Historias zorona

Drabbles

Autor: acesfirefist
Link a la obra original: https://m.fanfiction.net/s/8675449/1/Drabbles
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1° Drabble

La mayoría de los días podía tolerarlo. La charla constante y los insultos a su atuendo no eran nada que realmente le molestara tanto. Claro, Perona era molesta a veces, pero era mejor compañía que otras. Sin mencionar que tampoco era tan mala a la vista. Pero combinado con la falta de sueño que había tenido la noche anterior, no podía soportarlo más. Hablaba una y otra vez sobre lo lindo que se vería si pusiera su estúpido animal de peluche en su bolsa. No era tan malo, pero ella lo había estado siguiendo durante casi una hora diciendo esto.

Había tratado de evitarla yendo al bosque, pero solo logró agregar 'Te vas a perder' en la mezcla. Ya había tenido suficiente, y si ignorarla no iba a hacer que ella lo dejara en paz, tomaría una ruta diferente. Girando sobre sus talones, puso un profundo ceño en su rostro, mirando a la mujer flotando sobre él.

"Dios, ¿por qué tienes que seguirme todo el tiempo? Eres tan ..." Ahora sus pensamientos habían sido completamente bloqueados por la ira y la frustración, "¡Molesta! Vuelve a ese estúpido Thriller Bark y déjame solo de una maldita vez! "

Inmediatamente quiso retirarlo todo. La mirada que se había asentado en su hecho fue suficiente para hacer que incluso Mihawk se sintiera mal. Pero antes de que él tuviera la oportunidad de atrapar a la pelirrosa, ella se había adentrado más en el bosque.

Estupendo. Ahora había logrado no solo sentirse insoportablemente cansado, sino también insultar a la única buena compañía en esta isla abandonada por Dios. Pateó la tierra debajo de sus pies, sin estar muy seguro de qué debía hacer exactamente. Por supuesto, lo obvio sería disculparse, pero ¿por qué debería hacerlo? Ella fue la que se dispuso a molestarlo, todo lo que quería hacer era tomar una siesta antes de que su entrenamiento se reanudara por la noche, pero ahora parecía que tenía que ir a buscar a esta estúpida mujer ...

Espera ... ¿dónde estaba? Ninguno de los alrededores le resultaba familiar. Todos los árboles parecían iguales, y la única pista que tenía sobre Perona era el llanto que podía oír a lo lejos. Oh, bueno, eventualmente la encontraría, y seguramente ella sabría el camino de regreso al castillo.

Así que se fue, siguiendo el sonido de sus llantos hasta que finalmente vio una masa de rizos rosados, sentada en un árbol caído, el rímel oscuro en sus ojos corriendo por sus mejillas y haciéndola lucir aún más tonta de lo que ya era. Una ramita se partió debajo de su pie, lo que hizo que se volteara en su dirección.

"¿Qué quieres con una molestia como yo?" Sus palabras le dolieron más de lo que había pensado, y tuvo que apartar la mirada para responder a su pregunta.

Ahora, viendo que ambos eran demasiado tercos para decir un sincero 'lo siento', simplemente dejó escapar un suspiro, "Mira, no eres una molestia. Eres ... realmente, realmente ... habladora, y no estoy acostumbrado a eso, ¿de acuerdo? " Se frotó la nuca y se volvió para mirarla. "Solo deja de intentar que me ponga tu linda ropa y tal vez te deje ponerme ese tonto animal de peluche en mi bolsa".

Ella ya estaba a su lado, un olfateo aparente, "... Está bien. Pero todavía voy a hacerte cosas, y si no quieres ponértelo, no tienes que hacerlo". Cuando terminó, su rostro flotó hacia el de él y le dio un beso en la mejilla. No lo admitiría, pero un pequeño latido de su corazón había ocurrido cuando sus labios se conectaron con la piel y tuvo que tomarse un momento para recuperar el aliento.

"Sí, sí." Y cuando comenzaron a caminar de regreso al castillo, Perona felizmente dejo el animal de peluche en los brazos del peliverde, dando un chillido y un 'Qué lindo ~'.
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2° Drabble

Un año después de su tiempo juntos en el castillo, y Perona podría decir que se había acercado bastante al espadachín más joven (porque Mihawk era tan frío y distante como un bloque de hielo). Pasaba casi todas las noches con él, y esta no era la excepción. Sin embargo, mientras se acostaba junto a él en la comodidad de su cama, descubrió que no podía dormir.

En cambio, repasó la historia que el peliverde le había contado hoy, una sobre una mujer llamada Nami y cómo había superado una gran adversidad en un lugar llamado Arlong Park. Por supuesto que había escuchado a esta mujer antes, pero nunca pensó mucho en ella hasta hoy.

Porque cada vez que Zoro había mencionado a esta mujer en sus palabras, se le formaba un nudo en el estómago. Se sentía enojada sin razón y quería dejar de hacer pucheros. La sonrisa que se aferró a sus labios cuando habló tampoco ayudó. Era como si estuviera enamorado de ella.

¿Qué tenía esta mujer que no tuviera? ¿Era el hecho de que sabía nadar y sabía predecir el clima? O tal vez prefería a las mujeres que no llevaban juguetes de peluche preciados. Fue entonces cuando escuchó lo que más temía en el mundo. Su voz era somnolienta y débil, debido al hecho de que todavía estaba medio dormido.

"… .Nami…"

Sus manos se cerraron en puños, amontonando la sábana debajo de él. La mirada amarga que se formó en su rostro no fue más agradable que los pensamientos que tenía en la cabeza. El descaro de este hombre, tenerla durmiendo junto a él y luego susurrar el nombre de otra mujer mientras dormía.

Un bufido salió volando de sus labios, mientras se deslizaba fuera de la cama y arrojaba la almohada sobre el área donde había estado su cuerpo. Si quisiera decir el nombre de otra chica, dormiría solo. Pero antes de que ella tuviera la oportunidad de agarrar su peluche Kumashi, él habló de nuevo, esta vez con una suave sonrisa en su rostro.

"... Perona ..."

Ella entrecerró los ojos, sin estar segura de si él la había escuchado bien, y como si supiera que necesitaba una confirmación, se repitió, con la misma sonrisa aún en sus labios. De repente, ese nudo en el estómago había desaparecido y esos rasgos tensos se habían suavizado. Se deslizó de nuevo en la cama, acurrucándose tan cerca de Zoro como pudo. Y aunque ella no podía verlo, él abrió un ojo, dejó escapar un pequeño 'humph' y envolvió sus brazos alrededor de su diminuta cintura.