LA EMPERATRIZ DIVORCIADA - UNA NUEVA HISTORIA

COMENZAR DE NUEVO

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--PUM--

Un fuerte sonido se escucho en toda la oficina, si hubiera habido alguien cerca se pudo haber dado cuenta que el origen de este ruido era de la silla del emperador cayéndose con el hacia atrás.

S: eso dolió - dijo tocándose la cabeza por el fuerte golpe - donde estoy

Al recomponerse, pudo observar que estaba en su oficina, pero al ver más detenidamente vio que todo está como si nada hubiera pasado como si nunca hubiera habido un ataque. A su mente llegaron dos posibles explicaciones o estaba muerto o estaba soñando.

S: estoy muerto - ese pensamiento cayó como un balde de agua fría -

Ese era la posibilidad más lógica, puesto que lo último que recordaba era la caída del balcón y la cara del sujeto enmascarado, además recordó que desde pequeño le decían que al morir, si viviste bien y haciendo lo correcto te hibas al cielo y sino tu alma era encerrada por toda la eternidad

S: entonces estoy muerto y pasaré toda la eternidad en mi oficina - mira su escritorio - y estos documentos

El emperador miro los documentos un rati, para luego dejarlos en la mesa, penso que talvez era un castigo divino por todo el daño que había causado, cerro un poco los ojos y se quedó en silencio pues sabía que aquí ente lugar pasaría la eternidad sin salida, sin reino, sin familia, sin NAVIER, esto último hizo que al emperador se le empezaran a aguar los ojos, pero en ese instante alguien entro por la puerta, al ver quién era el emperador quedó en shock.

MK: disculpe la demora majestad

S: marqués Karl, es usted

MK: ah, disculpe

S: ah, estupendo no solo estoy muerto, también estoy loco.

Al escuchar esto el marques se preocupo, puesto que nunca escucho nada semejante salir de la boca del emperador

MK: se encuentra bien majestad, quiere que llame a su médico.

S: no estoy bien, después de todo ya estoy muerto, no es así

MK: ah, muerto, pero si en su último chequeo salió perfecto.

S: claro que sí estoy muerto, morí a manos del enmascarado y su ejército que devastaron la ciudad.

MK: discúlpeme el atrevimiento majestad, pero la ciudad está normal, no ha habido ataques desde hace más de 100 años.

Las palabras del marqués dejaron en shock al emperador, la ciudad intacta, no, era imposible, si el mismo lo vio con sus propios ojos.

S: el pueblo está intacto - corrió al balcón -

MK: majestad

Al abrir las puertas del balcón el emperador quedó en shock total, delante de él estaba la ciudad intacta como si no hubiera pasado nada.

MK: majestad, se encuentra bien

La voz del marqués lo despertó del shock y al darse cuenta que no estaba muerto, pensó que talvez estaba soñando. Así que pellizco las mejillas, se golpeó la cara y se mojó la misma con un vaso de agua que estaba en su escritorio, pero nada.

S: Entonces no estoy muerto, ni en un sueño.

MK: majestad se encuentra bien

S: si estoy bien tranquilo, marqués que fue lo que paso

MK: lo que paso, se le olvidó que me pidió que fuera por unos documentos al archivo del palacio.

S: no hablo de eso, hablo del ataque, de los soldados enemigos, de la destrucción del pueblo.