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Estaba completamente excitado, esa chica si que sabía cómo complacer al gran Daddy P. (O al menos la chica eso creía)

-Estas segura que quieres experimentar esto nena?.-Pregunto el castaño acariciando su cadera mientras está se retorcía en la cama completamente desnuda, y atada de sus extremidades.

-Vamos James, hazlo.-gimio la chica.

El castaño tomo el pequeño látigo y acaricio las piernas de la chica, al llegar a sus pies agitó el látigo y golpeó el trasero de la chica, sacandole un grito de dolor y algunas lágrimas.

El castaño al no ver alguna instrucción de la chica volvió a agitar el látigo golpeando de nuevo.

La chica soltó un grito más desgarrador que el anterior y comenzó a gritar.

-¡Nooo! ¡Nooo! ¡NO! ¡PARA!

El castaño soltó el látigo y comenzó a desamarrar a la chica, cuando termino, está se levantó y comenzó a vestirse entre lágrimas.

-Soph ¿Qué ocurre?

-Eres un maldito enfermo James, no quiero volverte a ver en mi vida.

-Tú quisiste experimentar esto, hubieras dicho tu palabra de seguridad desde el principio.

-¡No crei que te excitara el dolor ajeno!.-Dicho eso, la chica salió de la habitación dejando a un excitados Liam y una gran botella se Champagne junto a sus juguetes preferidos.

Suspiro y comenzó a guardar sus cosas, esta noche estaría en compañía de algún sitio porno en internet y esa gran botella.

Se terminó de desnudar, se acostó en la cama y comenzó a buscar algún contenido de su interés en su celular.

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Eran las 7 de la mañana y el castaño estaba llegando un poco tarde a sus clases, esa botella había hecho que se quedará dormido más de la cuenta provocandole un mal humor que ni él podía tolerar, y eso que la tolerancia era una de sus virtudes.

Se encontraba en el marco de la puerta, los alumnos lo veían curiosos, el profesor Payne no solía llegar tarde, pero todos sabían que ese alegre y amable profesor cuando no llegaba con una sonrisa, podía ser un hijo de perra, por lo qué nadie era tan estupido para cuestionarle.

Estaba por entrar a su salón, cuando un chico llego corriendo y lo aventó, desestabilizandolo y casi cayendo de bruces.

Todos los alumnos observaron impresionados la escena, esperando la reacción del profesor.

-El jovencito que tuvo el atrevimiento de ingresar así a mi clase, hagame el favor de ponerse de pie.

Todos voltearon a ver a un chico delgado, moreno y muy guapo, para el gusto del profesor, pero lo más curioso es que este chico llevaba un pantalón de cuero y un crop top de encaje rojo, resaltando los tatuajes de su torso, el castaño no recordaba haber visto esa cara.

El moreno al sentir la vista de todos, se levantó y observo al profesor Payne.

-Lo lamento señor, venía tarde.- Dijo el chico tomando su mochila.

-Me eh dado cuenta, ¿Tu que haces aquí? No recuerdo haberte visto.

-Soy nuevo señor, me entretuve un poco en dirección y tuve que correr para llegar a clase, lamento mucho el incidente.

El castaño no muy convencido asintió, se sentía como la mierda para lidiar con un adolescente tan temprano.

-Esta bien, pero quiero te quedes al finalizar la clase.

Daddy PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora