BAILE ANCESTRAL

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El palacio estaba decorado con esplendor para el gran baile imperial. Evaly estaba emocionada, vestida con un hermoso vestido que resaltaba su elegancia. Mientras caminaba por los pasillos hacia la sala de baile junto a la emperatriz Navier, la energía de la fiesta llenaba el aire.

En otro rincón del palacio, Heinrey, un apuesto príncipe de un reino vecino, se preparaba nervioso para buscar a la emperatriz. Había oído hablar de su belleza y gracia, y decidió pedirle un baile en esta ocasión especial.

Heinrey: - susurrando para sí mismo - Esta es mi oportunidad. No puedo dejar que nadie más se le acerque antes que yo.

Mientras tanto, Rashta, al enterarse del deseo de Heinrey, ideó un plan para ganarse su favor. Si podía obtener el baile con el príncipe, podría usarlo como una manera de acercarse nuevamente al emperador.

Rashta: - sonriendo maliciosamente - Si consigo este baile, Sovieshu se dará cuenta de lo valiosa que soy.

El momento llegó, la música llenó la sala y los invitados comenzaron a bailar. Heinrey, con paso decidido, buscó a la emperatriz en medio de la multitud.

Heinrey: - pensando - Hoy será el día en que baile con la mujer más hermosa del reino.

Sin embargo, mientras se acercaba, Rashta, con un vestido que resaltaba su encanto, interceptó a Heinrey.

Rashta: Príncipe Heinrey, ¿me concedería el honor de un baile?

Heinrey, sorprendido, dudó un momento, pero al ver la sonrisa encantadora de Rashta, aceptó.

Heinrey: Por supuesto, mi dama. Será un placer.

Rashta, satisfecha con su astucia, se acercó a la emperatriz Navier, quien observaba la escena con curiosidad. Mientras tanto, Sovieshu, notando la situación, decidió intervenir y sorprender a todos.

En un movimiento audaz, el emperador se arrodilló frente a la emperatriz Navier, sosteniendo una flor dorada en su mano.

Sovieshu: Mi amada Navier, ¿me concederías el honor de este baile?

Navier, sorprendida y emocionada, aceptó la oferta con una sonrisa.

N: Con gusto, Sovieshu.

El baile comenzó, y la pareja imperial se movió con gracia por la piso de baile. Heinrey, perplejo y resignado, observaba desde la distancia.

El salón de baile estaba iluminado por la luz tenue de las velas, y la melodía de una fábula ancestral comenzó a llenar el aire. Sovieshu sostenía la mano de Navier con ternura mientras se movían en armonía con la música.

N: - sonriendo - Esta canción es hermosa. ¿Cómo la conocías, Sovieshu?

S: La escuché en algún momento y pensé que sería perfecta para este baile especial.

Las luces suaves de las velas destilaban una luz dorada que acariciaba el salón de baile, creando una atmósfera de intimidad. una fábula ancestral empezó a escribirse en el resonar del tiempo, envolviendo a Sovieshu y Navier en una melodía que parecía nacer de sus propios latidos y nunca acabar.

Sovieshu, con un toque de gracia en su mirada, tomó la mano de Navier como si sostuviera el tesoro más precioso. Los dos comenzaron a moverse con una armonía que solo el amor verdadero podía crear. Cada paso era una declaración de su conexión profunda, de años de altibajos superados juntos.

La emperatriz, con su vestido elegantemente tejido, se deslizaba con una gracia etérea. Los ojos de Sovieshu reflejaban admiración mientras la sostenía, como si el mundo entero desapareciera a su alrededor, dejando solo espacio para ellos dos.

N: - susurrando - Sovieshu, este baile es maravilloso.

S: - sonriendo con ternura - No, Navi lo maravilloso es poder compartirlo contigo, mi vida, mi amor eterno, mi emperatriz, mi amor.

La sala, llena de la magia de la música y el aura de los emperadores, observaba en silencio, como si estuvieran presenciando un momento sagrado. La canción, con sus notas melódicas, pintaba un lienzo romántico que encapsulaba la historia de Sovieshu y Navier.

Cada movimiento estaba imbuido de un significado más profundo, como si estuvieran contando la historia de su amor a través de la danza. La distancia entre ellos se desvanecía con cada giro y cada abrazo, creando un vínculo que trascendía las palabras.

La canción alcanzó su punto culminante, y en un último giro, Sovieshu miró a los ojos de Navier, comunicando todo lo que sentía por ella en ese momento. La sala estalló en aplausos, pero para los emperadores, el mundo se había ralentizado, y solo existían ellos dos.

Después del baile, Sovieshu tomó la mano de Navier y la guió hacia un rincón más tranquilo del salón.

S: - susurrando - Este baile fue solo el comienzo, mi amor. Quiero pasar el resto de mi vida creando momentos como este contigo.

N: - emocionada - Y yo quiero cada uno de esos momentos a tu lado, Sovieshu.

Se abrazaron, sellando el baile en sus corazones como un recordatorio eterno de su amor. La canción se desvaneció, pero el eco de su melodía perduró en la memoria de todos los presentes, marcando la noche como una celebración del amor verdadero en el palacio imperial.

Mientras tanto, Evaly, fascinada por la música, observaba el baile de los emperadores con admiración. Rashta, por otro lado, intentaba disimular su molestia por no haber logrado su objetivo.

La voz suave del cantante llenaba la sala, creando un ambiente mágico. En un rincón, Heinrey observaba con resignación, reconociendo que el amor entre los emperadores era algo único e inquebrantable.

Heinrey: - suspirando - Tal vez no estaba destinado a ser. Pero al menos tuve la oportunidad de presenciar este baile majestuoso.

El baile de Sovieshu y Navier continuaba, y cada paso estaba impregnado de amor y complicidad. Evaly, contagiada por la magia de la canción, se unió al baile con entusiasmo.

Mientras la melodía llegaba a su clímax, Sovieshu, con un gesto elegante, guió a Navier en un giro exquisito. La sala estaba llena de susurros de admiración por la pareja imperial.

Rashta, frustrada por no haber logrado su cometido, se retiró discretamente de la sala, planeando nuevos modos de llamar la atención del emperador.

La canción llegó a su fin, y Sovieshu y Navier, entre aplausos y elogios, se retiraron de la pista de baile, dejando una impresión duradera en la memoria de todos los presentes.

La noche continuó con alegría y celebración, y mientras la melodía se desvanecía, el amor en el palacio imperial brillaba con más fuerza que nunca.

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⏰ Última actualización: Jan 13 ⏰

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LA EMPERATRIZ DIVORCIADA - UNA NUEVA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora