Despiertas con un dolor de cabeza horrible, no recuerdas absolutamente nada de lo que ha pasado, lo único que recuerdas es a Boku-Boku irse por su camino y tú recibir un golpe en la cabeza.
Cuando tus ojos por fin se adaptan a la iluminación de la habitación en la que aparentemente estás y tu incertidumbre vuelve a pasar a ser miedo puedes ver que estás en una cripta con tres criaturas más.
Una es una criatura de hielo, desprende un humo extraño, el que deduces que es vapor de hielo seco. Va vestido con una túnica negra.
La que está a su lado es un cráneo de lo que parece ser un perro metido en un frasco. El tapón del frasco está cerrado y el agujero es demasiado pequeño como para haber metido ese cráneo.
El tercer bicho es un ciervo que parece estar hecho de madera, está lleno de espinas y los cuernos, también de madera, dejan salir hojas.
...
Vi a la figura humana despertar por fin, les pregunté a Erbuloc y a Nurm si tardaría mucho, no sabía mucho de los humanos y aparentemente sí que sabían y era cierto, despertó en cuestión de dos días.
Pregunté por su nombre y yo me presenté como Holtchmo el Khamak, o esqueleto del frasco. Presenté a Erbuloc como el Ziku, o mago de hielo y a Nurm como el ciervo espinoso de Taycia.
Hablamos un poco todos sobre nuestro paradero, expliqué a la figura humana que éramos todos de Pardórid, un continente vecino, y habíamos venido el equipo por trabajo.
...
Además de eso te explican que los Kawa-Uso también los vieron como una amenaza y acabaron aquí, al igual que tú.
—Ahora nos pasamos el día hablando y ayudando de vez en cuando a los humanos que llegan por aquí. —Te dice Erbuloc, su voz suena fría, como él.— Y les ayudamos a salir, les guiamos a un tesoro el cual no podemos poseer.
—Actualmente te encuentras en la mazmorra de los Kawa-Uso, aquí se encuentran las cárceles, el comedor social de los Kawa-Uso y el portal que une nuestro mundo con el vuestro. —comenta Nurm, hace gestos con sus cuernos, que se mueven torpemente como si fueran manos.— lo difícil es ya saber la salida, por eso no nos vamos. Los humanos que llegan aquí nos dan lástima, así que les ayudamos a salir, este es tu caso.
...
Recordé en ese momento los planos, así que levité hasta el mapa que Erbuloc hizo con el hielo.
—Mira. —dije.— aquí hay un tobogán que te llevará a la celda de al lado, por cuestiones de magia. Después de eso ves cogiendo aleatoriamente los túneles que hay sin que te cojan los Kawa-Uso hasta llegar a la sala de calderas, ahí es donde fríen las patatas los jueves. Nos las traen al día siguiente, hoy mismo es jueves.
—¿Y por qué tengo que ir aleatoriamente? ¿No es mejor ir de manera estratégica?
—Buena deducción, todo el mundo pregunta lo mismo, ¿eh Nurm? —Nurm asintió.— El sistema de túneles cambia de portales cada hora, acabas siempre en un lugar aleatorio, solo los Kawa-Uso entienden la dirección que toman los portales, ves con cuidado, puede acabar o muy bien o muy mal dependiendo del portal y el cambio. Ahora en unos minutos cambiará de nuevo. Mucha suerte.
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Te despides de Erbuloc, Nurm y Holtchmo y decides escapar de una vez de aquel lugar y volver a casa. Será una historia memorable si sales con vida.
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Donde un mosquito me llevó
AventuraTodo el mundo sabe lo muy inteligente que puede llegar a ser ese pequeño demonio de seis patas. ¿Pero sabes los secretos que esconden?