La Verdad Descubierta

Capítulo Diecisiete

—No está funcionando —dijo Graham mientras se paseaba por la pequeña choza gruñendo por lo bajo en su garganta—. He hecho todo lo que se me ha ocurrido y el chico Potter no está hablando. Estará muerto en unos días si seguimos.

—Hay una cosa más que podemos hacer —dijo Dumbledore—. Dijiste que no te creyó sobre su hermana, enséñale su cuerpo.

—No hay un cuerpo.

—Él no sabe eso —Graham gruñó, lanzándole dagas con los ojos a Dumbledore.

—Estoy cansado de tus mensajes crípticos, viejo, o me dices el plan o me dejas matarlo.

—Déjamelo a mí, sé cómo hacer que un cuerpo falso se vea real —dijo Dumbledore mientras sonreía de lado viendo el cuerpo falso de Charlie Potter—. Enviaré esto a la Mansión Potter, eso deberá detener sus planes de buscar a Charlie hasta que se den cuenta de que es falso.

—Si se dan cuenta de que es falso. Nunca se dieron cuenta de que Harry era falso —habló Ojo Loco.

—Cierto. Si se dan cuenta. Te diré cuando estemos listos, por ahora sólo deja a Charlie descansar, necesitará su energía para esto.

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La mansión Potter estaba tranquila por una vez. Después de cuatro días de planificación y agrupación, se estaban tomando las últimas horas para relajarse antes de la gran cacería y de lo que, con suerte, se convertiría en el combate final. Después de discutir las cosas con sus aliados de mayor confianza que eran fuertes en la batalla, habían decidido usar todos sus números para cubrir los bosques para, con suerte, encontrar a Charlie y al resto de los aliados de Dumbledore y terminar con esto. Era casi demasiado pronto, aún se desconocían demasiadas cosas, pero ya no tenían muchas opciones, sobre todo porque Harry notaba el deterioro de la salud de Charlie. Era algo nuevo, algo que odiaba recibir al azar al principio, había pensado que era su embarazo, pero sus sanadores habían confirmado que no estaba relacionado. Sus ataques aleatorios de debilidad y fatiga eran cada vez más frecuentes y a menudo se acostaba para intentar enviar algo de fuerza a Charlie siempre que podía. Nadie entendía del todo qué era el vínculo y cómo funcionaba, pero a Harry le gustaba creer que funcionaba como él esperaba y que Charlie estaba recibiendo lo que Harry esperaba enviar.

—Ahí estás —Harry volteó y sonrió al ver a Sirius yendo hacia él en la parte trasera de los jardínes—. Te he estado buscando, sabes.

—¿Oh? ¿Para qué me estabas buscando?

—¿A parte del hecho de que se siente como que no te he visto por cuatro días? Sólo para verte. Asegurarme de que estuvieras completamente seguro de esto.

—Lo estoy. Estaré bien y si hay pelea me iré.

—Sé que lo harás, pero aún estoy preocupado. Viajar por flu mientras estás embarazado es una cosa, pero trasladores internacionales... Harry, muchas cosas podrían salir mal.

—Estaremos bien. No nos apareceremos.

—Lo sé y eso me da mucho alivio, pero aún vas a viajar —Harry se rio entre dientes, recargándose sobre Sirius mientras el raro clima cálido se asentaba sobre ellos.

—¿Qué pasa si llegamos demasiado tarde?

—Oye, no pienses eso, saldrá bien.

—Sirius, conozco las probabilidades. Todos lo hacen aunque nadie quiere admitirlo. No me digas pendejadas. ¿Qué pasa si llegamos demasiado tarde? ¿Nos traemos los cuerpos? Estoy apuntadisimo a traer cuerpos ilegalmente y todo eso, pero ¿papá está listo para eso? Ganándome puede perderlos a los dos. Queramos o no verlo de este modo, los ha tenido más tiempo que a mí y ni siquiera soy a quien esperaba. Sé que me ama, y sé que está feliz de tenerme de vuelta, pero también sé que por el primer mes y medio estaba decepcionado.