🔴Las Manos Rojas🔴 [Christopher]

Capítulo 3

¿Amigos?

La noche fue un poco larga, ni siquiera había dormido bien todo era extraño para mí, desperté, a mi lado en la otra cama estaba Patrick ya despierto, la luz de la pequeña ventana iluminaba su rostro ese cabello castaño todo desordenado, su mandíbula marcada y esos ojos color miel mirando la pelota roja con la que jugaba golpeando la pared y devolviéndola a su mano con cada rebote, ambos sabíamos que no saldríamos hasta tardé, eran las 8:00 AM teníamos aproximadamente 5 horas solos con nuestra compañía, como dos buenos amigos.

—Ya era hora de que despertarás, comenzaba a aburrirme—dijo dibujando una sonrisa retorcida en su rostro, sabia a lo que se refería con exactitud, digamos que Patrick más de ser mi mejor amigo era como mi otro hermano pequeño, el se crío con Matt y yo en el orfanato, así que nos conocíamos perfectamente.

—No quiero jugar ahora Patrick, no estoy aquí para divertirme.

Bufó.

—De acuerdo solo quería saber si haríamos algo divertido pero claro no podemos salir, por ahora.

—Como es que terminaste aquí, ¿Qué no te habías esfumado del mapa?—pregunte sacando tema de conversación, si tengo que estar aquí con él por lo menos quisiera hablar y no solo mirarnos como dos perfectos desconocidos.

—Escuchaste de ese viejo alcalde que salió de prisión bajo fianza.

—Sí, ¿Acaso tú?

—Si lo sé terminé con él no es la gran cosa, el pobre desgraciado llevaba una vida miserable, lo único que hacía era golpear a sus pobres hijos cada vez que tomaba, les hice un favor, mi único error fue dejar que el mayordomo me viera, terminé aquí después de que llamó a la policía.

—¿Lo dejaste ir?

—El matarlo creo que solo empeoró las cosas—dio una pequeña mueca—lo único extraño fue el cambio repentino.

—¿A qué te refieres?

—Sí, el cambio, se supone que me llevarían a la prisión al otro lado del estado, pero hubo un cambio de último minuto, o eso fue lo que me dijeron.

¿Cambio?

Por lo regular un cambio de último minuto no es usual aunque tampoco imposible, supongo que no hace alguna diferencia, me alegraba que él estuviera aquí era fácil entenderme con alguien parecido a mi pero de igual manera totalmente diferente.

—Creo que tuvieron sus razones.

—Supongo que sí—meneo la cabeza—al menos estamos reunidos de nuevo, solo faltan dos para que la vieja pandilla esté completa de nuevo.

—De hecho somos tres aquí.

—¿Acaso arrestaron a Matt?—soltó una carcajada pues era claro que Matt no pertenecía a este lugar.

—No, pero Astrid está aquí.

—¿Astrid?, vaya vaya no he sabido nada de ella desde...que ustedes ya no...bueno ya sabes, tal vez ahora tenga una oportunidad con ella no lo creés—dijo burlón, con esa expresión pícara de su cara, levantando la ceja.