Hay que dejarlo ir © [✓]

Capítulo 5

Ahí me encontré de nuevo. En la misma playa en la que Jaxon me había hablado la otra vez. Tuve la mínima esperanza de encontrármelo de nuevo y fingir que estaba allí por pura coincidencia. Pero no apareció. Las horas pasaban y yo solo pasaban las hojas de un libro que había comenzado a leer esta mañana. Solo pedía otro encuentro casual para ver de nuevo el color de sus ojos. 

Di un brinco cuando sentí una voz conocida a mi espalda. El corazón empezó a latirme tan rápido que me costaba respirar. No me atreví a darme la vuelta porque sabía exactamente quién estaba detrás de mí.

–Otra vez tu aquí cara bonita, voy a empezar a pensar que me estas siguiendo

Fruncí el ceño y seguí pasando las hojas del libro ignorando su presencia.

Nunca creí en el destino pero si tenía que describir mi destino con una persona ese sería Jaxon Hoffman.

–¿No piensas hablarme nunca?–me dijo y se sentó a mi lado echándole una ojeada rápido a lo que estaba leyendo

–Yo estaba aquí antes–me atreví a decir

Sentí su mirada escarbando dentro de mí, como si intentara buscar algo.

–¿Qué quieres, Jaxon?

El ambiente entre nosotros se tensó cuando pronuncie su nombre sin querer y me pregunto por qué lo sabía. "Somos vecinos'' le dije y sentí como las mejillas se me teñían de color rojo. Cerré el libro y no se de donde saqué el valor de mirar esos ojos que tanto anhelaba. 

No éramos nada pero te podía ver, Jaxon. Y eso era suficiente para entender que en ese mismo instante en que nuestras miradas se encontraron serían un huracán que arrasaría con todo. 

El tiempo pasó, hablamos de tantas cosas que perdimos la noción del tiempo y cuando nos dimos cuenta ya era de noche. 

–Llevamos viviendo al lado toda la vida y nunca habíamos hablado tanto. ¿Te das cuenta, Ashley? 

Asentí y me salió una risa tonta de la que me avergoncé segundos después. 

De haber sabido que desde ese momento convertirías mi dolor en polvo de hadas hubiera adelantado el proceso hace mucho tiempo.