✧ ೃ࿔ L L U V I A ˚♡⃕ ଽ V I C N I X ｡ﾟ✧

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Y ahí estaba él

Cojeando en la lluvia... con la pierna ensangrentada, sin ganas de si quiera moverse, pero que podía hacer.- tenía que llegar a casa, aún si sentía su alma vacía.

 Lo que le había llevado hasta ahí seguía resonando en su cabeza, una y otra vez, no tenía las agallas de dejarlo ir, no estaba listo..- de repente sus pensamientos fueron interrumpidos por un trueno-. Ya no le importaba nada, sentía rabia, frustración, impotencia, enojo consigo mismo, y finalmente se quedo con la tristeza; no hizo ni mínimo caso a los truenos que seguían, solo siguió su camino. A instantes veía su reloj, eran las 11 de la noche, muy tarde para andar solo por las calles y peor con la lluvia que lo cubría.

-Ashu! -estornudó-.

Era la 5ta vez que estornudaba, su nariz estaba roja, y sus ojos apunto de cerrarse... Caminaba lentamente, mientras las gotas se sentían cada vez más pesadas, el cansancio estaba ganando su batalla...

Pero de la nada, un grito hizo que despertara su conciencia.

-Oye! -gritó un chico que corría hacia él-

-Eh? -volteó su cabeza y a la vez su mirada-

Chico alto, cabello castaño, ojos verdes oscuros, ¿Qué es lo que quiere una persona como esa a mitad de la noche? Solo quiero irme a casa. -pensó mientras lo veía venir-.

-Disculpa.. te puedo ayudar en eso? -señalando con la mirada a su pierna dolida-.

-Lo siento, no hablo con desconocidos -replicó el menor-.

-Bueno, soy Víctor -extendiendo su mano-.

El ojiverde no estaba paciente, así que con su mirada lo ignoró y pasó sobre él.

-Eso no es muy cortés -acelerando el paso- lo ideal sería que me digas tu nombre.

-No haré eso -decía sin desviar su mirada-. Ashu! -estornudó repentinamente-.

-También estás en enfermo... -colocando su paraguas a la dirección de donde estaba el peligris-.

El chico se detuvo y dirigió su mirada al otro, tal vez en ese momento sintió que ese tal Víctor en verdad lo quería ayudar, definitivamente ya no podía seguir caminando, pareciera que fue el destino, ese chico había llegado en el momento indicado.

-Soy Acenix -dijo el ojiverde tratando de sonreír-. Lo siento, no estoy de ánimos.

-Esta bien, lo entiendo.. Toma esto.. -quitándose su abrigo y colocándolo alrededor del menor- hay mucha lluvia hoy.

-Ashu! -estornudó- gracias -sonrió débilmente-.

-Salud. Si quieres puedes subir a mi espalda... -sonrió dejando el paraguas a un lado-.

El peligris asintió, haciendo que por fin pueda apoyar su cabeza en algo.

-Y como te hiciste esa herida? -preguntó Víctor caminando-

-Yo... corrí demasiado rápido -dijo desviando su mirada con los ojos decaídos.

-Vaya... que mal

-Sí, bueno. -habló con un tono desanimado-. Ashu! -estornudó-.

Sus voces se callaron y solo se escuchó la lluvia cayendo, un momento incómodo envolvió a ambos.

-Y tu casa donde queda? -dijo el mayor, rompiendo la tensión-.

-Es por la siguiente calle.. -respondió señalando débilmente-.

-Oye Victor... -susurraba el peligris al oido del otro- solo quería decirte... gracias -terminó con una voz mucho más suave-.

El pelicastaño parpadeó un par de veces con algo de sorpresa, para continuamente bajar su mirada con timidez y sonreír.

-No hay de que Acenix... más bien gracias a ti...-volteó su mirada hacia el chico sin dejar de caminar-.

Se encontró con la escena de un chico de pelo gris, piel blanca y expresión cansada, durmiendo tranquilamente en su espalda, aún tenía la nariz roja, con solo verlo, parecía que no solo tenía herida la pierna...