Capítulo 22

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Recibí una llamada a la mañana siguiente, me despertó, atendí rápido para que Peter no se despertara, abrí la ventana y salí al balcón.
-¿Hola?-pregunté, ni había mirado la pantalla para saber de quién se trataba.
-Hola Mariana-escuché la voz de David, suspiré, era muy temprano para lidear con otro narcotraficante.
-Hola David-lo saludé solamente para ser educada- son las diez de la mañana, ¿pasó algo urgente?
-Solo te llamaba para que vayamos a desayunar juntos-él se rió- ya estoy listo, despierto.. Podemos hacer algo antes de que entres a trabajar
-No te ofendas pero tengo que hacer muchas cosas desde muy temprano..-lo esquivé.
-Es solo tomar un café Mariana-insistió.
Molesta traté de mantener la calma.
-Esta bien-terminé aceptando.

Cuando Peter despertó yo ya estaba bañada, lista para arrancar el día.
-Pit tengo un asunto antes de trabajar, voy un poco más tarde-besé fugazmente sus labios.
Me escapé sin dar más explicaciones, manejé hasta un bar de lujo.
-Hola-me saludó David una vez que me dirigí hacia un patio interno, solo éramos él, yo y su seguridad personal-¿como estas?
-Yo.. Todo bien, tengo mucho por hacer, ¿crees que nos vamos a demorar mucho?-intenté apurarlo.
-Eso depende de vos... Relax, relajá, somos dos personas conociéndonos, en un bar para nosotros solos.. Pedí un poco de todo, no se que te gusta comer..
Una persona nos fue trayendo varias cosas y comí desanimada, no sabía realmente que estaba haciendo.
-Tengo que irme..-me puse de pie pero el guardaespaldas de David me miró mal, me senté nuevamente.
-Quiero saber de tu vida, aunque un poco sé de eso, tu mamá era una persona muy humilde, todo su imperio lo construyó para que vos pudieras comer y dormir bajo un techo, ¿no?-indagó, asentí con la cabeza- me sorprendo siempre cuando esas cosas pasan.. Cuando hay hambre la gente se esfuerza más por conseguir logros.. Seguro eso mismo te impulsó a vos para traicionar a Peter..
-Ese.. Ese no es un asunto tuyo-me atreví a mirarlo a los ojos.
-Como te resistís eh-se rió- es obvio que nunca lo quisiste, una persona que quiera a otra jamás lo traicionaría , estas acá conmigo, ¿no? ¿Él sabe que estas acá?
Muy de mala gana negué con la cabeza.
-Solo vine porque me interesa nuestra alianza..-elevé mis cejas tratando de no mostrarme intimidada.
Yo no era así, antes yo no me dejaba intimidar, pero desde que asumí para mi misma mis sentimientos por Peter me volví más humana de lo que soy, más sensible, débil.
-Te lo dije, antes de que eso pase vamos a tener varios encuentros-él elevó sus cejas coqueteando conmigo.
-¿Porque yo? Con todas las chicas que hay-suspiré.
-Sos especial.. Puedo darme cuenta.. Sos muy inteligente, capaz.. Eso deja bobo a cualquier persona, no solo yo estoy interesado en vos, muchas personas de nuestro mundo lo están.. Tenerte cerca es un honor.. También me atrae el que esto sea secreto, clandestino-él esbozó una pequeña sonrisa que hizo que se me acelerara la respiración, no quería nada de esto.
Supe que me puse blanca, me empecé a sentir mal.
-Voy al baño-salí corriendo para devolver, un tiempo después tuve que enfrentarme nuevamente con David- no me siento bien, dejamos la charlita para otro día
-¿Estas invitándome a una cita vos?-me preguntó entusiasmado, quería matarme yo misma.
-Chau, rico desayuno-le respondí antes de irme.

Manejé y al llegar subí rápidamente a mi oficina, parecía un fantasma andante.
-Que mala cara La-Candela se acercó con una taza- te hice té porque te veo mal, tal vez te hace bien, que se yo, tal vez tendrías que volverte
-Yo me siento mal porque... Fui a ver a David-casi se lo dije en un susurró para que no lo escuchara del todo bien.
Ella suspiró.
-¿Algún día vas a escucharme?-ella se sentó frente a mi- soltá tu puta ambición por tenerlo todo, ya lo tenes todo, no vaya a ser que lo pierdas por seguir queriendo más
Candela me estaba hablando mal, estaba enojada conmigo, con mi decisión.
-No quiero que después vengas a llorar a mi casa-ella se puso de pie y me dejó sola.
Eso hizo que me pusiera mal, tal vez tenía razón.
No quise llorar pero no pude evitarlo, malditas hormonas.

Cuando Peter se asomó a la oficina me encontró comiendo distintos tipos de chocolate, el día anterior me había comprado una caja de bombones para mis momentos de ansiedad.
-¿Antojada?-elevó sus cejas, cerró la puerta y se acercó hacia donde estaba yo, me puse de pie dejando de comer, me besó suavemente el cuello, eso hizo que me estremeciera.
Quedé apoyada sobre la pared, Peter comenzó a dejar besos por toda mi cara y me fui relajando cerrando mis ojos.
Tal vez solo necesitaba un momento como estos para olvidarme de todo.
Puse el seguro a la puerta de la oficina y en cuestión de minutos terminamos entregándonos a la pasión de manera salvaje.
Me aferré hacia el cuello de Peter mientras no podía parar de besarlo, cuando quedó mi nariz sobre la suya solté un suspiro estando agitada.
-No soy de.. Nunca hago este tipo de cosas en cualquier lugar...-iba a seguir explicándole cosas a Peter pero me besó- dejame terminar mi explicación
-No hay nada que explicar, simplemente nos pusimos hot-se rió en mi cara, acomodó mi pelo detrás de mi oreja- nunca vamos a tener que hacernos explicaciones entre nosotros, somos marido y mujer, sos Mariana Lanzani
-Mariana Esposito de Lanzani, eso es muy distinto-se lo corregí- nunca quiero deshacerme del apellido que me dio mi mamá.. Ella me crió sola, mi papá nunca se reportó, no me dio el apellido..
Mis ojos se llenaron de lágrimas, otra vez maldije internamente a mis hormonas.
-No... No sabía eso Lali-Peter me dio un abrazo.
-Es verdad que no nos conocemos del todo..-suspiré- pero pienso ir abriéndome.. No soy todo lo que ves o imaginaste Peter.. Tal vez sea una desilusión cuando conozcas más acerca de mi..
Él puso su mano sobre mi boca para callarme.
-Tenemos mucho que conocer del otro, pero lo nuestro es algo que tenía que ser.. Nuestra química.. Es algo que nunca viví antes-suspiró y se puso a jugar con mi pelo- y vamos a tener un bebé, ¿crees en las señales?-su pregunta me descolocó, pero terminé asintiendo con la cabeza- tal vez todo tenía que suceder así para que estemos viviendo este presente lindo..-besó dulcemente mi frente, lo abracé bien fuerte, no quería soltarlo, pero tuve que hacerlo.
Ambos nos vestimos e hicimos como si nada hubiese pasado, me puse a mandar mails y acordar citas con clientes por videollamada.

Llegar al departamento fue un alivio, me volví antes de Peter para hacerme un baño relajante y tratar de no pensar tanto en todo lo que había pasado en los últimos días, pero fallé, no paré de pensar en la "cita" de desayuno con David, eso me atormentó hasta que salí del baño.
Me puse una camisa de Peter para usarla de vestido, cuando él llegó me sonrió, nos dimos un abrazo.
-Nunca te lo dije, pero siempre amé tu perfume..-me lo susurró en el oído.
-Era el favorito de mi mamá..-esbocé una pequeña sonrisa- la recuerdo así todos los días, con cariño... Amor... Ella en mi casa no era como en el trabajo, era completamente otra persona, no era seria, no era dura.. En eso te pareces Peter.. Te veo como trabajas.. Pero detrás de como sos en ese momento, ahora y conmigo sos distinto.. Sos el hombre que nunca esperé conocer y querer así...-lo abracé nuevamente, fui sincera, esas palabras me salieron del alma.
Después agarré su cara entre mis manos para mirarlo bien, él me sonrió.
-Yo no era antes lo que soy hoy... Los sentimientos hacia otra persona, nos transforman, para bien pienso yo-suspiró, rozó su nariz con la mía, eso aceleró mi respiración- soy muy feliz teniéndote en mi vida
Su confesión hizo que se me erizara la piel, tonta y nerviosa me reí, le sonreí.
-Yo también lo soy...-terminé aceptándolo,
Besé reiteradas veces sus mejillas.
-Pienso cuidarte.. Cumplir con la promesa que hice hace dos años atrás, contra todo pronóstico, aunque la vida intente separarnos voy a cuidarte.. Pero eso no va a pasar.. Ahora estamos los dos siguiendo el mismo camino, juntos-eso me lo terminó susurrando sobre mis labios, me sentí mal, así que lo abracé nuevamente.
Yo también pienso cuidarlo, lo estoy cuidando, si hago las cosas que hago es por los dos, no solo por mi.
-Mi Lali-Peter hizo lo mismo que hice yo, besó mi cara varias veces dulcemente.

Fingida inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora