DESATINO ADAPTACION [MEWGULF] FINALIZADA

Capítulo 1

Historia Original de KimMemoriesAndHopes

—Hijo.

—Abuela Jeab –el pequeño Gulf hizo una reverencia completa para quedar arrodillado frente a la anciana madre alfa de su Padre Zee —¿qué hace de pie? La enfermedad su cuerpo no ha abandonado – mantuvo baja la cabeza esperando la respuesta de la mujer.

—Levanta tus rodillas del piso, no estoy acá para recibir tu pena, hijo –Gulf aun en duda le hizo completo
caso a su abuela y quedando
ambos frente a frente ella pudo sonreír —he venido a tu aposento para saber de ti, querido. Tú y tus penas agobian mi corazón y no he podido tomar un santo
descanso.

—Abuela –el chico bajó la
mirada a sus pies meditando
su respuesta unos segundos
—¿Hay algo de lo que yo no esté enterado?

—Algunas incertidumbres
hasta el día de tu muerte. Aún ahora, has de llenarte de ellas y no puedo mas que informar tus designios desde el día que dieciséis primaveras lleguen a ti

—Mi corazón late despavorido.

—Tú corazón está batiendo tus pensamientos. Existe alguien destinado a llenar tu vida, está clamando piedad del mundo impuro en que le ha tocado reencarnar. Debes correr a su encuentro y tomarlo para que su marca repose por muchos siglos sobre tu cuello. Deja que tome de ti...

—¿Tomar de mi? –interrumpe el menor. En verdad estaba teniendo temores por lo quue sus dias venideros trajeran, la mujer no era de mucho hablar, pero él estaba seguro de que ella está teniendo una visión justo ahora, por ello la manera de sus palabras y el
tono de su voz. Era como una
antigua bruja alfa que años
atrás nadie pudo matar.

—Tomar de tu cuerpo, beber de la impureza y dar al mundo la creación de esta... Gulf hijo del lider de la manada mas poderosa de lobos, omega heredero, omega elegido por los dioses a ti encargo los pesares de mi alma para que los ates a aquellos que han dejado el mundo antes que mi ser.

La anciana de ojos color zafiro elevó sus manos hacia
el cielo que se mostraba por
el balcón, las noches estaban
siendo calidas y de pronto la
lluvia había empezado a caer, no era una tormenta, mas bien una brisa poco delicada que terminó por llevarse las cortinas que cuidaban de su privacidad.

—Tú has de liberar a tu
pueblo de la muerte y te has
de liberar a ti del futuro que
los seres de oscuridad han
preparado. No dejes que tus
pies quiebren y echen raíz en
estas tierras malditas, hijo...

Las piernas de Gulf se sintieron de pronto muy pesadas y el corazon ltiendo
desesperado queriendo cruzar la carne de su pecho y volar libre a su destino.

—¿Malditas? ¿tienes en tus labios el nombre de mi
destinado? –pregunta como
última opción, su abuela le había dado la espalda y ahora ninguno hizo mayor
movimiento que respirar.

Unos segundos después la
brisa desapareció dejando ver la obscura noche a la que se habían acostumbrado.

El menor siempre tuvo fe de conocer su verdadero propósito, por algo era el único en la manada nacido
con cabellos negros como la
noche y ojos tan profundos
como un túnel, él era como
la prueba dogmática de las
maldiciones.

—Vas a reconocer al ser de la
noche mirando a sus ojos, él
dirá de nombre...

—¡Madre! –La potente voz de alfa venida del lider Zee hizo a mas de uno doblegar sus piernas, incluso Gulflf cayó de rodillas sobre la alfombra rojiza del piso en su
habitación.

La anciana alfa estaba tan
vieja que se permitió intimidar por su hijo, giró su cuerpo para encararlo y quizá abofetearlo por haber sido tan brusco ante la presencia del hijo menor.

—¡Te he rogado quedarte en
cama!

—Mi cuerpo está mejor...

Mientras madre e hijo discutían sus problemas, Gulf se permitió observar el cielo justo cuando una estrella fugaz hizo presencia.

"Las estrelas fugaces son
deseos de los dioses. Ellos las
envían para dejar una vida o
llevarse una...

Dos horas después la noticia
de la muerte de su abuela llegó a él por parte de Nunew.

—Madre.

—¿Si? –Nunew, omega lider de la manada, padre de dos hijos alfas y un precioso omega, cabello negro y ojos color jade prestaron toda su atención al menor de sus cachorros tirado en la cama y arropado por suaves mantas.

—Yo la vi.

—¿Qué has dicho?

—Yo ví a mi abuela marchar
junto a la estrella... los dioses
la reclamaron y ella no quería.