Capítulo quince.

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Capítulo quince.

Observo a Sasha maquillarse con mis objetos mientras suelto un suspiro lastimero.

Dos días, hacía dos días que no sabía nada de Shawn y eso me tenía nerviosa y la vez triste. Aquella noche luego de ponerse cariñoso conmigo nos subimos al coche y la trayectoria del camino fue silenciosa, incluso me atrevo a decir que incómoda. Decidí darle su espacio porque entendía que tenía que procesar lo que le había dicho pero lo que no entendía era porque se alejaba de repente cuando prometió que no lo haría nunca.

— Deja de estrujar el teléfono así, lo romperás. —me regaña Sasha, dejo se hacerlo y suspiro con pesar otra vez.

—Shawn no se alejará de tí por eso, y menos cuando te armaste de valor y se lo dijiste, cariño él te ama. — asiento obligándome a dejar de mirar una y otra vez el dichoso aparato esperando a que me contestara.

—Se está comportando como un idiota, cabe resaltar. —sentencia Logan cerrando una de esas revistas de moda.

—Es normal que se sienta un poco triste, eran también sus hijos después de todo.

—¿Y qué? Ellos lamentablemente no están, no se pone a pensar que con su desaparición le hace daño a una persona que está viva, ¿No se da cuenta? —observo con determinación a mis amigos. Se habían perdonado la pelea anterior pero no habían disipado la tensión entre ambos. Ahora por todo comenzaban una discusión.

—Ya vale chicos, no comiencen una discusión otra vez. —advierto poniendo fin a la pequeña riña.

—Como sea, he quedado con Elton, ¿Me acompañas a la salida?— su pregunta se dirige hacia mí, asiento y salgo del departamento con ella.

El idiota de cara bonita ya se encontraba a la salida de mi edificio, con su auténtico Mustang y la sonrisa socarrona e imbécil de siempre. Supongo que algunas personas no cambiaban al paso del tiempo.

— Estás preciosa, nena. — comenta cuando llegamos, haciendo que Sasha le de un efusivo beso y yo ría por lo bajo.

Odiaba la palabra nena en todos los sentidos, pero más cuando Elton lo hacía más ridículo con su pésimo acento español.

Los ojos azules del chico me dan una rápida mirada, sonríe despreocupado y saluda con la mano ignorando las ganas que tenía de pegarle un puñetazo.

—¿Cómo te ha ido?— dice en su escaso intento de ser amable. Ruedo los ojos con molestia.

—Me importa una mierda como estés y pasa lo mismo contigo, solo te advierto que como le hagas algo malo te faltarán planetas para correr, bastardo— le advierto, luego observo la mirada reprobatoria de Sasha.

—Diviértete cariño, ya tengo que entrar. —finalizo dándole la espalda a ambos.

Ahora comprendía como se sentían mis amigos cuando decidí que era buena idea juntarme con el amiguito de esa escoria.

Suspiro profundo, me tocaba este buche amargo a mí también.

[•••]

—... creo que Jack no querría que fuese, ¿Me estás escuchando?— la voz del señor Grey hace que pose la vista en él, dejando de dibujar en mi cuaderno.

El álbum de NironDonde viven las historias. Descúbrelo ahora