Parte 3

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A la mañana siguiente

Era una mañana tranquila. Yuzu se había despertado y miró a su alrededor. Observó la cama vacía. Solo estaba ella. Dió un suspiro para estirar. No sabía si estaba feliz o triste. Por fin estaba devolviendo el trato que Mei le daba. Aunque doliera, le rompiera el alma y le destrozara el corazón lo seguiría haciendo. Ella ya sufrió mucho por culpa de Mei. Mientras se vestía recordaba una y otra vez lo que pasó en el santuario, esas palabras le abrían la herida que ni siquiera se había cerrado. Al final, cayó de rodillas mientras estallaba en llanto. No quería recordar eso, quería olvidar a Mei, le quería...le amaba y al unísono la odiaba. Jugó con sus sentimientos y la dejó abandonada.

Mientras Yuzu lloraba de rodillas Mei se había despertado. El sentimiento de la soledad la consumía más y más. Decidió levantarse. Quería entrar a la habitación, pero tenía miedo, miedo de que Yuzu se despertara. Mas no tenía opción así que llamó a la puerta. Escuchó algunos ruidos y tras 2 minutos de espera escuchó la voz de Yuzu que decía -Si quieres tu mochila con el uniforme entra, si quieres hablar vete- Tras eso entró. Vio a Yuzu vestida y queriendo salir pero en voz baja dijo -Por favor...solo quiero hablar- Yuzu daría un suspiro y la miraría -Ya dije que no- tras pronunciar esas palabras se fue.

El día escolar pasaba con normalidad para Yuzu. Hablaba con Harumi, atendía en las clases. Al llegar a casa, Ume no estaba así que Yuzu la llamó por teléfono para recordarle que quería ser cambiada de instituto. Ume le diría que eso lo hablarían en casa. La rubia guardo el móvil cuando Mei la abrazaría por detrás.

Mei: -Yuzu, por favor. Solo escuchame, no te pido mucho- Su tono de voz era suave y un poco apenado.

Yuzu: -Si te escucho, ¿me dejas tranquila?- En cambio, el tono de voz de Yuzu era frío, distante. Todo lo contrario al de Mei.

Mei: -Por hoy sí...- A la pelinegra le costaba creer la situación. Al menos agradecía que pudiera abrazar a su amor de nuevo.

Yuzu: -Tienes 3 minutos- Lo diría en el mismo tono de voz que antes.

Mei: -¡Gracias Yuzu!...Esto...lo siento mucho sobre lo que paso hace 2 días. Yo no sentía nada de lo que te dije en el santuario. Y siento haber dicho todo eso cuando llegaste al hotel. Lo siento...lo siento...lo siento- Mei realmente se estaba arrepintiendo y quería que la rubia lo supiera

Yuzu: -Ya está, ahí se fueron tus 3 minutos- La forma de decir esas palabras fue rapida pero la respiración de Yuzu era distinta. No era calmada como antes si no algo agitada así que se soltaría del abrazo y se iría directamente el baño.

La rubia cerró la puerta con pestillo, se desnuda, llena la bañera con agua y se metió en ella. Aunque era mediodía Yuzu se quería relajar. Olvidar las palabras que dijo Mei. No quería recordarlas. Yuzu pasaría 15 minutos en el baño antes de salir. Al entrar a su habitación vería a Mei hacer los deberes. Tras eso, se puso la ropa interior antes de quitar la toalla cual tapaba su cuerpo. La toalla caería al suelo y Yuzu se puso ropa cómoda, se sentó en la silla y se puso a hacer los deberes, Las horas pasaron y alguien llamó a la puerta. Yuzu correría a abrirla.


citrus (corazón a medias)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora