DESATINO ADAPTACION [MEWGULF] FINALIZADA

Capítulo 8

Historia Original de KimMemoriesAndHopes

Su pulso se estabilizó pasando unos minutos, lo siento respirar mejor y sus lágrimas ser más escasas. Lo alejo un poco de mí, su aroma es demasiado intenso me está mareando y tengo que pensar bien que hacer.

Él esta en shock, aún no cae en cuenta de la atroz realidad a la que está sometido. Acaricio su mejilla bañada en lágrimas y él araña leve mi espalda sin permitirme tener mucha movilidad, tiembla un poco (mucho).

—¿Qué hago? –su pregunta
sale en un hilo de voz, ligeramente mirándome con
vergüenza. Mis manos se
mueven por si solas hasta
tomarle ambas mejillas para
que su mirada estuviera fija.

—Vamos a esperar, alguien
vendrá por ti. –acarició su
cabello, si supiera que frente
a mis ojos se ve tan inocente,
por que somos tan inocentes
como la poesía que recién
inventó el poeta que acaba de
nacer.

Su dolor puedo sentirlo yo dentro de mi pecho martillando fuerte, y ese coraje por si mismo, el odio y el asco..estoy reteniendolo entre mis dedos por que quiero golpearlo y que reaccione. Que quizá él no
tenga toda la culpa, que solo
son los dioses pidiendo que
de nuestros labios salgan
blasfemias para ponernos un
castigo.

De pronto un viento fuerte y un sonido estridente logra perturbar la poca tranquilidad en el ambiente, sus aromas están cubiertos por colonia, pero puedo distinguir su procedencia. Ellos son vampiros.

Vestidos de negro y armados
completamente, escuderos y
comandante puestos frente a nosotros imponiendo su dominio en el territorio,
aunque solo sea la sala de Mew.

—Mew Suppasit –habla el
tipo mas alto de entre los tres.

Él ni siquiera me miró, sino
sus ojos mirando a Mew, posiblemente analizando sus facciones y la escena del
crimen

—Hijo del clan. Hemos venido para llevarte a tu hogar.

Mew parece no entender, por que no me mira ni lo mira a él, sus ojos en la mesa o en el piso, no lo sé. Solo parece
perdido.

Yo solo quería quedarme como un adorno más, un
mueble o la silla, pero él me
vió y no tuve remedio que
mirarlo de vuelta.

—¿Quienes son?

—Son tu familia... –él negó con la cabeza, parece no
asimilarlo —cariño, ahora no
estás entendiendo nada, pero
te prometo que pronto, muy
pronto te van a explicar todo
y vas a poder vivir bien.. –sin
mi.

—Rattana –sus ojos me miraron acusosos, no pude dejarlo sin respuestas —la necesito, mi...

—Shh ella está bien –miré al
tipo grandote hacia arriba —es su novia... —no puede venir con nosotros, es una humana.

—Está... embarazada –miré a Mew nuevamente, me negó con la cabeza —no voy a dejarla, no lo haré.

—Entonces vendrá con
nosotros ¿algo mas? –Mew negó.

—¿Ves? Todo resuelto, Mew estarás bien y esto se va a quedar como un mal recuerdo –incluso yo quedaría en el recuerdo, pero
es por su bien, y por mucho
que mi lobo quiera quedarse a su lado, quiero vivir y por
supuesto él también.

—Debemos irnos.

—Anda –ayudé a Mew a ponerse de pie, por la posición sobre sus rodillas le costó un tanto sostenerse por si mismo, pero el tipo grandote lo tomó como un
saco de papas alejandolo de mi considerablemente — estaremos bien.

—Tu –me señaló el tipo. Mi
sangre se congeló por unos
segundos, el ambiente es aún
mas pesado y no tengo por
donde huir.

—Yo..yo –su mirada está
mortificandome, está sobre mi cuerpo escudriñando si es que encuentra algo raro...- me iré luego –aseguré.

—No necesitamos dejar
evidencias, y si Mew no te necesita, no queda más que acabar contigo. Es una lástima, eres muy bonito...

—¿Bonito? –la sonrisa en sus
labios hizo que mi piel se
erice, asiente levemente con
la cabeza. Miro a Mew, él sigue con la mirada gacha y el cuepo como gelatina siendo sostenido por el grandote.

—Te mataremos, no dolerá... –¿matarme? ¡Por todos los
dioses!

Haber planteado la situación
era menos complicado que
vivirla.

Dudo que yo pueda defenderme, son muchos... y
como dijo Mew y yo no
somos nada, por lo tanto no
puedo quedarme como testigo de este horripilante caso.

—No diré nada.

—Lo lamento bonito, no
podemos creer en tu linda
boquita –me alejo un poco, el
tacto de Mew se deja de sentir sobre mi piel, me siento un tanto vacío y mi lobo llora por haber sido rechazado de esta manera. Volteo a mirar a la ventana, la noche está siendo mas fría y cada vez más obscura.

Tengo miedo.

Las manos del grandote toman algo de su cintura, parece ser una daga con un diseño en forma de serpiente blanca...

Mew fue tomado por otro de los hombres mientras se acerca a mi. No puedo retroceder mas, mi espalda
duele al golpearse con la
pared.

—¿Eres... omega? –su nariz
está en mi cuello y por mucho que intente alejarlo con mis manos, él tiene más fuerza.

—¿Qué clase de omega viene a casa de un vampiro? – susurra volviendo a  mirarme.

—El olor a sangre me llamó –respondí tajante.

—¿Sentiste el olor de muerte? –una de sus manos está sobre mi cintura y poco a poco va subiendo por mi abdomen.

Mew mira pero no dice nada

¿Qué te pasa idiota?

El roce de su tacto quema sobre mi vientre, necesito alejarme de él de alguna manera, me siento aprisionado y con miedo. Mi lobo es más valiente e insiste en atacar, la mirada asesina del vampiro nos pone nerviosos.

—Pero qué tenemos aquí –su
mano deja de moverse sobre
esa zona —¿lo sabe?

—No y no pienso decirle nada.

—¿Tienes a donde ir? –negué.

No puedo explicar como su
mirada cambió de maldad a
compresión. Sus ojos negros se detienen sobre los mios un par de segundos, deja de tocarme pero no se aleja, mi lobo lo está rechazando, pero yo.. es algo distinto —si él no pide que te lleve, no puedo hacer nada por ti, bonito.

—No quiero morir.

—El viene conmigo –la voz de Mew interrumpe lo que quiera que haya dicho el grandote, intento ver por
sobre el hombro pero es
mucho más alto que yo —
déjalo.

—¿Y si no quiero? –se voltea
encarando a Mew, yo me quedo detrás por que esto no
me suena bien —¿me vas a
morder?

—Algo mucho mejor –están
enfrentados, puedo olerlos.

—Oigan.. –susurro bajito,
aunque estoy mil veces seguro de que me han escuchado —yo... no me siento bien. Sus aromas son fuertes...

Y no miento, por que dejando
de hablar mis piernas sienten
un peso que me hacen caer
dolorosamente. Ninguno fue
suficientemente rapido para
evitarlo, y cierro los ojos.

Oh no!! Qué le habrá pasado?