CAPITULO 3

3 0 0
                                    

Oliver

No me quería mover, me quería quedar así para siempre.

Tenía a Emma abrazándome y pegada a mi como si fuera un koala.

Y en ese preciso momento entró Loren.

-ups...- dijo medio dormida.

-¡cállate!- dije intentando no gritar.

Y de repente Emma empezó a moverse y a abrir los ojos.

-buenos días a vosotros también- dijo abrazándose a mi como si fuera un peluche.

Y en ese momento me sentí la persona más feliz del mundo.

-bueno os dejo, tortolitos- dijo guiñando un ojo.

-¿que tal has dormido?- me preguntó mirándome a los ojos sin separarse de mí.

-muy bien, ¿y tu?- dije amablemente.

-fenomenal, eres muy cómodo- dijo tocándome el pelo.

-ya, que graciosa- dije riendo, y eso causó que la hiciera reír también.

-¿que hora es?- pregunto con un poco de preocupación.

-em-miré la hora- las 11:36

-ostia- se empezó a levantar de la cama y a cambiarse- ¿en que momento me he cambiado de ropa?

-¿ayer?- dije medio riendo.

- ha ha ha- dijo girándose hacía mi ya con la ropa puesta- bueno...

-pero, ¿que pasa?- dije curioso.

-tengo una entrevista, no se donde está, ni a cuánto está de aquí, me tengo que duchar, cambiar y ...

-yo te llevo- propuse felizmente.

-¿seguro que...?

-no me importa.

Y dicho y hecho, fuimos a su casa, que estaba hecha un desastre, se duchó y se cambió de ropa.

Iba guapísima, llevaba unos pantalones negros de traje conjuntado con un top blanco que hacía resaltar su pelo moreno.

Era guapísima.

Al acabar, miramos en google maps a cuanto quedaba de su casa.

-está aquí al lado- dije.

-perfecto- dijo con una gran sonrisa

-quiero saber más cosas de ti- me dijo mirándome mientras caminábamos ya que al final nl cogí el coche.

-emm... no se pregúntame lo que quieras- dije divertido.- espera, hacemos "un juego".

-¿me vas a decir ese de una pregunta yo otra tu?- dijo riéndose

Mierda, era ese.

-no no, pero si quieres ese mismo- que mal se me daba mentir- ¿quien empieza?

-tu mismo- dijo mirándome nuevamente a los ojos. Por dios, esos ojos me mataban.

-¿tienes novio?- dije curioso.

-¿enserio malgastas tu turno en hacerme esa pregunta?- dijo riéndose.

-pues...

-no, no tengo novio- dijo mirándome con cierta picardía.

Perfecto, punto para Oliver.

Justo cuando le tocaba preguntarme algo, llegamos al sitio.

Joder estaba realmente cerca.

noches frías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora