La Marca De Houlman

Capítulo Dos

Clayton

Me consideran pintoresco y trágico. Y si, pueden que tengan razón. Miro a mi alrededor y todos están prestando atención a la clase a excepción de mi, la profesora Contreras, que es la mujer más baja que he visto en mi vida. Tiene ese aspecto un tanto llamativo por ser joven y agradable.

Ella es interrumpida de toda su palabrería sobre Las Zonas de Sagradas de Arizona. Por un sonido cerca de la puerta, Fiorella ha caído al suelo con su mochila. Todos tienen gestos divertidos, y puesto que estamos en el instituto, lo que significa que casi todo parece gracioso, sobre todo la humillación pública del otro. Su rostro refleja que está avergonzada y adivino que quiere desaparecer de aquí.

Conozco ese sentimiento mejor aún de lo que lo puedes conocerlo tu. Este sentimiento y yo llevamos mucho tiempo juntos. Cuando era pequeño las niñas me tenían asco, yo solo quería ser su amigo. Cuando fuí juzgado por mis gustos un tanto antiguos, sumándole mi forma de actuar y luego la discriminación de algunos profesores. Y por lo tanto, porque estoy acostumbrado a ello y sé que Fiorella está a punto de llorar, inclino mi silla para caerme yo. Todos se fijan en mí, y hay un silencio incómodo que es interrumpido por estudiantes con carcajadas y un par de “Rarito”.

La señorita Contreras se asombra de mi pequeña escena e intenta hacer caso omiso continuando con su clase. Me acomodo y miro en dirección a Fiorella, ella está sonriendo y no puedo evitar hacerlo también.

Cuando salgo de clase, me encuentro con Emily y Joey Miller, y por supuesto a Samantha Brown en la entrada del instituto. Una de las cosas que me gustan de este par de hermanos y la rubia es que no necesitan que les explique nada. Estoy, luego no, y ellos todavía me tratan igual, como su amigo.

Emily no para de discutir con su hermano como siempre. Y lo mira con mala cara por el rumbo que lleva Joey la conversación hacía su polvo que pasó hace una dos horas, según él por su hora libre.

-Deberías ser como Clay, todo un caballero y no un asqueroso -dice Sam.

Poca gente tiene algo bueno que decir de mí, pero aún así me gusta mi vida porque al menos le parezco distinto alguien en este mundo.

Cualquiera creería que mi altura aumentaría mis posibilidades con las chicas, pero mi reputación para todas es una porquería (al menos aquí en Estrella Middle School) y mi último corte de cabello me lo hizo el mayor de los Miller, según él es la nueva moda, según yo es el castigo más horrible que me pudo haber hecho. Me gustan las chicas difíciles y las que no son de este instituto, tengo suerte con las que no me conocen a mí y a mi jodida reputación.

Escucho una risa escandolosa y no puedo evitar buscarla por encima del hombro de Sam, y la veo, es Fiorella y un grupo de chicas que por suerte dos identifico como Marly Adams y Leslie Parker, desconozco el nombre de las cuatro chicas restantes . Y noto que creo que me gusta Fiorella, algo que no pasa mucho. Y todo porque es hermosa. (Es morena y de ojos grises, algo que no te encuentras todos los días en Arizona...)

Emily intenta ver qué miro. Vuelve a mirarme y esboza una sonrisa coqueta al encontrar mi objetivo con éxito.

-¿Apreciando la vista, Houlman?

Al oírla rápidamente desvío mi mirada al cielo.

¿Que demonios me sucede?