La Verdad Descubierta

Capítulo Siete

El " heat " de Sirius fue diferente al de Harry en más de un sentido. Para empezar, tenía un olor diferente para Harry que para Remus mientras que el de Harry olía igual para sus dos compañeros. El nudo de Sirius estuvo muy presente, que era algo que Harry no tenía obviamente. Sirius también necesitaba anudar a Harry mientras Remus lo anudaba para que tuviera toda la sensación de alivio. Eso había tardado unos días en conseguirlo ya que no se habían dado cuenta de que lo necesitaba de una manera específica. Así que, no hacía falta decir que tanto Harry como Remus estaban agotados para cuando terminó alrededor del quinto día.

—No volveré a quejarme de la falta de sexo —dijo Harry mientras colocaba una almohada en el suelo y se sentaba sobre ella sin importarle lo más mínimo que su familia estuviera allí.

—Me disculpé —dijo Sirius poniendo los ojos en blanco—. Incluso te he frotado loción por todo el cuerpo antes.

—Sí, y luego me metiste la polla. Me prometiste un masaje, no sexo.

—Tú fuiste el que se mojó.

—Tú también, no todo es culpa suya —intervino Remus golpeando a Sirius.

—CAMBIANDO DE TEMA POR FAVOR —interrumpió James.

—Ya. Lo siento —dijo Harry.

—Espera, antes de que nos salgamos del tema. ¿Cómo estuvo? —Preguntó Ariel burlonamente mientras miraba a Harry.

—¿Cómo está tu novia? —Le contestó Harry.

—Buen punto.

—Sí, ¿cuándo vamos a conocer a esa novia misteriosa? —Preguntó James—. Charlie, ¿sabes quién es?

—¿Yo? No sé ni la mitad de la mierda que pasa en esta familia. ¡Ni siquiera sabía que Ariel era gay! Sólo pensé que estaba explorando sus opciones —dijo Charlie desde donde estaba recostado en un sofá lanzando una pelota de goma y atrapándola—. Espera, ¿eres gay? —Preguntó mirándola donde estaba sentada en el suelo apoyada en sus manos.

—Claro, vamos con eso. Tenemos algo en común, a los dos nos gustan...

—No lo digas. Por favor, por el amor de Merlín, no lo digas...

—Las vaginas.

—Y lo dijo —dijo James, suspirando fuertemente y pellizcando el puente de su nariz con los dedos—. ¿Cuándo se volvieron así mis hijos?

—Cuando él llegó —dijo Ariel, señalando a Harry.

—Claro, yo asumo la culpa de esto. Yo corrompí a mis hermanos —dijo Harry sonriendo mientras miraba a James que miraba al techo.

—¿Qué hice para merecer un comportamiento tan burdo de mis hijos? —Preguntó James.

—¿Recuerdas aquella vez que dibujamos caricaturas de una desnuda...?

—¡NO! No, no recuerdo semejante momento Sirius —dijo James mirando a Sirius que sonreía mientras Lily se volvía hacia James.

—¿Desnuda de qué? —Preguntó ella.

—Oh, esto será bueno. Pásame las palomitas Charlie —dijo Harry estirando el brazo para agarrar el tazón que Charlie le entregaba—. Bien, continúa. Padre, creo que madre te ha hecho una pregunta.

—Oh, vaya, así que sí tiene una capacidad de comunicación adecuada. ¿Quién lo iba a saber? —Replicó James.

—James. ¿Vas a responder a la pregunta? —Preguntó Lily.

—No fue nada Lily. Absolutamente nada. Sólo cosas tontas de adolescentes —dijo James.

—Estoy bastante seguro de que eran cosas de mujeres, pero podría estar equivocado —intervino Sirius—. ¿Lunático? ¿Te acuerdas de casualidad?