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—Sí, aunque de otra forma. A ellas las estimulo con las manos —continuó Eddie.
La correa le quedaba grande a Thomas. De hecho, podía quitársela sin problema, pero no quería hacerlo con su secuestrador delante.
—Ahora descansa. Te exiges demasiado.
El joven asintió con la cabeza y el adulto se fue del lugar.
Thomas pasó un par de días sin salir del garaje. Ni siquiera se quitó la correa. Además, siempre recibía al mayor con una sonrisa cada vez que este le traía comida.
—Puedes... procesarme hoy, si quieres.
—Aún es pronto. Y tienes que salir más a la calle. No puedes estar todo el día aquí. Necesitas que te dé el aire.
—Pero no puedo —respondió el joven señalando la correa.
Eddie se revisó los bolsillos, pero no encontró la llave. Se dio la vuelta en busca de ella, pero tampoco la encontró por ningún sitio. Decidió arrancar la correa de la pared.
—Necesito que me proceses ahora. He descubierto a-algo nuevo.
El mayor frunció el ceño.
—Doy mucho más de eso si es en una cama cómoda.
—¡¿Has echado semen durante estos dos días?!
—Oye, t-te dije que estaba lleno todavía y no me has hecho caso.
Thomas agachó la cabeza y Eddie suspiró. Momentos después, el señor sacó un bote y lo colocó sobre el aparato. Se sacó el miembro del pantalón y empezó a frotarlo mientras se acercaba al joven. Agarró y tiró de los pies del chico. Lo colocó sobre el colchón y le sujetó contra el suelo con la mano. Se tumbó sobre el joven y procedió a introducirle su pene erecto infinitas veces. Dejó terriblemente irritado el orto del Thomas. Aún así, el chico aguantó. Cuando Eddie terminó, cogió y lo llevó frente al bote, donde empezó a ordeñarle el miembro a su víctima hasta casi llenar el recipiente. El joven no podía creerlo. No podía dejar de preguntarse como era posible que su secuestrador supiera dónde se encontraban sus puntos más excitables, ni como sabía el ritmo que más le gustaba.
—Es increíble, chaval —comentó el mayor con asombro—. Es que no puedo dejarte escapar...
—¿Cómo... —quiso decir—. ¿Cómo es que la tienes... levantada antes de sacártela? —preguntó el chico a duras penas.
Brock no respondió. Dejó a Thomas sobre la cama.
—¿Te gusto?—insistió el joven.
El señor ató la correa en un poste y se fue sin decir nada dejando crecer una sonrisa en el rostro del joven, quien empezó a sospechar de que estaba en un sueño, pero descartó esa idea segundos después. Lo más extraño para él era que su rostro le resultaba demasiado familiar. Se le pasó por la cabeza que pudiera ser un tío que nunca había conocido.
Thomas le hizo caso y los días posteriores paseó por las eras del pueblo. Siempre regresaba a su casa para comer y cenar. Pasó una semana hasta la siguiente sesión. El señor apareció por la puerta. Colocó el bote y el instrumento donde siempre. Se acercó al joven y lo puso en posición.
—Espera un momento —pidió Thomas—. He pensado que si estimulo tu... pene antes de procesarme, puede que saque más de tu semen y, por ende, yo también.
Eddie se quedó pensativo por un momento.
—Eres listo, muchacho.
Ambos se quedaron mirando a los ojos. El chico estaba esperando a que el señor le diera una señal, pero este permaneció inmóvil ante él. Thomas alargó la mano y rozó el cinturón con los dedos. El mayor continuó quieto por completo. A medida que acercaba su mano por encima del miembro, Eddie respiraba más fuerte y rápido. Dejó escapar un tímido jadeo y el bulto se hizo un poco más grande. El joven tragó saliva e insertó la mano por el pantalón. Eddie suspiró y le agarró del brazo. Thomas apretó su miembro y comenzó a agitarlo con todas sus fuerzas. El mayor retiró su brazo y colocó al chico bocabajo sobre el colchón. Eddie insertó su miembro por el ano tantas veces que el joven no sabía cuándo entraba y cuándo salía. Se corrió dentro de él, aunque también inundó el colchón hasta que no pudo más y su peso cayó rendido sobre el cuerpo del chico.
—Nunca habías sido tan violento —dijo Thomas, quien aún estaba con las piernas temblando—. Puedo ayudarte a limpiar la casa si me dejas. La tenías hecha un desastre cuando fui a buscarte —continuó, y se rio después.
—Está bien —dijo el mayor después de permanecer pensativo un rato.
Thomas intentó darse la vuelta. Eddie le dejó hacerlo echándose hacia arriba. El joven le miraba a los ojos, pero el mayor miraba hacia otro sitio. Este último se levantó y se fue de allí. Thomas se quitó la correa y fue tras él, pero Eddie cerró la puerta. El chico salió por la ventana y le persiguió hasta llegar a la entrada.
—¿Por dónde empiezo a limpiar?
—Por donde quieras.
Thomas buscó herramientas para limpiar y empezó por el garaje. Tardó un par de días en limpiar toda la cabaña, aunque no lo hizo con profundidad. Eddie no le procesó en todo ese tiempo. Sobre las nueve de la noche del segundo día, el mayor apareció con un plato por la puerta del garaje mientras le esperaba el joven sentado sobre el colchón.
—Llevas dos días sin procesarme —replicó Thomas.
—Necesitas descansar.
—No es verdad.
—No me discutas.
—Llévame a tu cama.
Eddie no respondió. Se limitó a dejar el plato sobre un mueble y se dirigió hacia la puerta.
—Tú también quieres hacerlo —continuó el joven—. Sé hacer más cosas... si me dejas.
El mayor se dio la vuelta tras permanecer quieto, agarró a Thomas rodeando su espalda con su brazo tras liberarlo de la correa y se lo llevó hasta su cuarto.
—Déjame besarte —pidió allí el chico.
Eddie estaba dando vueltas alrededor de la habitación mientras pensaba con el ceño fruncido. Thomas se atrevió a lanzarse a él y le besó en los labios. El señor lo apartó, pero lo mantuvo preso entre sus manos. Siguió pensando hasta que él le devolvió el beso. Ambos se agarraron del cabello, cuello y cualquier parte rápidamente accesible. Thomas reaccionaba en base a lo que hacía el adulto con él, pues este era más fuerte y sabio. Eddie llevó al joven hacia su cama y allí continuaron. El mayor comenzó a morder por el cuello del chico y cada vez lo manoseaba con más fuerza. Sus piernas presionaban el cuerpo del joven hasta el punto de hacerlo gemir.
—E-espera —jadeó el chico. Eddie paró al instante—. Déjame correrme dentro de ti —continuó Thomas.
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¡GRACIAS!
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Jigsaw | Fanfic Symbrock/Veddie | TERMINADA
Fanfiction+18!!! | "Una historia especial, peligrosa y difícil. No apta para todos los públicos, pero perfecta si lo que quieres es adentrarte en el lado oscuro". Crítica de Mirivid. | Sinopsis: Eddie Brock espera a su próximo pretendiente para un fin en espe...