Don't Let Go -L.S

💌Capítulo 9:

20 de febrero de 2018

"Harry, no quiero que tomes esto a mal, pero, ¿has considerado llevar a Louis a una casa o algo así?" Zayn preguntó en voz baja mientras él y Harry se sentaban a tomar té en la mesa de la cocina.

Eran poco más de las 8 pm, y Louis estaba profundamente dormido en la cama, pero eso no había impedido que Harry cerrara todas las habitaciones y baños en caso de que se despertara y deambulara.

Harry suspiró, "Sí, lo he considerado. Pero se siente poco ético Z. No quiero simplemente enviarlo a alguna parte. Se merece su dignidad."

"Lo sé, pero por mucho que duela decirlo, solo va a seguir empeorando". Zayn dijo en voz baja: "¿Estás seguro de que puedes seguir cuidándolo? ¿Ser lo que él necesita?"

"Mientras pueda, seré su único cuidador". Harry dijo con firmeza: "Y cuando llegue el momento en que necesite más de lo que puedo proporcionar, le conseguiré una enfermera de cuidados paliativos".

Zayn asintió. "Perdón por mencionarlo. Solo estoy preocupado por ti Harry. Estás agotado. Te ves cansado, estresado."

"Estoy bien Zayn de verdad." Harry le aseguró. Era cierto, estaba cansado. Exhausto. Estresado. Preocupado. Pero le quedaba mucho tiempo y no quería nada más que pasarlo todo con su dulce esposo.

Zayn puso una mano sobre el hombro de Harry. "Eres tan fuerte amigo. Realmente lo eres."

***

21 de febrero de 2018

El color favorito de Louis era el verde. Siempre lo había sido. Solía ​​decir que le recordaba a los ojos de Harry. No había dicho eso en mucho tiempo.

Louis, sin embargo, no dejaba de emocionarse cada vez que veía el color verde. Hizo sonreír a Harry.

Hoy era miércoles. Día de las diligencias. Harry amaba y odiaba hacer recados con Louis. Le encantaba porque Louis disfrutaba estar afuera y ver gente, animales y el mundo. Lo odiaba porque era difícil. Tenía que mantenerlo cerca, asegurarse de que no se alejara o se perdiera. Y aún más, odiaba a la gente crítica. En el exterior, Louis no parecía tener nada malo, pero la forma en que hablaba y se comportaba hacía evidente su discapacidad, y la gente se reía o se alejaba rápidamente. Fue desgarrador.

Mientras caminaban, o más bien arrastraban los pies, por el supermercado, Harry mantuvo un brazo protector alrededor de Louis, asegurándose de que se mantuviera a salvo. Dado que el próximo día festivo era el día de San Patricio, el mercado estaba adornado con todo tipo de decoraciones y golosinas verdes, y Louis no podría haber estado más emocionado. Cada pocos pasos se detenía para tocar o intentar tomar una de las decoraciones.

Harry se rió entre dientes cuando Louis extendió la mano para tocar un sombrero de duende verde que estaba a la venta. "Es verde. Tu favorito." Harry dijo lentamente para que con suerte lo entendiera.

"Verrrdddeeee" trató de repetir Louis, con una amplia sonrisa.

"Sí, verde." Harry le besó la cabeza y continuaron por la tienda.

Y así fue durante el resto de su salida, deteniéndose continuamente cada pocos momentos para mirar algo verde. Y Harry lo encontraba tan entrañable, y siendo siempre paciente y amable, lo respetaba y dejaba que se detuviera cuando quería. Incluso si eso significaba que su viaje al supermercado tomó 2 horas.

Cuando finalmente llegaron a la caja, Harry no pudo evitar comprarle a Louis la gran paleta verde que había estado mirando.

"Aquí amor". Harry le entregó a Louis el regalo, haciéndolo sonreír.

"Verrdddeee" dijo Louis lenta y felizmente.

"Así es Lou. Verde." Harry siempre repetía lo que Louis decía, para validarlo y, con suerte, ayudarlo a aferrarse a la palabra.

Harry desenvolvió la piruleta y se la entregó a Louis antes de pagar sus artículos mientras el cajero miraba con torpeza. Louis sostenía el dulce boca abajo e intentaba comerse el palo.

El cajero se mordió el labio. "Umm" trató de no reír, "Creo que tal vez debería sostenerlo de otra manera, señor".

Harry lo fulminó con la mirada antes de centrarse en Louis. Él suspiró. "Aquí bebé, por aquí." Suavemente le dio la vuelta a la piruleta y ayudó a Louis a llevársela a la boca. Su sentido del gusto se estaba deteriorando, junto con el resto de su mente y cuerpo, pero el sabor seguía siendo agradable, así que Louis emitió un suave zumbido de placer.

La piruleta mantuvo a Louis ocupado durante todo el camino a casa. Siguió sacándolo de la boca y mirándolo, anunciando que era verde, tocándolo con los dedos (Harry esperaba no enfermarse por eso) y volviéndolo a poner en su boca.

"Bueno, esa fue una buena salida". Harry dijo sonriendo. Tenían tres salidas importantes a la semana. Los lunes por la noche eran noches de citas, los miércoles hacían recados y los viernes hacían algo con uno de sus amigos.

Louis se limitó a mirarlo en respuesta, antes de moverse para salir del auto.

"¡Oye! ¡Se supone que debes dejarme ser un caballero y abrir la puerta!" Bromeó Harry, a pesar de que Louis probablemente no entendió.

Louis 'ayudó' a guardar los comestibles, pero fue un poco más estorbo que útil. Siguió intentando poner todo en el horno. Desde helado hasta toallas de papel, pasando por la ensalada empaquetada que Harry había comprado.

Harry tenía lágrimas en los ojos porque tenía que mostrarle a Louis dónde iba todo. Pensarías que ya estaría acostumbrado, pero no creía que se acostumbraría alguna vez al hecho de que su marido estaba confundido y escabulléndose. Eso era algo que no podía aceptar.

Una vez que todas las provisiones estuvieron guardadas, Harry revisó el pañal de Louis, que había comenzado a usar recientemente, y encontrándolo limpio y seco, lo llevó al sofá. Luego, sentándose, con Louis a su lado, le contó sobre su pasado. Recuerdos que atesoraría para siempre mientras Louis escuchaba distraídamente, recogiendo algunas palabras aquí y allá, hasta que finalmente se quedó dormido.