Historias zorona

Sangre y lluvia

Descripción: Perona se despierta con el sonido de un trueno y el acero, solo para encontrar a cierto espadachín en problemas.
Autor: acesfirefist
Link a la obra original: https://m.fanfiction.net/s/8675458/1/Blood-and-Rain
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El día había sido más cálido de lo habitual, e incluso Perona sabía que eso significaba que las tormentas seguramente surgirían en algún momento. Aunque estaba acostumbrada a los cielos lluviosos de su antiguo hogar, los truenos y los relámpagos siempre eran algo que la aterrorizaba. Eran ruidosos, brillantes y la mantenian despierta toda la noche. Y aunque la tormenta estaba a un par de millas de distancia, ella se encogía con cada golpe; cada "boom" distante, hasta que finalmente salió de la cama con la promesa de una buena taza de té en su mente.

No había dado tres pasos antes de que el fuerte ruido del trueno retumbara a través del castillo, provocando que la pelirrosa se estremeciera al escuchar su sonido. Dos pasos más y hubo otro sonido agregado a la mezcla; acero chocando contra algo. La confundió, ya que tanto Mihawk como Zoro se habían retirado a sus camas hace horas. ¿Estaba imaginando cosas? Parecía provenir de afuera, y a medida que se acercaba más y más a la ventana abierta, se hacía cada vez más fuerte.

Tenía que estar escuchando cosas. Nadie estaba despierto para poder practicar, y si ella conocía a Zoro, él valoraría su tan necesario sueño para estar listo para entrenar por la mañana. Sin embargo, cuando llegó a la ventana, una expresión de sorpresa llenó su rostro. Las pequeñas gotas de lluvia habían comenzado a caer, y ahí fuera, en ellas, estaba el espadachín peliverde. Jadeaba y parecía casi sin aliento. Perona sabía que había sufrido varias heridas graves durante el día, y verlo allí afuera golpeando sus espadas contra el acero de un poste olvidado la molestó bastante.

Todo ese trabajo duro atendiendo sus heridas, y aquí lo iba a arruinar todo ensuciándose y abriéndolas de nuevo. Sus cejas se fruncieron mientras flotaba fuera de la ventana y hacia él. A dos pies de distancia, y ella había comenzado su asalto, "¡Estúpido espadachín! ¿Qué crees que ...?" Se detuvo a mitad de la frase, su corazón dio un vuelco al ver su rostro.

Tenía mucho dolor. Había un corte profundo en su ojo izquierdo; más profundo de lo que Perona había visto nunca, y provocó una expresión de pura preocupación en su rostro.

También fue entonces cuando se dio cuenta de que él no estaba luchando contra un poste, sino contra una criatura de aspecto bastante extraño. Parecía más una sombra que real, pero lo que más la atrapó fue la forma. Porque si él no estuviera junto a ella, podría haber jurado que era el mismo Zoro.

Entonces, ¿estaba... luchando contra sí mismo? ¿Esto era obra de Moriah? No, no puede ser. Ella reconocería su trabajo.

"Quedate atrás." Sus palabras ordenaron, mientras el agarre de sus espadas se apretaba.

Esto enfureció a Perona, y ella hizo un puchero, "¡Idiota! ¡Estás herido, vas a morir si no detienes esto! Solo déjame tra-"

"¡Dije que te quedes atrás!" Fue mucho más contundente que antes, y podría haber jurado que un escalofrío le recorrió la espalda. Estaba siendo estúpido. Si no trataba esa herida pronto, era muy posible que perdiera el ojo, y luego ¡Esa linda cara suya estaría completamente arruinada! A pesar de lo frenética que estaba, prestó atención a sus palabras, observando a los dos luchar hasta que finalmente, la sombra se disipó y Zoro cayó de rodillas.

Sus ojos se agrandaron, la mojada masa de su cabello volando en todas direcciones mientras corría hacia él. Cuando sus rodillas también golpearon el barro, rasgó el precioso vestido en un intento desesperado de presionar la herida y detener la hemorragia. Él le apartó la mano al principio, pero eso solo hizo que ella volviera a acercarse a él. Cuando su mano se colocó sobre su ojo izquierdo, respiró hondo.

Se mordió la lengua, absteniéndose de gritar todavía. Además, la sangre perdida realmente estaba empezando a afectarlo, "¿Qué quieres que haga entonces, eh? ¿Dejar que te mate?"

"... No, pero yo-yo solo ..."

Entonces, una sonrisa se dibujó en sus labios, como si acabara de darse cuenta de algo. "Estabas preocupada."

"¡Yo no estaba preocupada!"

"Yo lo estaba."

"¡Q-que no lo estaba!" Sí, esto era infantil, pero sintió la necesidad de ocultar que, de hecho, estaba muy preocupada por él. A menos que se diera cuenta de que ella realmente se preocupaba por él.

Otra sonrisa, seguida por el roce de uno de sus dedos contra su mejilla fría y húmeda. "Está bien. Yo también estaba preocupado."

La sensación de su piel contra su mejilla le dio un color brillante a su cara, y ella hizo todo lo posible por concentrarse en mantener la presión sobre la herida. "¡T-tú! ..." Tartamudeó mientras su mano se movía desde su mejilla a uno de los mechones húmedos de su cabello, retorciéndolo entre sus dedos. ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿A qué estaba jugando? ¿Por qué de repente le acariciaba la mejilla y jugaba con su cabello mojado? Nada de esto tenía sentido, pero estas cosas no eran nada comparadas con lo que estaba a punto de hacer.

Con un movimiento rápido, tiró de su cintura, tirando de su ropa andrajosa y llevando su cuerpo con ella hasta que su pecho se encontró con el suyo. Luego procedió a envolver sus brazos alrededor de sus antebrazos y tirar de ella para abrazarla.

Ella había dejado caer la ropa por completo, sorprendida por las acciones del hombre. La estaba abrazando, bajo la lluvia, con uno de sus ojos listo para salir. Esto, tenía que ser una de las cosas más extrañas que le habían pasado. No era como si no hubiera pensado en abrazarlo antes, simplemente nunca pensó que sería así. ¿Y eran sus labios contra la parte superior de su cabeza? Ella no estaba muy segura.

"Al menos preocupado por mí."

Y luego lo arruinó por completo. Una risa fuerte salió de sus labios, y sus manos agarraron la camisa en su pecho con ira. Ella lo apartó, con el ceño fruncido en el rostro.

"¡Estúpido! ¡No te voy a curar esa herida!" Comenzó a alejarse, dejando al hombre en el charco de barro, riéndose para sí mismo. Mientras caminaba de regreso al castillo, miró su ropa y cabello empapados. Pensar que había rasgado su vestido y se había mojado solo por su estúpido trasero, solo para que él hiciera un comentario como ese.

Qué grosero, y ella estaba planeando decírselo en el momento en que él regresara… cuando estuviera tratando aquella herida suya.