Fingida inocencia

Capítulo 26

Agradecí el sentirme casi del todo bien, me di una ducha y me preparé para ir a trabajar, Peter estaba tomando café, me preparé uno y me senté en la otra punta.
-¿Estas bien ya?-me preguntó, asentí con la cabeza- genial, tenemos muchas cosas por hacer hoy
Al rato me tuve que sentar en el asiento del copiloto porque él quería manejar, no me quejé solamente porque las cosas entre nosotros no estaban fluyendo bien, en otro momento me hubiese puesto a discutir por eso, siempre fui una persona independiente, mandada, algo chispita.
-Hola La-me saludó Candela con un beso en la mejilla-¿mejor?
Asentí con la cabeza.
-¿Anotaste algo en mi agenda?-le pregunté, ella suspiró, terminó negando- no sabías si iba a sentirme bien, ¿cierto?
-Sí.. Pero puedo llamar a unas personas para ver si tienen tiempo de reunirse-esbocé una pequeña sonrisa- me alegra verte mejor
-Gracias-también le sonreí.
Encendí mi computadora y revisé mis mails, no pude dejar de pensar en el hecho de que la mal parida de Manuela le había escrito a Peter, mi Peter.
Nunca me pasó algo igual, ¿yo celosa? Nunca.
Las palabras de Manuela si generaron lo que ella me dijo que me iban a generar: dudas.
Era lo último que me faltaba.

Después del mediodía uno de los clientes se acercó para hablar conmigo.
-Hola Mariana-me saludó cordial- estas divina, no se, tenes un brillo muy particular, hace mucho no venía para acá
-Un gusto tenerte acá Nicolás-le sonreí, nos habíamos hecho buenos amigos virtuales, solo nos habíamos visto cara a cara una sola vez-¿Como esta Francella padre? ¿Que es de la vida de Guillermo?
Él se rió.
-Sigue haciendo de las suyas, se mete en el negocio familiar, sigue haciéndolo, sigue dándome cátedra de lo que hizo en su pasado, no entiende que ahora nosotros trabajamos haciendo cosas más novedosas-suspiró.
-Tu papá me recuerda al de Peter, el papá de él se sigue metiendo en todo-puse mis ojos en blanco- y me ama
-¿Te ama?-Nicolás elevó sus cejas.
-Me detesta-terminé aceptándolo, nos reímos juntos.
-Mi papá sueña con que le presente a una chica, sueña con que seas vos, admira tu trabajo, como conseguiste estar en la silla en la que estas sentada-me miró con una sonrisa, lo último que dijo hizo que me sintiera mal.
-Yo... No estoy orgullosa de mi pasado, yo.. Cambié, fui tonta, estúpida, y no quiero que se repita eso-suspiré, me perdí mirando a un punto fijo de la oficina, después volví a la realidad, miré a los ojos a Nicolás- llegar a donde uno quiere es fácil, la cosa es mantenerlo.. Llegué acá por un gesto horrible, te lo acepto, pero trabaje y trabajo mucho para que esto crezca, con Peter somos aliados
-¿Aliados en el trabajo y en la cama?-Nicolás estaba conteniendo la risa hasta que leyó mi cara, los dos terminamos riéndonos hasta que alguien abrió la puerta, era Peter, tras de él estaba Manuela.
-¿Terminaron?-Peter me miró con seriedad, estaba inexpresivo- tengo una reunión privada con Manuela
-En tal caso tenemos-lo corregí- y no, con Nicolás ni hablamos de trabajo todavía
Me di cuenta de que decirle eso había sido un tremendo error, cerró sus ojos y se fue, dio media vuelta, seguro estaría pensando cualquier cosa.
-Mejor.. ¿Podes venir otro día?-lo miré a Nicolás esperanzada- necesito alcanzar a Peter y que no se vaya, todo no esta muy bien entre nosotros
Nicolás asintió con la cabeza y ambos nos fuimos para dos lados distintos.
-¡Ey!-llamé a Peter que le estaba dando una visita guiada a Manuela- podemos tener la reunión de trabajo.
-No pienso hablar con vos, solo vine porque Peter me citó-ella me respondió con aires de superioridad, eso terminó de fastidiarme.
-Con Peter somos dos.. Que al mismo somos uno, somos aliados en todos los aspectos que puedas imaginar, somos dos personas trabajadoras que trabajan en conjunto, o hablas con los dos o con ninguno-elevé mis cejas poniéndola en su lugar,
-Que decida Peter eso..-ella volteó para mirarlo a él.
-Vamos.. Vamos a la oficina-respondió haciéndole señales a Manuela.
-¿Quienes?-ella quiso saber.
-Todos-lo dijo en voz alta.
Peter dio media vuelta para caminar por el pasillo, volteé para mirar la cara de disgusto de su ex, le sonreí cantando victoria.
Una vez en la oficina Manuela se puso a darnos distintos puntos de vista, nos sugirió cosas que podríamos hacer juntos si nos aliábamos.
-¿Y?-nos preguntó cuando terminó de hablar.
-¿Te soy sincera? No creo nada de lo que dijiste-le solté mi opinión en su cara.
-Mariana, vos misma me dijiste que no mezclabas lo personal con el trabajo-me citó a mi misma- hoy vine con fines laborales
-¿Y la vez pasada?-la ataqué, estaba con poca paciencia.
-Mariana-Peter me llamó por mi nombre, eso me extrañó, hizo que saliéramos de donde estábamos, me agarró del brazo- Lali dejá de estar a la defensiva, vino por trabajo
-¿No escuchaste a tu prima Emilia? No dijo cosas bonitas de ella-suspiré.
-Mi prima Emilia nunca quiso a Manuela, tal vez esté equivocado
Después de que dijo eso elevé mis cejas mirándolo.
-No pienso aceptar su propuesta-le respondí dejándolo con la palabra en la boca, volví a la oficina para mirarla a Manuela- mejor nos reunimos nuevamente otro día
-¿Piensan seguir jugando con mi tiempo?-Manuela se molestó.
-Disculpala, no estuvo sintiéndose bien, mejor hablamos más tranquilos cuando se sienta del todo bien-Peter le dio.. ¿explicaciones? ¿A la estúpida de Manuela?
Cuando ella se fue cerré fuertemente la puerta, ¿que había sido todo eso?
-¿Te interesa su propuesta? ¿Te interesa trabajar con ella? ¿La queres de nuevo cerca?-no pude evitar hacerle mil preguntas seguidas, estaba como poseída, ¿cuando me convertí en esto?
-¿Que onda Nicolás y su buena onda? Vos también estabas teniendo una reunión "laboral" a solas con otra persona-él se rió en mi cara y me sorprendí, estaba haciéndome el mismo planteo que yo me había hecho.
-Es un amigo de nuestro ambiente
-En nuestro ambiente nadie es amigo de nadie-Peter soltó un suspiro.
-Manuela esta lejísimos de querer hacer un negocio con nosotros, ella viene solo porque quiere verte a vos Peter, ¡abrí tus ojos!-esta vez la que se desesperó fui yo.
-¿Podemos parar de discutir?-Peter lo sugirió y me pareció una idea brillante, suspiré y me sorprendí cuando él extendió sus brazos, lo agarré de las suyas sin saber realmente como reaccionar-¿estas mejor ahora? Digo.. ¿Te sentís bien ya? Al fin de cuentas eso es lo que me importa, no todo lo otro..
Eso hizo que se me aflojaran las piernas, no podía ser un hombre más bueno y tierno, se me llenaron los ojos de lágrimas, lo abracé.
Él me tenía en su lista de prioridades.
Besé su mejilla detenidamente aún conmovida.
-Yo.. Me porté algo mal con.. ¿Estabas por casarte con ella?-a pesar de todo me agarró algo de inseguridad.
-Idea de mi papá.. En el pasado le hacía caso a todo lo que me decía él, era mi ídolo, buscaba su aprobación pero.. Pero cuando creces vas formando tus propios pensamientos, te guías por corazonadas.. La primera vez que te vi me gustaste mucho..  Supe que ibas a ser importante, que eras distinta..-noté un quiebre en su voz, se me erizó la piel, le di un abrazo-me enamoré a primera vista Lali.. -me lo susurró- no se, sentí una especie de energía rara, me asustó no te lo voy a negar..
Me alejé un poco para mirarlo a los ojos en pleno estado emocional.
-No entiendo que hice bien para que seas parte de mi vida, para poder escuchar todo esto..-le hice una caricia en la mejilla- sos el hombre soñado, una persona maravillosa, buena.. Inteligente.. Cálido y yo una persona muy tonta..
-No sos tonta La-él me corrigió- preferiste que David me diga lo que me dijo antes de seguir metiéndote donde no ibas a poder salir, para que la cosa no siga siendo peor y no me lastime tanto.. ¿Me desilusioné? Sí, me desilusioné, pero no sos mala persona, tampoco sos tonta
Eso terminó de hacer que me ponga a llorar, Peter sacó de mi cara mis lágrimas, besó mi frente, no quería soltarlo pero lo hice para agarra su cara entre mis manos, lo besé porque lo necesitaba como al aire.
Nos dimos un beso cargado de emociones, le sonreí boba.
-Tengo... Tenemos que seguir trabajando..-Peter me recordó que estábamos en la oficina- pero esto no termina acá-me guiñó un ojo con picardía, me reí fuerte.
Cada uno se puso a trabajar en algo, cuando llegó el final del día me di cuenta de que Peter estaba yendo para otro lado, estacionó el auto frente a un restaurante.
-¿Seguimos con la etapa de las citas?-elevé mis cejas, me sorprendí, él asintió con la cabeza.
Entusiasmada seguí sus pasos para entrar sosteniéndolo de la mano.

Cuando me recosté para dormir sentí a las manos de Peter acariciando mi cuerpo desnudo, el siguiente acto hizo que se me acelerara la respiración, besó mi pequeña pancita, eso me derretía, mis sentimientos parecían querer desbordarse en ese instante.
-Que linda que sos-me lo susurró sobre mis labios, lo besé haciendo que toda la pasión se encienda nuevamente, otra vez recorrí el cuerpo de mi Peter con mis manos, otra vez nos sentimos, nos volvimos a descubrir, a conocer.
Entrecerré mis ojos mientras me acariciaba la frente sintiéndome en paz.