Capítulo 23

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Cuando finalizó mi primer mes de embarazada fui notando un cambio, mi pancita parecía hinchada, pero solo Peter, mis amigos y yo sabíamos de que se trataba en realidad.
Estuve yendo a trabajar con cosas sueltas, más cómodas, necesitaba guardar mi secreto, cuidarme del mundo peligroso y tóxico en el que estaba metida.
El Lunes tuve una mañana de muchas reuniones por videollamada, cuando estaba por irme a comer algo llegó Manuela.
-¿Candela no te dijo que es mi hora libre?-la interrumpí antes de que se sentara, ella lo hizo igual.
-Así que Peter Lanzani me dejó por una trepadora..-lo soltó en mi cara- como tu mamá, de tal palo a tal astilla
-¡¿Que hablás de mi mamá vos?!-elevé el tono de voz molesta, perdí la cordura- no es mi culpa que Peter se haya fijado en mi, yo no sabía lo de ustedes-suspiré fastidiada- en esta oficina, en este lugar no se hablan de cosas personales, acá se trabaja, ¿venís por alguna cuestión laboral?
-Me debes una reunión.. Vos y Peter..-elevó sus cejas-¿no te contó que estábamos comprometidos justo cuando te conoció a vos?
-¿Que ganas con contarme esto?-la desafié con la mirada.
-Nada, solo te estoy sembrando inseguridades.. Si Peter no hubiese estado enamorado de mi no me hubiese propuesto casamiento, a veces en la vida hay segundas oportunidades, él todavía puede renunciar a vos y venir a mi..-se rió en mi cara.
La que se rió en su cara esta vez fui yo.
-Lo veo muy muy lejano..-asentí con la cabeza sin sacarle mi mirada desafiante de encima- nos une algo más que un matrimonio ahora-llevé mi mano a mi panza- pero eso en realidad no ata a nadie, no es garantía de nadie, los sentimientos hacen que una persona quiera estar junto a otra.. Así se forma realmente un pacto de por vida
Le sonreí mientras veía su cara desfigurarse, ella estaba muy molesta, se puso de pie y se alejó.
Cuando se fue suspiré aliviada, agarré mi cartera y me fui a comer algo con Eugenia.
-¿Candela piensa seguir sin hablarme? Todo lo que hace es anunciarme quién viene a la oficina y me trae té, solo me dice hola, chau y tenes que firmar algo-le conté completamente acelerada, últimamente estaba muy acelerada.
-Hay algo que no me estás contando, ¿porque ella dejaría de hablarte?-Eugenia suspiró.
-¿Puedo no responder ahora?-le di un mordisco a un tostado de jamón y queso, acto seguido tomé jugo de naranja-  ¿puedo comer en paz?
-Lali siempre que te pregunto del asunto evadís la pregunta, somos amigas, se supone que tenes que confiar en mi-Eugenia levantó mi cara con su cara para que la mirara.
-Tal vez esté cometiendo un error grande.. Cande solo me advirtió eso, yo.. Yo veo las cosas como un asunto de trabajo pero ella.. Ella ve las cosas como si estuviese engañando a Peter.. Yo no me acosté con David-me justifiqué- estoy muy muy muy lejos de eso
-¿Te estas viendo con David?-Eugenia me miró sin dar crédito- sos una estúpida, ahora la entiendo a Cande
-Quiero la alianza de su negocio y el mío, fin, solo estoy interesada en eso
-¿Lo estuviste viendo sin decirle a Peter?-Eugenia quiso seguir indagando, de mala gana asentí con la cabeza- sos una estúpida
Otra vez recibí una puteada.
-¿Acaso no ves las cosas como yo? No siento nada por ese tipo, solo trato de hacer algo por mi negocio, el negocio que tenemos con Peter, el negocio donde también trabaja Candela-seguí explicándole mi postura.
-Cande, Candela nuestra amiga solo aceptó el trabajo para estar cerca de vos, siempre quiso que vos no perdieras las verdaderas prioridades de tu vida, que no dejes de vernos, de realizar cosas buenas, de hacer cosas que te hagan bien.. Ella quiso tenerte bien de cerca  para que sigas siendo un ser emocional, una persona humana, compasiva, la mayoría de las personas con las que trabajas se pierden en el poder y la ambición, vas camino a eso amiga.. Abrí tus ojos-Eugenia me tomó de las manos en todo momento, se me formó un nudo en el estómago, ¿realmente Cande había aceptado por eso?
Terminé de merendar y me fui a caminar antes de volver al departamento, cuando lo hice lo vi a Peter jugando a un partido de Play Station con Andrés.
-Hola-los saludé-¿no vino Cande?
-Ella me dijo que tenía que hacer otras cosas-me respondió Andrés sin prestarme mucha atención, estaba más concentrado en el juego.
Cuando Andrés se fue nos quedamos con Peter solos.
-¿Como está nuestro bebito?-me preguntó agachándose, levantó mi remera suelta y besó mi panza-¿como estas vos La?
Él me miró a los ojos y le di un abrazo, necesitaba eso, mucho.
-Mimosa-le respondí sin soltarlo, lo escuché reírse.
-Me gusta eso eh-besó mi frente.
Me recosté sobre sus piernas y nos pusimos a mirar una película, una comedia romántica, para cosas turbias ya tenía mi vida.
Cenamos y me dormí rápidamente entre los brazos de Peter.

Sonó mi teléfono por la madrugada y me sobresalté, atendí rápido y me alejé de la habitación principal.
-Hola-otra vez la voz de David, quería cortar la llamada pero sería un error que seguro iba a tener que pagar más adelante,
-Es muy temprano, estaba durmiendo, no podes ir por la vida llamando a las personas a estas horas-me quejé.
-¿Acaso este no es el momento donde duerme tu marido? No da que te llame cuando él esté despierto-se rió.
-No estamos haciendo nada que realmente tenga que ocultarle-suspiré.
-Entonces que venga a nuestro próximo encuentro, y le contamos juntos que me estuviste viendo a sus espaldas-David me desafió- si se entera vas a haber perdido parte de su confianza, no solo en los negocios, en la vida.. Es mejor que solo seamos voy y yo, ¿mañana? Nuestra próxima cita-terminó la llamada mandándome un beso.
Me quedó un sabor amargo en todo mi interior, se me formó un nudo en el estómago, otro.

Cuando Peter despertó yo ya estaba lista, no había podido volverme a dormir, cubrí mis ojeras con maquillaje.
-¿Queres que salgamos a desayunar a otro lado?-me propuso Peter, asentí con la cabeza.
-¿Puedo proponer un lugar?-besé su mejilla.
Él asintió con la cabeza.
-Manejas vos entonces-Peter me tiró las llaves del auto para que las atrapara.
Una vez dentro del auto manejé completamente nerviosa, tenía nauseas pero me contuve.
Cuando estacioné Peter bajó del asiento del acompañante, entramos a un bar y lo vi, él nos vio, estábamos cara a cara, mi Peter, David y yo.
-¿Y esto Lali?-Peter buscó en mi mirada una explicación.
-Podes hablar David, prefiero que hables y escuche lo que tenes que contarle antes de que sigas manipulándome, ya no me interesa "nuestra" alianza-lo miré a los ojos.
-¿Qué?-Peter preguntó sin entender nada.
-Tú mujer, la que estuvo durmiendo con vos todas las noches sigue siendo una persona ambiciosa, tuvo varias citas secretas conmigo-David habló de despechado, para cagarme la vida, seguro me estaba teniendo rencor.
-Siempre fue por algo laboral, yo nunca..-quise empezar a explicarle las cosas a Peter pero puso su mano en mi boca.
-Tal vez después tengamos una charla, ya escuché suficiente como para irme a la mierda, me voy a caminar y tomar aire solo, solo-me lo repitió, dio media vuelta y se fue, me quedé sola con David.
-Te perdiste de un gran negocio y un gran compañero de vida-fueron las últimas palabras que escuché de David porque también abandoné el lugar.
Me encerré en el auto mientras se me formaba una presión en el pecho, angustia, una que solo había sentido cuando traicioné a la única persona que me dio su mundo entero, una que a través de su amor me enseñó a sentir, mi Peter.

Fingida inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora