DESATINO ADAPTACION [MEWGULF] FINALIZADA

Capítulo 4

Historia Original de KimMemoriesAndHopes

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Dependía de muy pocos factores el hecho de que tu
destinado no fuese un lobo lo que también era tomado como una maldición por el simple contacto con una raza completamente distinta a la suya, una con la que permanecían en guerra de
años.

Pero Gulf estaba retando sus propias creencias al ir tras ese olor a sangre.

Si, sangre, metal o hierro.

Por qué podía escuchar sus sollozos a la lejanía y sentir una porción de dolor casi insignificante sobre su pecho. Le parecía un hecho muy extraño solo la marca unía a los destinados de esa manera y generaba una cierta conexión física en sus cuerpos.

Gulf no portaba una marca sobre su cuello.

Las calles de media noche
vacías y obscuras le parecían
un tanto tenebrosas, tener
que caminarlas sin conocerlas y solo estar guiado por un aroma a sangre, era una escena patética.

Pero Gulf Kanawut era muy
patético desde su nacimiento.

Ni la luna se asomaba por el
cielo, ni las estrellas querían
dar su espectáculo nocturno
temerosas de los seres
inmortales que habitaban la
tierra.

Fue un poco mas diligente
pero indeciso sobre que
camino continuar pisando.

Habían dos y debia elegir sólo uno consciente de tomar una muy mala decisión.

—He tomado peores decisiones y sigo vivo, una mas no puede matarme –Y Gulf tomó el camino de la derecha.

Aunque si lo observaba más a fondo y caminando por sus
aceras ¿como habrá sido el
camino izquierdo?

Peor, posiblemente.

—¿Te has perdido, cachorro? –una voz gruesa junto a un tipo maloliente a cerveza se
puso en medio de su camino,
tapándole el paso junto a tres
tipos igual.

Ellos lucian casi tan altos como los alfas de su manada,
aunque tan poco inteligentes,
tan poco fuertes.

—Te he preguntado –habló
nuevamente. Y Gulf no pudo negar que tuvo un tanto de miedo, no había enfrentado a nadie de esa manera antes —
¿te has perdido cachorro? –sus puños se cerraron y avanzó al frente del azabache, quería diversión y él no se la iba a negar.

—Sé a donde voy –susurró
apasible, por el momento.

Gulf no sabía pelear, para nada, sin embargo no dejaría que le dañaran tan fácilmente.

—¿Me tienes miedo? –la
pesada mano sobre su hombro hizo estremecer a Gulf —¡el niño me tiene miedo! –sus "amigos" rieron junto a él, sus asquerosas carcajadas llenando el incomodo silencio de la calle —¿me tienes miedo
dulzura?

—No –firme y demandante
responde. No iba a bajar la
guardia —estoy yendo a casa
de mi novio  –mintió.

—¿Quién es tu novio? –su mano sobre el pequeño hombro ejerció fuerza —responde –apretó un poco más con la intención de causar daño y obligarlo a hablar

—No tengo por que dar
explicaciones.

Inhalo y exhalo, seguramente
tendría un golpe por ello. Y así fue, no tardó mucho en que el puño del tipo estampara su rostro con fuerza casi haciéndolo caer de espaldas.

—¿Ahora me vas a responder? –Gulf negó con su mano sosteniendo su mejilla —¿seguro? –no contestó y sin bajar la mirada sonrió de lado —por qué presiento que quieres empezar a jugar –el tipo era un ser asqueroso, con su lengua pasando cada
segundo sobre sus labios, su
barba larga y ese musculo
integrado en sus brazos a base de inyecciones haciéndolo ver como una papá frita.

Los demás fueron menos
cautelosos y se lanzaron a Gulf golpeandolo con.fuerza. Admitía que le dolía, pero por naturaleza el cuerpo tenía un tanto mas de soporte
a los golpes de esa índole y las heridas podrían curarse luego.

—¿Ves? ¡Eres un niño rico! No eres nada sin tus papitos –repetía una y otra vez
mientras golpeaban su cuerpo.

Papá

Zee y Nunew habían abandonado a su cachorro. ¿En donde están? Los necesito. Tan solo debían despedirse decir adiós no era tan dificil. No era una maldita catástrofe por que a mi me iba a doler más. Nunew ¿por qué tu? Si dijiste que crecí dentro de ti ¿ni por ese dolor te quedaste?

Y de pronto sus lagrimas
cayeron gruesas sobre sus
mejillas, debía ir aceptando su realidad, una en donde fue
abanadonado cruelmente por
su manada.

—¿Acaso eres marica? – pregunta el primer tipo —deja de llorar, mierda. Das asco.

No, Gulf sabía que llorando se veía bonito, pero esos tipos no estaban preparados para aceptarlo.

Cuando se cansaron ellos mismos recogieron sus
chamarras y se fueron.

¡Pero que tipos mas inútiles!

🌑🌑🌑

[y si el destino lo quiere,
sucede]

—¡Santo cielo!

Gulf no notó cuando su cuerpo había cambiado y su
omega en busca de sanación
salió. Pero era un perro, uno negro y muy pequeño, como un cachorrito. Las manos calidas de la mujer lo acariciaron en la cabeza
incada a su lado, eran suaves
su aroma muy delicado. Le
gustó.

—Mira es un cachorro macho –dijo ella a la persona que se
acercó —llevemoslo a casa, lo
han lastimado mucho.

Y aunque Gulf pudiera moverse normal, dejaría que
los humanos se hicieran cargo de él. Lo merecía después de haber caminado por horas bajo el sol.

Se dejó hacer en los brazos de la mujer hasta llegar a lo que era su hogar. Uno comodo y seguro.. uno que olía a sangre.

¿Sangre? Mierda...

Su corazón estaba saltando,
pero no era emoción ni alegría. Era miedo, miedo de lo que se estaba creando cerca de él. Y no estaba preparado para afrontarlo.

[Muchos años atrás las
naciones se dividieron siendo
los humanos esclavos de las
bestias. Los vampiros sangre pura eran una secta de personas que vivian en las sombras, se alimentaban de sangre humana y eran frios, agrios y seres crueles que mataban por diversión. A los dieciocho años su cuerpo
mutaba. Cambios fisicos, sus
dientes normales se caían
siendo remplazados por unos
afilados y letales, un par de
colmillos sanguinarios y
gruesos listos para insertarse
en el cuello de algún chico o
chica joven y de sangre virgen. Sus costillas se hacían mas fuertes, algunas se quebraban y se unían a las que estaban arriba de ellas fortaleciendose entre si, su corazón bombeaba mas rápido durante la transformación y luego de esta parecia que no lo hiciera. Todo dentro cambiaba, y dolía, y sangraba... Lo peor era su instinto incontrolable, iban a asentar a cualquiera que estuviera enfrente de ellos, bebían de su sangre sin saciarse por completo. Pedian y pedían más y si no estaban satisfechos podían salirse y causar caos por que atacaban a su propia familia...
Pero existía una medicina: el
sexo]