Sweet Omega 🍭 JimSu • Omegaverse

XIII

En ese pequeño letargo donde sólo existían ellos dos, hubo miradas curiosas pero les ignoraban al estar entrando en ambiente. Poco a poco su mano se entrelazó y se aferró a la otra de forma que era tan anhelante que ambos lo sentían, hasta ese momento se dieron cuenta de cuánto habían necesitado ese toque y sólo se veían a los ojos, tratando de descifrar lo que sentía el uno por el otro. El aire se sentía cálido entre ellos y no lo entendían pero se acercaron un poco más, dejando un pequeño espacio entre sus rostros, probablemente centímetros.

Tan cerca pero tan lejos.

El primero en reaccionar ante la voz de un alfa conocido, se separó de forma lenta, torturando al contrario que sentía millones de sensaciones explotando dentro de él y no había explicación alguna. Ambos lobos aullaban, pidiendo quedarse en aquella forma por un poco más... De ser por siempre si fuese posible.

Pronto estaban separados, con la cabeza gacha y las mejillas ardiendo. El alfa por el rabillo del ojo observó al omega que sonreía tímido y se sintió afortunado de percibir con claridad su aroma.

Mandarinas recién peladas, café helado y bombones...

¿De verdad ese era su aroma?, joder, al alfa se le hizo agua la boca de sólo pensar en poder aspirar su aroma todo el día. Sabía que probablemente más de una persona —en específico alfas— le habrían hecho algún comentario ofensivo respecto a su aroma pero es como alguna vez su madre le dijo;

"Venimos al mundo a buscar lo que nos gusta, no lo que le gusta a los demás."

Ahora realmente le agradecía tanto a su madre por esas palabras que cobraban sentido en esos momentos, porque su alfa reconoció a su destinado, así Jimin sintiera algo de miedo... No podía cambiar su destino, probablemente sus hermanos se aferraron a las ideas de su padre y jamás en sus vidas quisieron tratar con omegas. Jimin tenía pensado hacer exactamente lo mismo pero ahora se daba cuenta que valía la pena intentarlo, que esas cosas que su padre le dijo en el pasado no eran ciertas.

Él le demostraría a su padre que todo sería diferente.

🍭

Ya eran las once con treinta de la noche y la música retumbaba en la gran mansión. Todos bailaban y se divertían con diferentes juegos que incluían sí o sí bebida.

Yoongi sentía su cabeza dar miles de vueltas y reía de todo, incluso estaba bailando con otros alfas y estos reían con él. De verdad perdió el control de su cuerpo y ni siquiera lo había pensado.

Pronto estaba en la mesa a lado de un Taehyung que le alejó un vaso con hielos y bebida de color púrpura de en frente del chico que se reía de todo y casi se estaba quitando toda la ropa.

—. Somos alfas, a nosotros no nos pega tanto el alcohol. —Le dió un vaso con hielos, limón y sal y agua mineral para bajarle un poco el que estuviera ebrio.—

—. L-Lo dejé un tiempo... C-Creo que fu-e eso lo que me... Afectó. —Rió.—

—Negó—. Quédate aquí, por ahora sólo bebe esto y relájate, traeré comida o probablemente te me vas a quedar dormido aquí. —Habló en tono preocupante.—

—. Sí, sí... Cómo sea. —Sonrió y bebió lo que Taehyung le dejó.—

Observó a todos y como el ambiente tomó un color púrpura, sonrió pero esa sonrisa duró poco al ver a Jungkook bailando despacio la melodía que se escuchaba de fondo, observando a ese par sonreír y un pequeño alfa reír feliz por poder bailar con Jimin.