Somebody to love

La cabaña

Narradora

Shun cerró el local para terminar su último turno del trabajo, esta semana había sido muy pesada para él, se subió a su motocicleta y se dirigió a casa, llegó pasando la media noche, tenía tanto sueño que al cerrar la puerta se tiró al sillón y en seguida se quedó dormido.

A la mañana siguiente, es decir el jueves, sus padres bajaron para desayunar y se llevaron una gran sorpresa al verlo dormido en el sillón con el uniforme de su trabajo, intentaron levantarlo varias veces, pero solo se daba la vuelta y decía incoherencias, como "no quiero" o "no hagas eso June", Akira y Hideyoshi, lo miraron confusos y prefirieron dejarlo dormir, nunca pensaron que su hijo tuviera un sueño tan pesado.

Todo el santo día durmió, hasta que en la madrugada del viernes sonó su alarma, al principio el peli verde la ignoró, pero después se hartó y la apagó, olvidándose del porque la había puesto, poco tiempo tardo en captar el llamado, cuando por fin entendió, se levantó del sillón y subió corriendo a su cuarto, preparó lo mas rápido que pudo su maleta, también se dio una ducha rápida.

Bajó a la cocina y dejó una nota, mientras que en la boca tenía un pedazo de pan, se dirigió hacia la avenida para tomar un taxi, ya que para su viaje no podría llevarse su adorada motocicleta. Pocos minutos después llegó a la mansión Kido, ahí se encontraban, su hermano y sus amigos y amigas, solo faltaban Shiryu, Shunrei y Seiya.

En la sala, Saori se encontraba hablando con Pandora, por otra parte Flare intentaba mantener una conversación con June, al igual que ella luchaba por no caer en el sueño, Shun e Hyoga hablaban alegremente e Ikki como siempre se mantenía distante.

A las siete de la maña llegaron Shiryu y compañía, solo que esta vez Seiya se venia riendo con Shunrei, y el peli negro tenía cara de pocos amigos y en su mano derecha traía su chaqueta algo mojada...

-Hola- mencionaron todos al unísono, y aquel trío respondió su saludo

-¿Qué te pasó Shiryu?- preguntó Shun

-Nada- mencionó algo frío, mientras que al mismo tiempo sacudía su chaqueta, en ese instante otra vez Shunrei y Seiya soltaron la carcajada

-¿De que se ríen?- mencionó Saori, provocando que las risas cesaran en especial la de Seiya

-Es que- dijo Shunrei intentando no reír otra vez- Mientras veníamos, pasamos por Seiya, y cuando íbamos a cruzar la avenida, pasamos la banqueta, y había hielo, Seiya y yo la pasamos sin problema, pero Shiryu se resbaló y cayó de espaldas- no pudo evitarlo más y se hecho a reír junto con el castaño

-Entonces, Shiryu se levantó, sin embargo pasó muy rápido un automóvil y lo baño con agua y nieve- esto lo dijo Seiya, haciendo que todos se rieran de la desgracia de Shiryu

-Bueno ya, déjense de reír de mis desgracias- respondió enojado

-Pero si es imposible- contestó Seiya, recibiendo una fulminante mirada por parte de su amigo

-Listo chicos, ¿ya nos vamos?- decía Abel bajando entrando a la sala

-Si- dijeron al unísono

-Muy bien, vámonos a la camioneta que el viaje es largo

Todos tomaron sus cosas y salieron al garaje, dejaron sus maletas en la cajuela y después empezaron a subirse...

-Shiryu amigo mío- le dijo de forma melodiosa

-¿Qué quieres Seiya, no tengo dinero?- le respondió de forma seca

-Oye, yo no te iba a pedir dinero- se sintió ofendido