Harry Potter mi vida tras la guerra

Harrods

La familia Potter había llegado minutos antes de las cinco de la tarde al enorme complejo comercial que albergaba Harrods.

Durante el trayecto los Potter se habían divertido al ver a Neville girar la cabeza en todas direcciones para observar tanto como pudiera de lo que Londres tenía para ofrecer.

Neville había admitido con ligera vergüenza lo impresionado y ligeramente asustado que se había sentido cuando entro a Londres, si bien había visitado el mundo muggle con su abuela en muchas ocasiones solo había visto las pequeñas ciudades y poblados cercanos a la mansión Longbottom y eran muy diferentes al bullicioso Londres.

James, Lily y Harry le aseguraron que no había nada de que temer así que el joven comenzó a relajarse momentos después.

Cuando llegaron al exterior de Harrods los Potter se rieron ligeramente cuando Neville veía asombrado el imponente complejo comercial, sus ojos estaban tan abiertos que parecía que se iban a salir, su boca se abrió ligeramente permitiendo que un ligero hilo de saba de deslizara por su barbilla y rebotaba ligeramente de forma graciosa sobre sus talones.

Le tomo a Neville unos minutos y un par de golpes juguetones del ojiesmeralda poder recuperarse, cuando lo hizo giro avergonzado y extremadamente sonrojado para ver a los Potter que solo le sonreían.

James los había instado a entrar al complejo unos momentos después y aquí estaba nuevamente Neville viendo con asombro el lugar en el que se encontraba.

-- ¿A dónde quieren ir primero? – pregunto James sacando de su estupor a Neville.

-- Caminemos y entremos a donde nos parezca interesante – dijo Harry a lo que los demás asintieron de acuerdo.

La primera parada de la familia había sido en una elegante boutique que vendía perfumes de diseñador, Neville se había entusiasmado cuando pasaron por el lugar y vio lo que el llamo pociones en botellas bonitas, los Potter solo habían sonreído al chico mientras entraban al lugar.

Neville estaba oliendo las deliciosas y exquisitas fragancias cuando un aroma en particular golpeo su nariz, rápidamente se dio vuelta y se dirigió a una vitrina donde una mujer estaba hablando con una vendedora.

Lily vio de reojo como repentinamente Neville dejo los perfumes que estaba oliendo y camino en otra dirección.

-- ¡Gracias! – dijo la pelirroja a la vendedora mientras colocaba un perfume sobre la vitrina y se alejó a buscar a su ahijado.

-- ¿Qué pasa Neville? – dijo la pelirroja cuando llego hasta el joven.

-- Ese perfume – dijo Neville haciendo un gesto hacia la botella que sostenía la vendedora – Se parece mucho a uno que tiene la abuela, me conto que fue un regalo que trajo el abuelo para ella desde Francia en un viaje de negocios que hizo y eso fue solo unos meses antes de que el abuelo muriera, casi se ah acabado ahora y solo utiliza un poco el día del aniversario luctuoso del abuelo –

Lily solo asintió levemente mientras miraba al joven con simpatía, era obvio que esa fragancia en particular significaba algo para él y su abuela, teniendo una idea en el momento la pelirroja se acercó a la vendedora.

-- Disculpe – dijo la pelirroja atrayendo la atención de la vendedora.

-- Dígame – respondió la mujer con una sonrisa.

-- Me podría mostrar el perfume que tenia en sus manos – dijo la pelirroja.

-- Claro – asintió la mujer mientras le entregaba a la pelirroja una botella cristalina de forma rectangular con un atomizador dorado y una tapa cristalina con la forma de un corte esmeralda rectangular.