Harry Potter mi vida tras la guerra

Batalla Final

Su conciencia comenzó a regresar lentamente recordando el lugar en donde se encontraba. Sus sentidos volvieron como un torbellino aun sentía la misma calidez antes de que todo se volviera negro, sintió el duro y mojado piso de tierra y pasto sobre el cual se encontraba tirado, podía oler el fresco hedor del césped debajo de su nariz y en ese momento supo que algo había sucedido.

-- ¡Maestro! – se escuchó la voz chirriante de Bellatrix Lestrange.

-- ¡No me toques Bella! – se escuchó una gutural y jadeante voz a sus espaldas.

Mientras Harry ganaba tiempo sin moverse intentando idear una forma de escapar escucho de nuevo la gutural voz – Narcisa ve que este muerto –

--- ¡Mierda! – pensó el azabache forzando su mente a idear un plan para salir con vida de la situación, sin embargo no pasó nada de lo que el imaginaba cuando Narcisa llego hasta él y se dio cuenta que estaba vivo le pregunto en un susurro --¿Draco está vivo? – a lo que el azabache dio un ligero asentimiento, lo que vino después lo dejo en total estado de shock.

Narcisa se puso de pie nuevamente y se giró hacia la multitud expectante -- ¡Esta muerto! – declaro la matriarca Malfoy en un tono de algarabía que podía convencer a cualquiera.

Nuevamente escucho el crujir de los pasos de Narcisa Malfoy mientras se alejaba de él. – ¡Crucio! – escucho el rugir de Voldemort, el azabache instintivamente relajo su cuerpo totalmente y se preparó para resistir la poderosa maldición de tortura mientras intentaba no hacer movimientos que lo delataran.

Pero algo extraño sucedió cuando se vio envuelto por la maldición esta lo levanto un poco del suelo pero no sintió ningún efecto de la maldición esto lo desconcertó y alivio al mismo tiempo sería más fácil evitar moverse por el simple golpe de ser movido de su posición.

Dos maldiciones de tortura más lo impactaron, esto era algo que esperaba Voldemort intentaría denigrar su cadáver después de haberlo asesinado aparentemente.

Después de ser golpeado por los otros dos hechizos de tortura escucho un gran crujir de ramas y como el suelo bajo el temblaba ligeramente en ese momento pensó que sería algo realmente estúpido morir pisado por un gigante cuando de pronto sintió que dos grandes brazos lo levantaban del suelo y algunas grandes lagrimas humedecían su rostro y ropa.

-- Pónganle las gafas para que no duden que sea el – ordeno Voldemort. A lo que el azabache sintió como alguien empujaba sus gafas en su cara.

Mientras la procesión comenzaba a su marcha podía escuchar los sollozos de su amigo Semi gigante, rápidamente desecho el sentimiento de culpa que lo abrumo quería decirle la verdad a su amigo y hacerle saber que él estaba bien, sin embargo sabía que sería la última cosa estúpida que hiciera en su vida lo asesinarían en ese momento.

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Todos estaban apiñados en el Gran Comedor expectantes a lo que ocurriría a continuación el tiempo había pasado, el cielo nocturno comenzaba a desaparecer mientras la hora gris anunciaba su llegada aquella hora en la que no es día ni noche aquella hora antes que el cielo mostraba sus primeros rayos de sol.

-- Todos presten atención, alumnos y combatientes formen parejas y dispérsense por el castillo tomen torres, ventanales, puertas, corredores y puntos estratégicos para la batalla – ordeno Kingsley mientras una lenta procesión de personas abandonaba el Gran Comedor mientras otros tantos se quedaron ahí esperando pacientemente entre los que estaban Sirius, los Lupin, los Weasley, los Potter, Los Inefables, El grupo de Operaciones Especiales, Miembros del ED, Aurores y Maestros.