esto NO es Crepúsculo » ʜᴇɴxɪᴀᴏ

VIII. El Clan

Dejun estaba en la nubes, la felicidad no cabía en su cuerpo, y se la pasaba tarareando con alegría Neutron Star Collision de Muse.

—Hijo, ¿estás drogado?— le preguntó Taeyong muy preocupado.

Dejun rio, negando con la cabeza.

—No, sólo estoy muy contento.

Su padre no parecía muy satisfecho con la respuesta pero no dijo más.

El timbre sonó, y Dejun salió corriendo a abrir. Ahí estaba Kunhang, tan guapo como siempre.

—Ahorita vengo— le avisó el castaño en voz alta a su padre.

—¿A dónde vas?— Taeyong llegó hasta la entrada y miró a Kunhang con sospecha —¿Este quién es?

—Es mi novio— «mi novio vampiro» pensó, qué bonito se escuchaba eso —Vamos a salir un rato, no nos tardamos, adiós.

Dejun arrastró consigo al vampiro, quien sólo alcanzó a decir «Mucho gusto señor Lee».

—¡Espera, Dejun, nunca me pediste permiso para tener novio!— gritó Taeyong, mas, su hijo no le hizo caso.

Al estar ya lejos de su casa, Dejun se detuvo.

—¿Y bien? ¿A dónde iremos?

—Vamos a mi casa, te quiero presentar a mi familia— sonrió Kunhang.

Dejun se sintió nervioso, conocer a la familia de su novio era algo importante. ¿Y si no les caía bien? ¿O si Kunhang sólo lo estaba llevando para tenerlo de esclavo y banco de sangre para él y sus hermanos?

Aunque eso sonará bastante sexy, ya estaba exagerando, no debió ver Diabolik Lovers anoche.

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La residencia Qian no era nada especial, era una casa común y corriente.

A diferencia de sus habitantes.

Kunhang le presentó a cada uno de ellos.

—Estos son mi padres.

—Yo soy Kun, es un gusto por fin conocerte, Kunhang no para de hablar de ti— un hombre rubio le da la mano, y le sonríe con amabilidad —Y este es Ten, mi esposo.

El hombre a su lado le sonríe, con una copa de vino en su mano.

—No preguntes como terminé casado con este vejete.

—Yo tampoco sé por qué me casé con este tipo tan molesto— respondió el rubio. Ten sólo rodó los ojos.

Eran una pareja... interesante.

—Estos son mis hermanos— Kunhang señaló a un grupo de 4 chicos que lo juzgaban con la mirada.

—No puedo creer que tengas tan pésimos gustos— dijo uno de ellos, el más bajito, Dejun se sintió muy mal al escucharlo, sin embargo, se sorprendió cuando se le acercó y puso una mano sobre su hombro —Amigo, te pudiste haber conseguido algo mejor que esto— señaló a Kunhang con un gesto asqueado.

—Qué grosero eres, Renjun— el pelinegro fingió llorar, su hermano lo ignoró.

—Cariño, esa no es forma de recibir al novio de Kunhang— el más alto del lugar regañó a Renjun y se aproximó hasta Dejun —Hola, soy Yukhei, pero, me puedes decir Xuxi— el chico le dio una reluciente y cálida sonrisa.

—Yo soy Chenle— se presentó el menor de la familia —Y ese de allá es Sicheng— señaló a un chico alto y delgado, quien lo saludó con la mano —Y los dos sentimos mucho que hayas terminado con un novio así— Chenle lo miró con lástima y le dio una palmadita de consuelo en la espalda.

—Hey, ya, hoy es el día de molestar a Kunhang o qué— exclamó algo molesto el pelinegro —Ahorita que esta Dejun aquí deberíamos jugar un poco.

El resto de la familia aceptó de inmediato.

—¿Jugar qué? ¿Béisbol bajo la tormenta con Supermassive Black Hole de fondo?— preguntó Xiao entusiasmado.

—¿Eh? No, pero podemos jugar monopoly con Baby de Justin Bieber de fondo— Kunhang le sonrió con el pulgar levantado.

Vaya, que los Qian eran... diferentes.