papá frente a mí, después de 9 años lo tenía frente a mí, la desepcion me infundo al verlo bajar la vista.
Me levanté rápidamente de la cama, Josié hizo lo mismo, instivamente me pare delante de ella, sabía que papá no le haría daño pero aún así no quería arriesgarme.
Demasiados novios había perdido tía Rebekah en manos de mí padre
-¿Crees que le haré daño?- papá pregunto- La pequeña que conocí jamás pensaría eso de mí
Pude notar el dolor en su voz cosa que ignore completamente
-lamento desepcionarte pero la pequeña que conociste no leyó tus memorias... Tu obligaste a Cami Oconnel a escribir tu historia sobre alguien que ponía los miembros de su familia en ataúdes para sacarles ventaja... ¿Que esperas que piense de ti?
Sentía mí enojo crecer cada segundo, un enojo que jamás había sentido o no tan fuerte, sabia que era la magia oscura que tenía dentro mío.
-Hope- oi decir a Josié- No seas dura
-Hope... No juzgues- mamá dijo
-Llamabas, escribías y luego nada por qué- pregunté adelantando un paso
-Sabes por qué- respondió
-No sabía que debía tocar antes de entrar al plano astral... Siento haber interrumpido tu matanza
Todos dejaron de mirarme para mirar a mí padre, mamá lo miraba molesta demasiado molesta.
-Fuiste a buscarme esa noche porque llamar y escribir no era suficiente... Me detuve por tu bien
-No sabes lo que es bueno para mí... Causas revuelo con historias sobre el original loco que mata personas y todos hablan en la escuela y debo ser la callada Hope Marhsall pero estoy tan furiosa que quiero gritar
-PUES BIENVENIDA A LA MALDITA FIESTA
