Llegada de Hogwarts

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Mi equipaje ya está listo para irme con los Black ¿No les conté? Bueno tras una gran charla se decidió que mientras esté en Hogwarts viviré con los Black y solo los veranos vendré a Francia. Si, mi desgracia termina cuando dijeron que me hospedaría con esa familia, son tan antipáticos y cerrados que me dan ganas de llorar por pena ajena.

—¡Aideen baja ya!

El grito de mi madre se escuchó desde abajo

Tome un cuaderno de dibujo y baje. Afuera ya me estaban esperando la familia Black con la misma expresión sería que vi por semanas

—¿Debo ir?—Le pregunté con un tono bajo a mi madre

—Basta Aideen no lo arruines está vez—Dijo en susurro pero con un tono de autoridad

Rodé los ojos y mire a los Black. Subí al carruaje y me límite a ignorar a todos los de mi al rededor, mientras que quedaba absorta en mis pensamientos.

—Te gustará estar en nuestro hogar—Posó su mano en la mía que estaba en mi pierna. Sirius bufó ante el comentario y ella lo miro severamente—Verás que no es tan malo como parece

¿Cómo podía usar un tono de voz tan falso? Esta mujer me asqueada y por lo que veo a su hijo igual, dos contra uno pero ese uno valía por mil en autoridad y solo somos unos niñatos estúpidos. Lo único bueno de estar allá es que solo estaría en navidades en aquella casa.

El camino fue eterno y moría por llegar a encerrarme y estar lejos de esas personas, no sé cuántas horas de camino exactamente pero llegamos a afuera de una clase de edificios los cuales se abrieron y dejaron ver una entrada. La casa era fría y fúnebre, de primera impresión te daba un escalofrío, en las paredes había cuadros y los muebles lucían antiguos y muy elegantes.

—Este es nuestro hogar—Hablo el hombre

—Si claro hogar—murmuró él mayor de los Black para el mismo pero alcance a escucharlo por lo que sonreí

—Kreatcher lleva a Aideen a su habitación

Apareció un pequeño elfo con cara de pocos amigos y se paró al final de las escaleras esperando que lo siguiera

—Hola kreacher—Lo saludo amablemente Regulus

—Hola amo Regulus, espero que se la haya pasado bien en sus vacaciones

—Que asco—Hablo Sirius pasando aun lado de ellos dos

Rodé los ojos por el acto de Sirius— Kreacher te llamas—sonreí—es un placer

El me miró serio y termino por saludarme y avanzo llevándome a mi habitación. El cuarto era igual de oscuro que la casa y tenía muchas o mejor dicho demasiadas tonalidades verdes, a centro del cuarto había una cama grande y al costado pegado a la pared había un gran librero, justo al lado de librero había una ventana de madera y al frente de la cama había un tocador y un gran armario. Este lugar no podría ser más extraño.

Me tiré en la cama y cerré los ojos por unos momentos pero caí en un sueño profundo, tan profundo que no me di cuenta de en qué momento me dormí. Desperté porque alguien me sacudió un poco fuerte, al abrir los ojos me encontré con Sirius.

—Es hora de la cena, Aideen ¿Que te parece la casa?

—Funebre—Solté sin pensar lo que decía

Sonrió—Eso pensé, mi cuarto es el mejor de todo esto

—No se porque presiento que es el más colorido

Rió—Vamos a abajo

Frote mis ojos y lo tome de su brazo para equilibrarme, pues aún tenía mucho sueño y tenía la mirada un poco nublada. Ya abajo estaban los tres miembros de la familia Black esperando, me senté entre Regulus y Sirius.

Autarchic (Los Hermanos Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora