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—¿Puedes dejar de ir tan rápido?

Grite a las espaldas de Dallas, que iba a unos cuantos metros de distancia. Habíamos decidido ir a correr por un parque, pero Dallas no me esperaba ni un poco. ¡Llevábamos corriendo 30 minutos! ¡¡30!!

Era demasiado, sentía mis piernas temblando y podría jurar que estaban a nada de dejarme caer.

—¡Apresura el paso Melody!

¡¿Qué?!

—¿Quieres matarme? Mira que Felacio me va a extrañar en sus sueños.

El que nombrará a "Felacio" hizo que para en seco y me mirara, aunque todavía tuve que trotar un poco más para alcanzarla.

Y al hacerlo, ella se miraba como si hubiera estado acostada todo el día, no estaba agitada, solo un poco roja, ¿pero qué está nunca se cansaba?

—¿Se llama Felacio? ¿Cómo es que recuerdas su nombre?

—No lo hago, solo sé que inicia con la letra F y ya.— Dallas frunció el ceño confundida.

—¿Y por qué Felacio? Existen nombres más... no sé ¿comunes?

Me encogí de hombros—Fue el primero que me apareció al buscarlo en Google.

Me dio una mirada furtiva, y comenzó a caminar, me apresuré a seguirla, no quería quedarme sola tan temprano en el parque.

—¿Puedo contarte algo?

¿Será el motivo por el que había llorado? ¿Estaba lista?

—Sabes que si Dallas.

Una mueca se formó en su rostro, seguimos caminando en silencio, yo no me atrevía a decir nada; ella tampoco lo hacía. De igual manera, no pensaba presionarla, nunca.

—Tengo mis motivos para que me disguste un poco el que me llames por mi nombre... Pero mi psiquiatra dijo que tenía que intentarlo, después de decirle que tú me llamaste así en varias ocasiones.— me miro un momento, evaluando mis reacciones, las cuales en este momento me esforzaba por no mostrar nada, necesitaba se la escucharan, no que la juzgaran — Me recomendó que permitiera que me llamaran por mi nombre, así podría avanzar de poco a poco. Sé que tienes dudas y que quieres saber muchas cosas Di, te conozco; y las sabrás a su tiempo... ahora, no me siento lista.

—¿Puedo llamarte por tu nombre sin que te molestes?.—interrogue buscando la respuesta en su mirada, la cual no me devolvió.

Asintió, pero no me pasó desapercibido el temblor de su labio inferior, como si fuera a comenzar a llorar.

—Bien, Jess, vamos a continuar.

Antes de que pudiera comenzar a correr, tomó mi brazo y me abrazo.

—Gracias, por no hacer preguntas.

Al soltarme, sus ojos acuosos me miraron, a pesar de verse tristes y vacíos, había un pequeño brillo de esperanza. Y eso me causó una inmensa felicidad, ella estaría bien y la apoyaría hasta que lo lograra por completo.

—Quiero caminar, no me has contado que ha pasado con él tal Felacio.

Una sonrisa boba se formó en mis labios, ante la mención del nombre asignado al chico de mis sueños para dejar de decirle así en público. Una niña ya me había mirado como si estuviera loca una vez, y en otra ocasión una señora mayor se acercó a decirme que era tierno que llamara así a mi novio, ese día desee tanto verlo en mis sueños para mencionarle eso, por lástima no recordaba haber soñado con él.

Y eso aunque quisiera ocultarlo, me decepcionaba, lo extrañaba un poco, a pesar de que conscientemente no recordaba mucho de mis sueños, existían estos pequeños fragmentos que al pasar por mi mente, provocaban que mi piel se erizara y que mi corazón se acelerara.

Te veo en mis...¿sueños?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora